Inflación y caña con ruda | Se acerca el 1 de agosto: mirá cuanto aumentó en un año

En el turbulento clima inflacionario argentino, la caña con ruda se erige como un símbolo de resistencia. Su precio solo ha aumentado un 50%, desafiando la tasa inflacionaria interanual del 100%."

En medio del acelerado ritmo inflacionario que azota a Argentina, con una tasa interanual que supera el 100%, una peculiar bebida parece desafiar las reglas económicas del país: la caña con ruda. Este emblemático brebaje, conocido por sus atributos medicinales y tradicionalmente consumido el primero de agosto para «espantar los males», ha experimentado en el último año un incremento en su precio de apenas el 50%, muy por debajo de la media inflacionaria.

La caña con ruda se puede adquirir en el Mercado Modelo La Placita de Posadas, donde su pico de ventas suele registrarse a finales de julio, coincidiendo con la proximidad de la fecha que marca la tradición para su consumo. Sin embargo, el dato que llama la atención y que ha causado sorpresa entre los consumidores es su resistencia frente a la inflación.

La Placita Navideña
Mercado Modelo La Placita.

Según un relevamiento realizado por Misiones Online, la bebida no solamente cumple con su papel de espantar los males, sino que además parece ser inmune al feroz ritmo inflacionario de Argentina. Mientras que hace exactamente un año, una botella de dicha bebida cotizaba aproximadamente $200, este año se puede conseguir en misma cantidad a un valor de $300, lo cual evidencia un aumento del 50%.

¿Cómo es posible que esta bebida desafíe las tendencias inflacionarias del país? Aunque el análisis económico completo es complejo, algunas teorías apuntan a su producción local y a la estacionalidad de su demanda como factores que podrían haber amortiguado el impacto de la inflación.

Sin embargo, más allá de las especulaciones, lo cierto es que este fenómeno ha generado un interés adicional en la caña con ruda. Quienes la consumen habitualmente ven en esta situación una oportunidad para continuar disfrutando de su bebida favorita sin que su bolsillo se vea tan afectado.

En tiempos de turbulencias económicas, la caña con ruda emerge no solo como un símbolo cultural y medicinal, sino también como un curioso caso de resistencia a la inflación. Para los argentinos, esto supone una pequeña victoria en medio de la lucha diaria contra el creciente costo de vida.

¿Por qué se toma caña con ruda el primero de agosto?

El primero de agosto es una fecha especial en Argentina, particularmente en la región noreste, donde los habitantes llevan a cabo una singular tradición: el consumo de caña con ruda. Este antiguo rito, que se ha transmitido de generación en generación, tiene un significado cultural y medicinal profundo. Pero, ¿qué impulsa a los argentinos a tomar esta peculiar mezcla justo el primero de agosto?

La costumbre de ingerir caña con ruda el primer día de agosto hunde sus raíces en la cultura indígena guaraní y en antiguas creencias de los gauchos. Según estas tradiciones, la bebida actúa como un escudo contra los males, las enfermedades y la mala suerte. Específicamente, se considera un amuleto para protegerse del invierno y prevenir enfermedades estacionales, además de augurar un año próspero y saludable.

La fecha no es arbitraria: el primero de agosto coincide con el día en que la Pachamama, la Madre Tierra en la cosmovisión andina, abre su boca para alimentarse. En esta jornada se realizan rituales de agradecimiento y petición de buen augurio, y la caña con ruda es una de las ofrendas que se le hacen.

La caña con ruda es una bebida de fuerte sabor, producto de la maceración de hojas de ruda en caña de azúcar o aguardiente. La ruda es una planta con propiedades medicinales reconocidas, y la caña, por su parte, tiene un alto contenido de alcohol que ayuda a conservar las propiedades de la planta.

Más allá de las creencias y supersticiones, la tradición de la caña con ruda es un símbolo de identidad cultural. Aunque pueda parecer extraña a los ojos de forasteros, esta práctica está profundamente arraigada en la sociedad argentina y es celebrada con mucho respeto y solemnidad.

Con el tiempo, la caña con ruda ha trascendido las fronteras argentinas, y hoy en día se consume en otras regiones de América Latina, siempre con el mismo propósito: protegerse de los males y augurar un buen año. Este primero de agosto, como cada año, millones de argentinos levantarán su vaso de caña con ruda y brindarán por un año lleno de salud, suerte y prosperidad.

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