Se trata de una herramienta que trabaja con energía solar y que ofrece grandes beneficios no sólo para el sector agrícola sino también para cualquier familia que busque mejorar o potenciar su abastecimiento de agua.
Las bombas solares, una innovadora solución basada en el aprovechamiento de la energía solar, vienen “experimentado un auge en Misiones”, en el último tiempo debido a la sequía, aseguró Federico Reynero, ingeniero y fundador de la empresa ISolar instalada en Posadas, Misiones.
El atractivo de las bombas solares radica en su capacidad para extraer agua de las fuentes subterráneas y almacenarla en tanques, lagunas o depósitos, de manera sencilla, segura y sin requerir altos costos de instalación, explicó Reynero.
Según detalló el ingeniero, este proceso opera durante las horas de luz solar, transformando la energía capturada por los paneles solares en agua lista para ser usada tanto para un productor agropecuario como para una familia y su autoconsumo. Se trata de un sistema autónomo y automático, que se activa y desactivándose sólo según la disponibilidad de luz solar. Esto elimina la necesidad de baterías y evita la logística asociada con los métodos convencionales.
“Si comparamos, por ejemplo, con un grupo electrógeno o una motobomba que funciona con combustible fósil y requiere de una logística para trasladar el combustible a la zona donde está la motobomba, requiere también de tiempo del productor que debe llegar, encender la bomba y quedarse hasta que se cargue para luego apagarla. Frente a ese tipo de escenario, una bomba de agua solar 100% autónoma, que enciende sola, que corta solo de noche, que tiene sensor de pozo vacío o tanque lleno, presenta un montón de ventajas”, manifestó Reynero.
Además, es un sistema fácil de instalar, accesible y que no requiere de altos costos de instalación o mantenimiento, por esto es una gran oportunidad para productores en épocas de sequía, afirmó el propietario de I Solar.
“Muchas veces un productor ya tiene una perforación o tiene un arroyo, pero muy lejos y para extraer agua, requiere de toda una logística para llevar el tendido eléctrico hacia ese arroyo e instalar su motobomba”, recordó Reynero. Sin embargo, este otro sistema de extracción ofrece mayor facilidad y eficiencia en estos casos.
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Otra clave es su durabilidad. Si bien la bomba de agua, en función de la calidad del agua y el uso, ofrece durabilidad variable, los paneles solares pueden durar hasta 25 años con un correcto uso, mientras que el controlador digital tiene una vida útil estimada de hasta cinco años. “Sin embargo, la garantía proporciona tranquilidad en términos de calidad y rendimiento”, dejó en claro Reynero.
La versatilidad de las bombas solares se extiende más allá del ámbito agrícola. Son igualmente efectivas en hogares y en diversas industrias. La instalación y el mantenimiento son sencillos, ya que los paneles solares, montados en estructuras de aluminio, capturan la energía del sol para alimentar la bomba. El controlador digital, el “cerebro” del sistema, garantiza un rendimiento óptimo y trabaja como una protección eléctrica.
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