Previo a la Navidad, el párroco Alberto Barros habló acerca del daño psicológico que causó la pandemia durante casi 2 años

En un escenario próximo a las fiestas de Navidad y fin de año el párroco Alberto Barros enfatizó en que la pandemia ha dejado un impacto negativo psicológico y emocional en la sociedad, y señaló que llevará tiempo recuperar la tranquilidad, el buen ánimo y el temor de salir a la calle.

 

Alberto Barros explicó que “todavía en la Argentina no hemos medido suficientemente el impacto negativo y doloroso que significó este tiempo en cuanto a miedos, inseguridades y el temor que ha dejado atravesar la enfermedad, perder familiares, y escuelas cerradas a mucha gente”.

En referencia al 65% de pobreza en niños en el país, según la Universidad Católica Argentina (UCA), el Padre remarcó que es una “dolorosa situación que debería golpearnos mucho a todos los argentinos”, y que es una responsabilidad comunitaria.

Este martes la UCA presentó un informe el cual dio a conocer que el 43,8% de los argentinos se encontraba bajo la línea de la pobreza hacia octubre último, mientras que el 65% de los chicos permanecía en esa condición. Al comprender estos datos, Barros expuso que “es muy duro, semejante cantidad de chicos que empiezan su infancia dolidos, heridos con la situación de la pobreza que implica dificultades para avanzar con el colegio y problemas de salud y uno se imagina que pasará con esta generación de niños de acá a diez años”.

Ante las múltiples situaciones de dolor que se vivieron en la Argentina entre el 2020 y 2021 expresó que “venimos de tiempos complejos con muchas situaciones dolorosas y creo que la navidad nos invita a renovar nuestra fe en Jesucristo, y es una fiesta que nos renueva también en la esperanza”.

Con la esperanza de que se presenten tiempos mejores, luego de la pandemia por coronavirus que dejó muchas pérdidas familiares, el padre Alberto señaló que es bueno reunirse como sociedad.

Por otro lado, se recuperaron al 100% las celebraciones religiosas. Los bautismos, misas y casamientos se pueden realizar con mayor capacidad de grupos de personas, con el cumplimiento del protocolo de sanidad vigente que implica colocarse alcohol antes de ingresar al templo y el uso del tapabocas. Según el párroco, luego de transitar los tiempos pandémicos mucha gente nueva se ha incorporado a las iglesias como parte de reflexión.

A su vez, existe la opción de presenciar las misas por la televisión o la radio para aquellas personas que por algún motivo particular no puedan concurrir.

 

 

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