La contraofensiva ucraniana se ha desatado en la región rusa de Belgorod, sin previo aviso y con resultados sorprendentes. Hace diez días, un grupo de soldados rusos, en desacuerdo con el régimen de Vladimir Putin, llevó a cabo una incursión en esta región.
Lo que inicialmente parecía un ataque «hit and run», se ha convertido en una serie de incursiones continuas, lo que indica que la guerra se ha expandido hacia el territorio de la Federación Rusa.
Las fuerzas proucranianas afirmaron estar luchando contra tropas rusas en las afueras de un pueblo ubicado en la frontera occidental rusa. Estos ataques se producen después de la incursión en la región de Belgorod y un aumento en los bombardeos transfronterizos en las últimas semanas. La Legión Libertad de Rusia, nombre que los combatientes dieron a su grupo, responsabilizó a Rusia de los bombardeos, publicando imágenes de sus acciones y denunciando la falta de profesionalidad del ejército de Putin.
Este grupo, también conocido como Cuerpo de Voluntarios Rusos, fundado por un nacionalista ruso de extrema derecha, afirma actuar por cuenta propia y no por orden de Ucrania, aunque Moscú los considera «terroristas» apoyados por Kiev. Según Alexei Baranovsky, portavoz del ala política de la Legión, uno de sus objetivos es atraer a las tropas rusas de otras partes del frente ucraniano y demostrar a los rusos que otro país es posible. Afirmó que una vez que ingresan al territorio ruso, ya no siguen la cadena de mando ucraniana.
Los analistas militares señalan que Ucrania tiene hasta mediados de octubre para llevar a cabo su contraofensiva, considerando el clima y la paciencia de los países que le suministran armas. Difieren en cuanto a los próximos movimientos, pero algunos sugieren que Ucrania utilizará operaciones de armas combinadas, algo que los rusos no han logrado hacer desde el comienzo de la invasión. También se plantea la posibilidad de que Ucrania intente cortar la conexión terrestre de Rusia con la península de Crimea.
Los expertos en defensa del Royal United Services Institute (RUSI) creen que Ucrania se enfrentará a un ejército ruso que ha aprendido de sus errores, pero que aún tiene dificultades para anticipar nuevas amenazas. Consideran que si Ucrania puede perturbar las defensas rusas e imponerles una situación dinámica, las unidades rusas perderán rápidamente su coordinación.
El historiador Lawrence Freedman advierte que el fin de la guerra solo llegará a través de una resolución política y que es necesario convencer a la élite rusa de la inutilidad de esta guerra y de la fragilidad de su ocupación.
En este contexto, la extensión de la guerra al territorio ruso parece tener sentido. Parte de la población de las zonas fronterizas de Belgorod ya ha sido evacuada, y las imágenes de edificios en llamas en ciudades cercanas circulan en Moscú y San Petersburgo. Con información de Infobae y foto de la BBC.
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