En materia de videojuegos ya no se trata, únicamente, de la variedad de géneros, sino que también influye una oferta extensa con distintos sistemas de partida o de compra de títulos.
A pocos sorprende, a estas alturas, que el ocio digital se haya convertido en uno de los fenómenos más importantes, a nivel económico y financiero, del panorama actual. La sociedad moderna utiliza la tecnología de forma más natural que en épocas anteriores. Está más generalizada y sus usos son más comunes.
En gran medida, gracias a la incorporación del Smartphone a la vida diaria. Precisamente, la llegada de los videojuegos al celular ha propiciado que tengan un nuevo crecimiento exponencial, dando a este sector (parte fundamental del ocio digital) un protagonismo especial entre los sectores productivos del mundo.
El mercado de los videojuegos tiene un valor actual de unos 250.000 millones de dólares. Y, aunque suene impresionante, lo más relevante es su proyección de crecimiento, que se estima en un 50% más en, apenas, 2 ó 3 años. Evidentemente, el impacto de los juegos para celular (una herramienta de uso personal que posee casi el 75% de la población mundial) es muy significativa.
Pero no es la única variable. El cambio generacional y el conocimiento generalizado de la tecnología tienen mucho que ver. Una mayor accesibilidad, gracias a los avances técnicos, ha facilitado la llegada de un segmento mayor de la población a estos entretenimientos. Pero no podemos olvidar un factor casi decisivo: la enorme variedad de la oferta existente.
Videojuegos: variedad para la elección del juego
Los videojuegos han evolucionado enormemente y ya no buscan un “target” limitado. Ahora, los desarrolladores son conscientes que la oferta debe adaptarse a un público muy variado, pero que representa un potencial enorme. Por ello, se han aumentado los géneros y las temáticas; también, el estilo de partidas; y, sin duda, la fórmula para adquirir estos juegos. Comencemos por este último punto.
El sistema clásico, es decir, la compra de un juego y su disfrute ilimitado (con la posibilidad de packs de expansión) se mantiene; pero han aparecido otras posibilidades para que los usuarios comiencen a jugar sin coste. Esta fórmula ya estaba presente en algunos entornos, como el de los juegos de casino; algunos portales especializados ofrecen tragamonedas gratis, para que el potencial cliente pruebe las diferentes opciones antes de aportar dinero real.
En un caso más reciente, el de los juegos para celular, algunos títulos pueden descargarse de forma gratuita e incluyen compras de pequeño importe para que el desarrollador obtenga ingresos y el jugador mejore su experiencia. Esta es una idea que está funcionado bastante bien y llega a un mercado muy amplio.
Géneros y estilo de partida
Por otra parte, está el estilo de partida. Muchos tienen en mente un concepto basado en las aventuras gráficas, con un argumento largo en el que vamos avanzando y requiere tiempo y dedicación. Por supuesto, no es el único caso, también hay otros juegos con partidas más cortas (como los juegos de deportes). Pero el Smartphone ha aportado una gran accesibilidad y muchos usuarios prefieren juegos con conexión “relámpago”; es decir, partidas muy cortas y disponibles en cualquier momento libre (como la espera para una reunión o una llamada, un trayecto corto en transporte público, etc…).
La variedad también ha llegado a este particular. Hoy tenemos diversos formatos con opciones para todos los gustos y circunstancias. Incluso, en algunos casos, el tiempo de juego está limitado (pero puede ampliarse con las antes citadas “micro compras” en la aplicación).
Otro de los factores decisivos para el éxito d los videojuegos es la variedad de temáticas y géneros. Esto permite llegar a un público muy diverso; incluso a generaciones distintas. Los MOBA o los “Shooters” siguen en plena forma y atraen enormemente a los jóvenes. Pero también han aparecido otras opciones más relacionadas con la habilidad y el razonamiento. Son juegos de puzles, de lógica o, también, de deportes mentales. Títulos como “Candy Crush” o “Among Us” son buenos ejemplos del éxito de estos “nuevos” géneros, que han atrapado a un público que dista de ser el clásico adolescente que antes percibíamos como el perfil clásico del “gamer”. Ahora los hay para todos los públicos.
