Posadas | La icónica vecina de la Bajada Vieja, Doña Pomposa, celebró su cumpleaños número 91

Doña Pomposa cumplió 91 años este 19 de septiembre y celebró junto a familiares y amigos. Ícono de la Bajada Vieja, la mujer que se convirtió en una verdadera institución para los posadeños sigue firme para su comunidad.

“A mí siempre me gustó trabajar con gente humilde. Este barrio estaba lleno de casas de citas o ‘quilombos’, la gente trabaja y como no tenían mucho, ellos jugaban al truco y se tomaban lo que ganaban porque no tenían nada que los estimule”, relató Doña Pomposa recordando los viejos tiempos de la primera calle de la capital misionera.

“Cuando los reubicábamos, ellos quedaban contentos con la casa que recibían, pero sin medios de trabajo, no tenían un hospital, una escuela, nada. Había mucha pobreza. Ahí yo combatí mucho eso”, comentó.

Pomposa llegó a Posadas en el año 1957, proveniente del Paraguay escapando de la polio, y encontró su lugar en el mundo.

“Yo era maestra en aquel momento y con la epidemia de polio, solicité un permiso provisorio para venir a vacunarme. Ya tenía intenciones de viajar para acá, porque allá mi marido, que era despachante marítimo, se quedó sin trabajo”, relató la nonagenaria.

A lo largo de los más de 70 años que vio pasar desde la Bajada Vieja, Pomposa describió el cambio generacional que ha ido percibiendo en la comunidad del barrio y la sociedad posadeña.

“Yo digo que hay dos clases de gente: la rica y la poca gente pobre que queda. Prácticamente ya es residencial este lugar, vienen cayendo todos los ricos que compran por precios regalados las casas de la gente que no puede mantenerla por los impuestos. Entonces hacen sus casas, pero ellos son frívolos. La gente rica es gente fría”, remarcó.

“Es un caso serio. Mantienen una costumbre de no querer juntar las dos clases sociales. En mi caso, yo soy la que manejó casi todo esto (el barrio) y quiero exigir un poquito más de ellos porque les sobra. Todos son médicos o abogados y no les cuesta nada”.

“Yo doy gracias a la suerte que tengo, que la gente me respeta y me dan mucho cariño. Cuando uno trabaja bien y es creíble, la ayuda es posible”, aseguró Pomposa.

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En este sentido, destacó el acercamiento de autoridades provinciales como el vicegobernador Carlos Arce, quien se puso a disposición para ayudar en todo lo posible y pertinente a la celebración del “Caraí Octubre”, festividad de la cual Doña Pomposa siempre participa.

“Todos vienen a comer de mi yopará porque yo lo hago bien, lo hago como debe ser. Ahora vino el doctor Arce a ofrecerme todo lo que yo necesito”.

“Si Dios quiere y me permite, ahí estaremos porque la gente me pregunta, están acostumbrados a que esté. Es la costumbre de la gente conmigo”, completó.

 

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