Cultura en Movimiento | “Se relega a la academia lo que tiene que ser para todos”, dijo la licenciada en Artes Plásticas Valeria Darnet

El programa de radio "Cultura en Movimiento", transmitido por Radio Libertad y conducido por Café Azar, entrevistó durante 2022 a un sinfín de especialistas en el ámbito cultural de la provincia. Con el nuevo año todavía en pañales, vale la pena echar la vista atrás y repasar un poco estos encuentros.

Valeria Darnet – Radio Libertad

Valeria Darnet es una licenciada en Artes Plásticas oriunda de la localidad misionera de Apóstoles. Es especialista en Producción de Textos Críticos y Difusión Mediática de las Artes y también posee un máster en Economía de la Cultura y Gestión Cultural. Actualmente persigue un doctorado en Artes y forma parte del cuerpo docente de la Diplomatura de Gestión Cultural, organizada por el Ministerio de Cultura de la provincia de Misiones. Habló con Café Azar, conductor del programa de Radio Libertad Cultura en Movimiento, para discutir algunos puntos sobre la actualidad cultural de la provincia y del país, incluida la necesidad que existe de expandir la producción y el consumo de proyectos culturales independientes.

Valeria Darnet: Hola, Café, buen día. ¿Cómo estás?

Café Azar: Pero muy bien, muchas gracias por tu tiempo, por poder sentarnos un ratito a charlar. En principio quería hablar sobre esto de pasar de la idea al resultado que, muchas veces, ni siquiera es final, sino que es parte de un proceso, de un proyecto, y que tiene que ver con estrategias y herramientas que uno puede tener para que un proyecto determinado, una idea, una visión, algo que uno imaginó, termine siendo lo que uno quiere ser.

VD: Totalmente. Te escuchaba cuando empezabas el programa, y justamente tiene que ver esto que cultura es todo lo que nos atañe en lo cotidiano. Y por ahí solamente el público logra ver una manifestación o un producto de alguna disciplina dentro del campo cultural pero no ve ese proceso al que vos te referís, y para el cual es sumamente importante identificar, en principio, qué políticas culturales – ya sean nacionales, provinciales, o locales – pueden ayudar a viabilizar y sostener esa idea en un proyecto concreto, ya sea a corto o largo plazo.

Junto a eso, son necesarias herramientas para poder conseguir financiamiento y sortear todos los obstáculos que, lamentablemente, aún tiene la administración pública. Se debe poder entender, dentro de las industrias culturales, cómo se desenvolvería nuestro proyecto o producto cultural. Tenemos que poder comunicarlo efectivamente, y tener en cuenta, también, qué cuestiones atañen al derecho de autor y a aspectos legales que envuelven a determinados proyectos. Eso, la verdad, es bastante interesante, como todo el eje de la Diplomatura.

También tiene que ver la cuestión de que los mismos agentes se reconozcan entre sí y, además, tengan la mirada crítica suficiente para saber cuáles serán sus estrategias efectivas dentro de las políticas culturales.

CA: Hay un tema ahí. Por un lado, pensaba el tema de los lenguajes: los lenguajes artísticos, los lenguajes estéticos. Hay una frase que se repite mucho, que Borges escribió un par de veces: “No estoy orgulloso de lo que escribí, sino de lo que leí.” Esta frase tiene que ver con enlazar con lo que, dentro de un determinado lenguaje, ya se ha producido, creado, y generado, y que alimenta toda otra producción posterior, ¿no?

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VD: Sí. Además, hay una cuestión que también, quizás, desde los que estamos más en el campo académico no se suele tener en cuenta cuando hablamos de cultura: que este valor simbólico, que es sumamente profundo y tiene una carga de arraigo sobre todo regional y local, en nuestros casos, se pueden pensar tranquilamente con un valor económico y no es inconcebible la idea de pensarlo como un todo completo.

Entonces, hay toda una labor del productor y creador cultural que no es la que se ve, pero que sin embargo sí se recibe en algunos casos y para algunos públicos. Después, también está esa cuestión de pensar que un producto es solamente el precio y que ese es su valor, y ahí hay un error de concepción. Porque no se tiene en cuenta con qué noción de cultura cada gobierno diseña sus políticas culturales. Hay cuestiones de fondo, quizás, que el receptor de la manifestación, evento, o producto cultural no tiene en cuenta pero que, justamente, deben ser reconocidos y valorados por el trabajo del gestor.

CA: Claro. Hablando de valores, muchas veces, y con una suerte de idea ligada a la cultura como algo adentro de una torre de cristal, fuera de todas las condiciones económicas de producción cultural, se confunde esto. Me acuerdo cuando fue la discusión en Diputados sobre el tema de las asignaciones especiales. La diputada Romina del Plá, del Partido Obrero, dijo que no podía hablar de temas culturales porque la cultura no tiene nada que ver con la economía, y por ahí estaba confundiendo un par de cuestiones que tenían que ver con la viabilización de una producción cultural y simbólica que está, de muchas maneras, metida en la cuestión económica.

VD: Sí. Es, para nosotros, un campo relativamente nuevo, podríamos decir. Qué tristeza escuchar eso, porque la cultura atraviesa absolutamente todas las áreas de nuestras vidas y, de hecho, el área de cultura debería poder juntarse con cualquier otra área gubernamental para definir decisiones políticas que van a afectar específicamente a los grupos situados que no se tienen en cuenta al diseñar estas políticas y que tienen que ver con cuestiones culturales puntualmente, que son las que definen el cotidiano y el modo de ser y vivir de cada grupo.

CA: Hace mucho tiempo vos venís trabajando en una propuesta que se llama En la Mira, que se trata de crear una especie de corpus de textos críticos de la producción cultural. Esto también es importante para la generación de un campo mucho más amplio y, además, con otras perspectivas.

VD: Justamente este año cumplimos diez años de ediciones. Es un trabajo sostenido a pulmón, grupal, y con el apoyo de la Facultad de Arte y Diseño de la Universidad Nacional de Misiones. Pero es un quehacer necesario – ese reflexionar crítico constante sobre nuestras prácticas y sobre determinados sucesos que van afectando nuestras vidas en general y que no tienen que ver solamente con manifestaciones artísticas. Para nosotros es una labor necesaria que tiene que continuar, aunque sea en diferentes formatos.

CA: Vos sabés que han desaparecido de los diarios – de los medios gráficos fundamentalmente, y supongo que también de los portales de internet – las secciones culturales, que en algún momento alimentaban esta posibilidad de hacer reseñas de libros, generar discusiones sobre determinadas propuestas estéticas, y lamentablemente han quedado marginadas a otros sectores que están también circulando por internet pero que no forman parte de ese registro del medio gráfico.

VD: Qué bueno que me lo mencionás, porque los últimos de los que tengo registro en los grandes periódicos de nuestra provincia, los últimos textos críticos, culturales, con una clave muy semiótica nos los ha dado la Dra. Ana Camblong, que varios de nosotros conocemos. Después, también, pensábamos que los suplementos dominicales se limitaban a informar e incluían alguna que otra entrevista, pero, como decís vos, hay valoraciones críticas que dejaron de estar ya en la prensa gráfica.

CA: ¡Hoy ni siquiera eso está! Digo, un corpus dentro de un medio gráfico dedicado específicamente a cultura.

VD: También es una decisión política y administrativa de cada periódico, convengamos. Pero sí es cierto que no está más la presencia de esta clase de texto para poder leerse impreso o en línea.

CA: Yo me acuerdo de una época en la que estaba Punto Crítico en Primera Edición y estaba Sed de Cultura, que hacía Francisco Alí Brouchoud en El Territorio, y ambos incluso competían, tenían una suerte de movimiento competitivo en discusiones estéticas y ligadas a políticas culturales y a discusiones sobre la producción cultural. Todo eso ha desaparecido, quizás, y es importante que se vuelva a repensar ese tipo de cuestiones.

VD: Qué bueno que lo mencionás a Francisco, porque el suplemento Sed de Cultura, que funcionó entre 1999 y 2000, fue increíble. La calidad y diversidad de campos que abordaba era impresionante, y lo podías tener cada domingo. Hoy esa posibilidad no está, y siempre se está relegando cada vez más a la academia cuestiones que, en realidad, tienen que circular para todos, y no solo para los que están estudiando en la universidad.

CA: ¡Claro! Este programa está destinado a aquellos que pueden pensarse o pensar como productores culturales o productores en los diferentes lenguajes que tengan que ver no solo con lo artístico, sino también con lo social y comunitario, con las identidades y eso. Un colectivo, una persona, o un grupo que tenga un proyecto y quiera desarrollarlo, ¿por dónde o por qué camino decís vos que tendría que transitar?

VD: Depende del enfoque del proyecto. Para darte un ejemplo que me parece importante, uno de los grupos con los que trabajamos ahora en la Diplomatura tiene un proyecto que está muy interesante y que no ataña solamente a cultura, sino que se cruza con acción social y también ecología. Entonces, en ese reconocer de línea, cómo se cruza lo comunitario y colectivo, hay que ser muy inteligente y saber por dónde canalizar la posibilidad de que ese proyecto se efectúe y que se pueda sostener en el tiempo.

A veces nos limitamos solamente a buscar el apoyo de Cultura, que es una de las áreas más vapuleadas por cualquier gobierno a cualquier nivel, que podría tranquilamente hacer lazos con otras áreas que, por ahí, tienen una incidencia comunitaria más fuerte. No es la idea o el imaginario, que muchas veces se comparte, de que cultura es solamente entretenimiento. No es así. Hay varias líneas de trabajo colectivo posible entre áreas, y también entre agentes – lo que me parece fundamental.

CA: Establecer redes, ¿no?

VD: Establecer redes y reconocerse. Los agentes gubernamentales tienen que empezar a reconocer a los agentes independientes y hay que empezar a trabajar en conjunto, al menos en nuestro territorio misionero. Me parece que sería mucho más fructífero y, además, se lograrían cosas magníficas.

CA: Claro. Bueno, muchísimas gracias por esta entrevista, Valeria. Seguiremos charlando más adelante, seguramente, con otro tipo de propuestas y temáticas que tienen que ver con esto. Por un lado, la construcción de un público, y por otro, dar herramientas a la gente dentro del campo cultural – para que, como vos decís, atraviesen y sean transversales a otra serie de áreas para generar sus proyectos y sus productos.

VD: Gracias a usted, Café, por la oportunidad, y seguramente vamos a seguir hablando.

Productora de “Cultura en Movimiento”: Melisa Gómez Galeano. Operación técnica de Radio Libertad: Héctor Komisarski. Originalmente publicado en MisionesCultural.

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