Recuperaron los candelabros que habían sido robados en la Catedral de Posadas

Un lamentable hecho delictivo ocurrió este sábado en la Catedral San José de Posadas, cuando un audaz ladrón sustrajo tres valiosos apliques de luz con un significativo valor patrimonial y cultural para la infraestructura clásica de la parroquia. Sin embargo esta mañana se supo que los objetos fueron recuperados.

Dos candelabros desaparecieron misteriosamente de la catedral San José de Posadas el pasado sábado 22 de julio. Sin embargo, una persona que los había adquirido de buena fe decidió devolverlos tras enterarse del robo. El sacerdote Francisco Salazar, describió cómo el ladrón actuó con sorprendente tranquilidad, pareciendo un electricista. Expresó su alegría por la recuperación de las valiosas piezas con significado simbólico para el templo. Aunque no se identificó al ladrón, la honestidad de quien devolvió los candelabros brinda un final feliz.

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En un hecho insólito, dos candelabros desaparecieron misteriosamente de la catedral San José ubicada en la capital misionera. En cambio, una persona afirmó comprarlos de buena fe, pero al enterarse del hurto no dudó en devolverlos. Francisco Salazar, el sacerdote, describió cómo se produjeron los hechos: “Según las cámaras de seguridad, vimos cómo ingresó con tranquilidad, parecía un electricista, actuó con mucha libertad y sin sospechas a plena luz del día”.

Dichas piezas estaban ubicadas junto a las columnas dentro de la catedral, un lugar de paso frecuente para el público.  El sacerdote explicó que “históricamente fue así, la gente entra y sale constantemente”.

Sobre el valor de los candelabros, el padre Salazar aclaró: “No tienen muchos años, pero tienen su importancia porque si se reemplazarán, las piezas no serían iguales y desentonarían”. Aunque no se sabe cuánto cuestan exactamente, se estima que su valor es considerable en el mercado actual.

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Sobre la seguridad de la iglesia, admitió que el robo fue sorprendente. “Hoy en día, los robos ocurren en todas partes, desde lo más pequeño hasta lo más grande”. Aunque el lugar está abierto al público, el sacerdote expresó su preocupación por la falta de respeto hacia el templo sagrado.

Con respecto a robos previos, el clérigo afirmó que sufrieron pequeños hurtos, pero nunca algo similar a este hecho. “Esta es mi primera experiencia con algo así desde que estoy aquí como colaborador, hace un año”.

Sin embargo, hubo un giro inesperado y positivo en la historia, ya que los candelabros fueron devueltos por una persona que los había comprado sin saber que eran robados. “Ella se enteró del robo y, a pesar de haberlos comprado, los devolvió con generosidad”, concluyó expresando su agradecimiento al respecto.

Aunque no se logró identificar al ladrón, las autoridades policiales esperan que se le reconozca por otros delitos anteriores. Afortunadamente, la historia tuvo un desenlace feliz con un acto de bondad, gracias a la honestidad de la persona que devolvió los candelabros.

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