Vivero de la Selva | 20 años fomentando el conocimiento y uso de los árboles nativos

Poniendo énfasis en el arbolado urbano y su disposición en las casas o residencias particulares, el Vivero de la Selva apuesta a difundir, preservar y reproducir especies nativas de la Selva Paranaense.

A cargo de la bióloga Paula Bertolini, el Vivero de la Selva que produce especies frutales y de uso ornamental, difunde su valor dentro del ecosistema y promueve su uso en el paisaje urbano y rural.

“Estamos en una región de la mayor biodiversidad del país y muchas veces no conocemos lo nuestro. El objetivo de este vivero que produce poca cantidad de varias especies reside en la importancia de conservar la biodiversidad más allá de las áreas protegidas o reservas. Esto nos da salud, alegría y felicidad que experimentamos al ver las plantas nativas como atraen otros seres vivos como insectos, mariposas y pájaros”, explicó Bertolini.

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Vivero de la Selva
La bióloga Paula Bertolini dirige el Vivero de la Selva donde hace más de 20 años, se educa, preserva y promueve el uso de especies nativas de la selva paranaense.

El vivero que está registrado por el Ministerio de Ecología de Misiones como sitio de producción de especies nativas con cuidado en el origen de las semillas, se ubica en Posadas y si bien no es rentable, se mantiene. Es que la apuesta va más allá y reside en la posibilidad de formar parte de la red de conservación de las especies arbóreas de la zona.

“Tenemos árboles madre que están en tierra y generan frutos. Esos frutos los usamos para seguir cultivando, por ejemplo, nos especializamos en frutales nativos, hay entre 10 y 15 especies distintas, hay muchas más en Misiones, pero producimos esas, entre ellas ubajay, pitanga, araticú, guabiroba, evaporiti, coquito San Juan, hay varias especies que producimos y la gente le gusta mucho”, añadió.

El espacio forma parte de la Red de Viveros de Plantas Nativas de Argentina (REVINA) y es uno de los tantos que se dedican a este tipo de producción en Misiones.

Crece la conciencia y la demanda

Bertolini indicó que cada vez más empresas viales, constructoras y municipios adquieren y necesitan especies nativas porque hay una conciencia y una demanda mundial de tener lo propio de cada lugar y preservar la biodiversidad.

En ese marco explicó que un plantín de aproximadamente 30 centímetros de alto puede rondar los 400 pesos y que en otros casos como por ejemplo una planta que se utilizan para la forestación urbana, de al menos un metro de altura- se vende a un promedio de 2 mil pesos.

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“Los clientes son de la provincia y también de otras como Corrientes o Santa Fe. Otros son fanáticos y tratan de tener especies arbóreas de todas partes del país. También empresas y municipios están produciendo sus propios viveros y necesitan para reemplazar la forestación actual por nativas”, sostuvo Bertolini.

La especialista brindó algunos consejos para quienes deseen adquirir una especie nativa o buscan plantar un árbol en su propiedad. La clave sin dudas es la planificación.

“Siempre antes de plantar un árbol hay que asesorarse y en eso hay amplia variedad de ornamentales o frutales que son ideales para los jardines, que son medianos y no causan mayores inconvenientes”, añadió. Entre los más buscados e incluso recomendados enumeró la pitanga entre los frutales o el mburucuyá como enredaderas o arbustos, o también el sipomilombre.

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En este sentido plantar un árbol forma parte de una de esas cosas que hay que hacer en la vida, si es nativo mejor y como plus quien lo haga tendrá la posibilidad de aportar a la producción de aire puro y ser testigos de la interacción con la avifauna autóctona.

Semanas atrás se conformó la Red Verde de viveros de árboles nativos para recuperar el bosque misionero. Ricardo Barrios Arrechea, Agostina Le Vraux, Beatriz Eibl y Angelina Fediuk son los impulsores de la Red Verde, que buscará la creación de pequeños viveros de árboles nativos en las chacras de productores de Misiones. El objetivo es recuperar la pérdida de la fuente de oxígeno y vida más importante del planeta, los árboles.

El proyecto impulsa a instituciones y empresas a convertirse en patrocinadores para que faciliten la entrega de kits de plantines a los productores y puedan incorporarlos a sus chacras. La idea es que una vez listos los plantines, estos puedan ser plantados en la propia chacra, en alrededores o ser entregados a escuelas e instituciones.

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