El Hospital Madariaga ajusta protocolos de atención a pacientes víctimas de violencia

Las autoridades del Hospital Madariaga de Posadas y las de seguridad de la provincia, se reunieron para aunar criterios y ajustar el protocolo de actuación del personal de salud, cuando les toca atender a pacientes tanto mujeres como hombres, que pudieran haber sido víctimas de violencia, ya sea física o sexual. Dalila Bühl, gerente asistencial del Hospital, conversó sobre esto.

¿Se encuentran con casos de violencia con cierta frecuencia en la guardia? 

Sí, claro. En nuestro trabajo en la guardia de emergencias siempre nos encontramos con pacientes que han sido víctimas de diferentes tipos de violencia, como violencia con armas de fuego, armas blancas, violencia de género e incluso casos de quemaduras en mujeres. 

¿Qué medidas toman cuando se encuentran con casos de violencia?

Siempre hay algún tipo de violencia presente y trabajamos en abordar estas situaciones. Llamamos a la policía y realizamos la denuncia pero lo que queríamos hacer ahora es algo diferente. Este tipo de trabajos institucionales nos benefician mucho, ya que nos permite articular y encontrarnos cara a cara. Agradezco mucho al Ministro de Gobierno y a las autoridades del Parque de la Salud por propiciar este encuentro y contactar en primer lugar a la comisario Alicia Romero, quien mostró una excelente disposición y quiso asistir.

¿Cómo surgió la idea de organizar este encuentro?

En un principio, iba a ser una reunión más pequeña, con dos o tres personas. Sin embargo, desde la Comisaría de la Mujer quisieron unirse, y decidí convocar a los médicos de guardia. Al principio, era solo una reunión para fortalecer nuestro trabajo, pero se convirtió en un encuentro muy interesante. Me parece que todos debemos involucrarnos y saber lo que hay que hacer.

¿Quiénes participaron en este encuentro y cuál era el objetivo principal de este encuentro?

Teníamos representantes de la parte administrativa de la guardia, abogados del parque de la salud, y también invitamos al servicio social y a profesionales de la salud mental, ya que todos estos servicios pueden intervenir cuando una persona, ya sea hombre o mujer, es víctima de violencia.

La idea era establecer una colaboración con otra institución para evitar demoras y evitar múltiples interrogatorios, ya que esto puede causar una mayor vulneración a la víctima y perjudicar la investigación.

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¿Qué aprendieron en este encuentro?

Aprendimos mucho ese día al escuchar a los representantes de la policía en sus funciones, ya que nosotros como médicos no estamos especializados en la materia de violencia. Nuestro papel es recopilar información relevante para la salud y el tratamiento médico en ese momento, pero no más que eso. A veces, parece sencillo lo que estoy diciendo, pero al escuchar a los representantes de la policía, nos dimos cuenta de que hay diferentes competencias y roles. Ellos se encargan de la contención y mantienen una red de apoyo.

¿Cuál es el enfoque que adoptan en la atención a las víctimas de violencia?

Por ejemplo, si necesitamos intervención psicológica, en lugar de que un psicólogo del hospital intervenga, es preferible que intervenga un psicólogo de la policía. En el medio está la paciente, y nosotros debemos actuar. Si es necesario, coordinar con otros servicios de atención médica, pero no debemos involucrarnos en la investigación. Estas son cosas que, a veces, como médicos, investigamos con el interrogatorio para obtener información relevante para la salud, pero nada más. En el encuentro, nos dimos cuenta de que las comunicaciones entre instituciones son fundamentales y son la mejor manera de brindar una atención de calidad. 

¿Y cómo es el protocolo para las víctimas de violencia? ¿Es obligación como personal médico dar parte a la policía? 

Si, ellos nos orientaron a que es eso lo que debemos hacer. Nosotros atendemos en el Hospital Escuela a mayores de 15 años, pero entre 15 y 18 son menores; y luego a mayores de 18 años. Por ejemplo, sobre las violencias sexuales en un mayor de 18 años o en una mayor de 18 años, la denuncia es de instancia privada, entonces podemos sugerir pero nos instaron a que demos aviso, sobre todo cuando creemos que corre riesgo la vida. Nuestro trabajo siempre también es tratar de persuadir cuando creemos que es lo mejor para esa persona, entonces si el médico lo sabe y no lo puede evadir. 

Si no quiere hacer la denuncia, nosotros podemos dar aviso, inclusive de manera anónima para que ellos investiguen. Desde el hospital damos aviso si se nos va la paciente, porque puede pasar que la dejamos esperando un poquito y se nos da la fuga, cuando no están tan mal y no tienen criterio de internación, pero siempre la vamos a tener cuatro o seis horas para realizar estudios y en algunos casos, otorgar el kit para la violencia sexual. 

Ante la situación económica que vive el país, ¿hubo un aumento de la demanda en el hospital público en general? 

Sí, el aumento de la demanda lo venimos sintiendo ya hace un tiempo. No sé si fue después de lo agudo de la pandemia. Nosotros atendemos entre un 40 a un 42% de personas con obra social o con cobertura social. Claro que el hospital hace el recupero de costos, es decir, recupera de la obra social la atención que le dimos a su afiliado, pero nosotros como hospital público, primero no discriminamos, atendemos con o sin obra social, eso que quede claro porque es un servicio público, pero nuestra prioridad es el paciente que no tiene obra social porque ese no tiene otra chance de atención en otro lado, el que tiene cobertura social tiene otras opciones. 

¿Cómo se aseguran de manejar de manera efectiva la oferta y demanda de pacientes en el Hospital?

Hay un montón de canales de trabajo que tenemos que articular con otras instituciones para que nos ayuden a absorber esto y siempre en pos de lograr la mejor calidad de atención y que el Hospital Escuela quede para la mediana y alta complejidad, que es la capacidad, la infraestructura que tiene instalada y equipamiento y recursos humanos.

Desde hace años por suerte no tenemos que derivar la mayor cantidad de pacientes, prácticamente adultos son muy poquitos los que se tienen que derivar fuera de la provincia. Es un trabajo diario que hacemos, así que creo que en ese sentido vamos bien y tenemos que estar constantemente articulando esto de manejar esa oferta-demanda de pacientes para mantener la atención.

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