Alumnos de la EPET 18 de Puerto Esperanza crearán prótesis para animales utilizando materiales reciclados

En un esfuerzo por unir la tecnología, la educación y el compromiso social, estudiantes de la Escuela Provincial de Educación Técnica (EPET) Número 18 de Puerto Esperanza, Misiones, presentaron un proyecto, que busca mejorar la calidad de vida de los animales, surgió como parte de la asignatura "Proceso productivo" y ha llevado a la creación de prótesis personalizadas.

La directora de la EPET 18, Fernanda Lenguaza, destacó la importancia de este emprendimiento, que combina la educación, la tecnología y el compromiso social. «La verdad es que para la escuela y para la institución, es seguir sembrando y seguir cosechando al mismo tiempo. Porque desde 2015 venimos trabajando con la discapacidad, y porque estas prótesis son el resultado de un esfuerzo constante y la fuerza que tiene el trabajo con la impresión 3D y el compromiso social en generar un producto que beneficie a la comunidad”, expresó Lenguaza.

El proyecto comenzó como una tarea en la materia «Proceso productivo», donde los estudiantes debían crear una empresa relacionada con la Feria de Ciencias. La consigna era a partir de una hipótesis sobre lo que podrían desarrollarse. Las alumnas decidieron investigar la posibilidad de crear prótesis para animales, una idea que surgió de la reflexión sobre el importante papel que desempeñan las mascotas en la vida de las personas, especialmente durante la pandemia.

 

«El compromiso fue ver cómo mejoramos la calidad de vida de esos animales que forman parte de nuestras emociones y nuestra familia. En este caso, se trata de pensar en cómo podemos mejorar la vida de un animal que nos hace sentir seguros y nos acompaña en nuestro día a día», señaló Lenguaza.

Desde entonces, el proyecto ha avanzado con éxito. Los estudiantes han utilizado la tecnología de impresión 3D para diseñar prótesis a medida para mascotas que han sufrido amputaciones o tienen discapacidades físicas. Estas prótesis están diseñadas para adaptarse perfectamente a las necesidades de cada animal y mejorar su movilidad y calidad de vida.

Por su parte el profesor Cristián Cáceres, quien ha desempeñado un papel fundamental en la implementación del proyecto, sostuvo «En realidad, le dimos una vuelta a esta materia para ser productivos, porque siempre lo abordamos desde la perspectiva comercial. Sin embargo, esta vez quisimos darle un tinte más social, y eso implica que no importa a qué ámbito de la sociedad beneficiaria, siempre y cuando se genere un producto o una empresa que ayude a alguien en la sociedad”.

El resultado de este enfoque innovador fue el surgimiento de varios proyectos con un fuerte componente social. Uno de los proyectos destacados es «Quinta Pata», que se enfoca en la creación de prótesis para animales. Este proyecto se ha destacado y avanzado a instancias emocionales.

El profesor Cáceres también mencionó otros proyectos interesantes que han surgido en el marco de la asignatura. «Iniciamos el año trabajando en la elaboración de proyectos que puedan ser de ayuda en cualquier ámbito de la sociedad. Esa era la consigna», destacó.

Entre los proyectos mencionados se encuentra uno que ha captado la atención, aunque aún no ha adquirido un enfoque social definido: un dispensador automático de yerba mate, que incluso está en proceso de patentamiento. Además, los estudiantes también han explorado la creación de jabones artesanales y velas artesanales.

«Estos son solo algunos ejemplos de los muchos proyectos que se han desarrollado en el marco de esta materia», dijo y agregó, «La creatividad y el compromiso de nuestros estudiantes son verdaderamente inspiradores. Estamos emocionados de ver cómo estas ideas innovadoras no solo mejoran la calidad de vida de las personas y los animales, sino que también promueven un enfoque social y comunitario en la educación técnica».

Las protagonistas de Quinta Pata

Tamara Ortiz, una de las alumnas involucradas en el proyecto «Quinta Pata», compartió su entusiasmo y motivación detrás de esta iniciativa que busca ayudar a las mascotas y sus dueños.

«En primer lugar, yo tengo una conexión cercana con Guadalupe, una amiga muy cercana a mí, y desde que empezaron a llevar a cabo el proyecto, ella me lo comentó. Me interesó de inmediato porque tengo un profundo cariño hacia los animales. Al «Compartir esto, se nos ocurrió pedir permiso a los asesores ya la directora para unirnos como equipo, tanto de tercero como de cuarto año. Además, contamos con el respaldo de una ley que nos permite hacerlo», explicó Tamara.

El proyecto ha generado entusiasmo entre los estudiantes y ha fortalecido la idea de trabajar en equipo. Tamara señaló que «trabajar juntos nos da un poco más de libertad y nos permite explorar nuevas posibilidades».

A pesar de que la creación de prótesis para animales es un campo relativamente nuevo, Tamara destaca la importancia de dar a conocer esta iniciativa. «Es importante que más personas se entren y reconozcan este proyecto porque, aunque a veces no se les dé la importancia que merecen, los animales también forman parte de la familia. Queremos que más personas que aman a sus mascotas tengan acceso a este tipo de soluciones difíciles y, al mismo tiempo, se informen sobre el tema», agregó.

Con respecto a las expectativas del proyecto, Tamara compartió: «Nuestras expectativas son altas, pero lo esencial es disfrutar, aprender y, por supuesto, asumir toda la responsabilidad que conlleva un proyecto como este. Queremos que sea un éxito y que se convierta en un proyecto permanente. Independientemente de los desafíos que podamos enfrentar, estamos decididos a hacer que las prótesis sean una realidad para ayudar a las mascotas».

La alumna también enfatizó la importancia del reconocimiento y el apoyo de la comunidad. «Queremos que más personas se unan a esta causa, que comprendan lo valioso que es y que, incluso en lugares alejados, puedan encontrar aplicaciones para este proyecto. La conciencia sobre el bienestar de las mascotas es esencial, y estamos listos para llevar esta iniciativa a todos los rincones donde sea necesario», concluyó con entusiasmo.

Guadalupe Garcete, otra estudiante comprometida en el proyecto «Quinta Pata», compartió cómo se inspiró para iniciar esta iniciativa de prótesis para animales y cómo lograron superar los desafíos financieros.

«Inicialmente, vi un video de un proyecto similar en un país estadounidense que me llamó mucho la atención. Tengo una mascota cercana que sufre de una discapacidad: perdió una de sus patas traseras. Esto me llevó a pensar que sería una excelente idea llevar a cabo un proyecto similar en nuestra escuela. Aprovechamos la asignatura de proceso productivo para desarrollar la prótesis”, relató Guadalupe.

El proceso no estuvo exento de obstáculos, especialmente en lo que respeta a los costos. Guadalupe explicó que, al principio, consideraron utilizar metal para la prótesis, pero rápidamente se dio cuenta de que esto estaba fuera de sus posibilidades financieras como estudiantes. Fue entonces cuando recordaron que su escuela tenía experiencia en impresión 3D y decidieron aplicar esta tecnología para reducir costos.

«Queríamos hacer las prótesis más accesibles para todos, ya que el precio de una prótesis convencional en una tienda ronda los 300.000 pesos. No todas las familias pueden pagar eso, incluso si su mascota es muy importante para ellas. Queríamos ayudar y hacer las prótesis Grandes”, explicó Guadalupe.

El equipo encontró una solución ingeniosa utilizando una máquina llamada «Extrusora de filamento PET» que les permitía crear filamentos a partir de botellas plásticas recicladas con calor. Esto no solo reduce los costos, sino que también contribuyó al reciclaje y la sostenibilidad.

Guadalupe también habló sobre la importancia de recibir asesoramiento de expertos en veterinaria para garantizar que las prótesis se adapten adecuadamente a los animales. «Recientemente, consultamos con el veterinario Nico Pérez de Banda, quien nos orientó sobre la anatomía de los animales y las precisas que debíamos tomar para asegurar que las prótesis se ajustaran correctamente. Esto es fundamental, ya que cada animal es único y tiene necesidades. específicas”, destacó.

El proyecto «Quinta Pata» no solo busca mejorar la vida de las mascotas, sino que también tiene una visión altruista. «Queremos utilizar los fondos que se recauden con la venta de las prótesis para continuar ayudando a perros que lo necesitan, especialmente aquellos que no tienen un hogar. Queremos ampliar nuestro alcance y seguir haciendo una diferencia», concluyó Guadalupe con un brillo de determinación en los ojos.

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