Posadas | Ladrones entraron a una casa con intenciones de robar una garrafa y se llevaron al gato: la familia ofrece recompensa para recuperarlo

Una familia del Barrio posadeño de Acaraguá sufrió el pasado viernes un episodio de inseguridad en su casa. Dos personas ingresaron a la vivienda con la intención de robarse una garrafa, pero al ver el intento frustrado, se terminaron llevando a Stitch, el gato de la familia.

Ana Paula Comes, propietaria de la casa, contó que el hecho ocurrió mientras ella estaba trabajando y se enteró mediante una llamada telefónica de su marido, quien le dijo que el sereno había logrado detener a uno de los delincuentes. “Uno de ellos se encontraba de campana en el terreno baldío de al lado, y otro entró por el balcón”, contó.

El ladrón que entró a la casa puso su vista en una garrafa, una plancha, y un taladro hasta que su compañero alertó la presencia de un sereno en la zona. A raíz de esto el hombre abandonó los objetos que planeaba robar y tomó una bolsa de color beige donde logró meter algunas zapatillas y al gato de la familia dentro de ella y prosiguiendo a tirarla desde un balcón. Habiendo bajado, agarró la bolsa y ambos se dieron a la fuga, según relató Comes.

Después de varias cuadras, sin embargo, uno de ellos fue reducido por el sereno, que fue asistido por algunos vecinos de Misionerita, un barrio circundante. La otra persona cargaba consigo un machete, que usó para esquivar los avances de los vecinos y continuar su escape. El gato no pudo ser recuperado: según su dueña, lo habrían descartado en un terreno grande cercano a la casa, y hasta ahora permanece desaparecido.

“Todo ese día y al otro día buscamos al gato y no lo encontramos. Lo único que encontramos fue la gorra de uno de los ladrones”, afirmó Comes. La teoría de la familia es que el ladrón que logró escaparse volvió al lugar del hecho para recuperar la bolsa que contenía al gato. “Por lo que me dijeron los vecinos del barrio de él, logró venderlo”, comentó.

Ahora, lo único que desea Comes es volver a ver a su mascota: “La persona que lo compró, le pido de corazón que me lo devuelva. Yo le doy la recompensa, pero que me lo devuelva”, expresó, adjudicándole un gran valor sentimental al gato persa, cuya especie se comercializa a precios elevados. “Vieron que era algo fácil y que valía plata. Lo habrá vendido por monedas”, agregó.

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El gato, llamado Stitch, es blanco, de ojos celestes, y no está castrado. “Lo que más me duele es que no está con su familia”, sostuvo su dueña. Stitch come un alimento especial, y requiere de cuidados excepcionales dada su raza y delicadeza. No tenía ningún collar o signo identificatorio, a excepción por una pequeña alergia que su dueña le había observado en la cola días antes del incidente. “Es un gato que tiene muchas alergias, con cualquier cosa le agarra alergia”, contó.

Stitch llegó a la vida de su dueña y de su familia hace cinco años, en la forma de un obsequio. “Fue un regalo importante, porque lo tuve de bebé”, reflexionó Comes, quien admitió no interesarse por las cosas materiales. “No es la primera vez que entran a robar, es la segunda”, dijo, refiriéndose a un hecho sucedido hace dos semanas. Aunque Comes perdió objetos producto del robo, no le interesa recuperarlos ya que su atención está enfocada en Stitch. “Lo material vuelve, pero mi gato no”, afirmó.

Durante el robo anterior, los perpetradores ingresaron a la vivienda por una ventana, apartando los hierros de seguridad y causando desorden en el interior. Ante esta situación, Comes consideró posible que ambos incidentes estén relacionados. “En la segunda vez se avivó, subió el muro, y entró por arriba. Como la ventana de arriba se abre fácil, entró”, explicó. Al enterarse del primer incidente, tanto Comes como su esposo se mostraron aliviados porque Stitch no fue robado. La segunda vez resultó ser diferente.

Las cámaras de seguridad instaladas en la vivienda dotan un poco de claridad a la investigación. La familia de Comes y ella también recorrieron el barrio en busca de testimonios y filmaciones hechas por los sistemas de seguridad de los vecinos. “Algunos colaboraron y se ve perfectamente el rostro de los dos”, indicó Comes. A partir de lo sucedido, ahora la casa siempre está cuidada por alguien. “Más cuando estoy con mi bebé. Viene una persona a cuidarla y está con nosotros”, añadió.

Quienes hayan visto a Stitch, o posean algún tipo de información que consideren útil, pueden contactarse con Comes enviando un mensaje o llamando a su número, 376 511-0103, o bien enviándole un mensaje a su perfil de Instagram o Facebook: @paulacomes. “Les pido por favor que me ayuden, porque es un gato que tiene un valor sentimental enorme. Lo tengo hace cinco años”, aseveró.

Hablándole a la persona que compró a Stitch, Comes pidió que repiense su adquisición. “Le pido a esa persona que sabe que ese gato es robado que lo devuelva, porque lo compró a una persona que está en el ambiente delictivo. Se sabe que ese gato es robado, y le pido de corazón que me lo devuelva. No es por el tema económico, sino que tiene un valor sentimental. Lo cuidé como a un hijo”, explicó, ofreciéndose a devolver la cantidad de dinero gastado en su compra ilegal. “Él tiene sus cuidados y lo estoy curando”, finalizó la damnificada.

Robaron un gato en Posadas

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