“Yo cometí el homicidio pero no fui el ideólogo”, dijo Pensotti, condenado a prisión perpetua por el asesinato del taxista Amarilla en Posadas

Fernando Axel Pensotti (23) fue condenado esta mañana por el Tribunal Penal 2 de Posadas a la pena de prisión perpetua por ser penalmente responsable del delito de homicidio triplemente agravado del taxista Carlos Alberto Amarilla.

asesinato del taxista amarilla

Esta mañana, en el Tribunal Penal 2 de Posadas, se llevó a cabo la cuarta audiencia del juicio oral y público que ventila el expediente por el homicidio del taxista Carlos Alberto Amarilla. La pena de prisión perpetua fue solicitada por la Fiscal Adriana Herbociani, titular de la Fiscalía de Instrucción Tres de Posadas.

 

En la cuarta y última jornada del debate, tanto la defensa como la fiscalía expusieron los alegatos finales y, solicitaron penas totalmente dispares. El Tribunal Penal compuesto por los Magistrados Carlos Giménez -presidente-, Gregorio Busse y César Yaya, se inclinaron por el pedido de la fiscal Herbociani y sentenciaron al acusado a la pena de prisión perpetua.

 

Alegatos finales

 

En primer lugar, la primera en exponer sus alegatos fue la fiscal Adriana Herbociani, quien participó de la etapa de instrucción y mantuvo su postura en todas las etapas del proceso. Solicitó la pena de prisión perpetua por el delito de homicidio agravado por alevosía, criminis causa, uso de arma de fuego y participación de un menor.

 

La profesional comenzó su relato dando su versión de los hechos, basándose en las pruebas recolectadas desde la epata de instrucción. “Alrededor de las 21.45 (31 de marzo de 2017), Fernando Pensotti y Wilson D.S. suben al vehículo” en inmediaciones a la terminal de ómnibus de la Avenida Santa Catalina de Posadas.

 

Según las pruebas recolectadas y los testigos cercanos al hecho, el imputado subió en el asiento trasero del automóvil, mientras que Wilson D.S –  en ese entonces menor de edad – se sentó en el lugar del acompañante. Le solicitaron a Amarilla que emprenda viaje hacia la Avenida Cocomarola y calle 210.

 

Al llegar al lugar, en un sector cercano a la usina de EMSA en el barrio Giovinazzo del sur posadeño, los jóvenes le solicitan que detenga la marcha del auto y, según la fiscalía, Pensotti le dispara directamente a la cabeza. “Se verificó que la pistola era semiautomática marca Versa calibre 22 y, se encontraba apta para el disparo. Amarilla pierde la vida al instante”.

 

Siguió explicando que con convicción en grado de certeza, esa conducta fue la que puso fin a la vida del taxista. “Formaba parte de un grupo de trabajadores honestos, se podía distinguir hasta como se encontraba vestido al momento del asesinato. Era una persona de bien”.

 

Tanto la declaración de la médica Beatriz Alegre como la de Walter Erickson, fueron coincidentes al momento de recordar la forma y situación en la que se encontraba el cuerpo sin vida de la víctima, es decir sin signos de violencia, lo cual hacia fuerte el pedido de la agravante por alevosía, debido a que Amarilla no tuve la oportunidad de defenderse, siendo ultimado por los jóvenes.

 

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El Tribunal Penal compuesto por los Magistrados Carlos Giménez -presidente-, Gregorio Busse y César Yaya.

 

La fiscal trajo a colación que, al momento del hallazgo del cuerpo, según testigos presenciales del crimen, los dos botones de arriba de la camisa del taxista se encontraban desprendidos pero la misma dentro del pantalón y, el resto de la vestimenta completamente en perfecto estado. “Fueron al lugar con la intención de matar a esta persona”.

 

La causa de la muerte fue violenta, causó un traumatismo de cráneo que no tenía regreso y, provocó el deceso del hombre en pocos segundos. La fiscalía, sostuvo en todo momento que Amarilla fue ultimado por Pensotti. “Dio muerte a una persona para cometer otro delito”, refiriéndose al robo. En cuanto al arma homicida, es encontrada en un lugar cercano, había sido tirada o enterrada por el acusado y ahora condenado.

 

“Existió una muerte que fue utilizada para robar”

 

En cuanto a Wilson Maximiliano D.S. nacido el 22 de abril del 2001, se tiene verificado que no llega a debate por ser inimputable, debido a su minoría de edad al momento del asesinato del taxista. Pensotti residía junto al menor, eran compañeros de trabajo y, el condenado aportaba un dinero para el alquiler.

 

Volviendo a la noche del crimen, Herbociani resaltó que “Amarilla tuvo una actitud paternal, se preocupo por saber donde vivían estos chicos pero en cambio, los mismos tenían intenciones de sustraer y desapoderar pero no les importo que estaba la vida de una persona entre medio”.

 

Desde la fiscalía sostuvieron en todo momento que el robo se consumo, fue el mismo Pensotti que en aquella declaración indagatoria ante el Juzgado de Instrucción dijo que el taxista tenia encima $2000 aquella noche y que con Wilson, se pusieron de acuerdo en llevarle ese dinero a la madre de este último, como una ayuda para comprar alimentos. “La mujer del taxista dijo que era un hombre trabajador, siempre llevaba plata, siempre tenía un poco de más. Da a la fiscalía la certeza de que el tenia dinero ese día. Galeano (ex compañero de Amarilla) también decía que el taxista tenia siempre plata, era una persona fuera de serie, siempre fue bueno y nunca vivió una situación de violencia”.

 

Esa noche, Carlos Amarilla no tuvo derecho de defensa. Según las pesquisas del caso y en palabras de la fiscal, la intención era desapoderar y lo hicieron.

 

Terminando su exposición, la fiscalía solicitó la pena de prisión perpetua para él – en ese momento – imputado, ello por encontrarlo penalmente responsable por el delito de homicidio agravado con criminis causa, alevosía, uso de arma de fuego y participación de un menor. “Criminis causa porque es una situación agravada de matar a otro, distinta al dolo de matar. Existió una muerte que fue utilizada para robar”, explicó Herbociani.

 

La vida fue utilizada como medio para realizar un desapoderamiento, se vulneró el bien protegido que es la vida. “El Artículo 165 del Código Penal, hace referencia a una muerte accidental, no querida. En este caso no ocurrió de esa manera, el robo no está agravado, sino que se agrava la muerte de la persona”.

 

En cuanto a la agravante por alevosía, la letrada manifestó que en ese caso fue una muerte sin riesgo para Pensotti. El haberlo llevado a ese lugar, desprovisto de luces y circulación fue para que no haya riesgo para el imputado – ahora condenado-.

 

Trajo a manifiesto la testimonial de la pareja de Wilson D.S., Ana María Sanabria. “Una mujer se sintió amedrantada, su rostro quedó rojo y se le cortó la voz, estaba amenazada por quien era el amigo de su pareja, amenaza de que no podía hablar y contar lo que estaba pasando, queda acreditado que Pensotti fue quien la amenazó”.

 

Desde la Fiscalía se solicitó la pena de prisión perpetua por las agravantes mencionadas anteriormente, accesorios legales y costas.

 

“Pido justicia por la sociedad misionera debido al grado de inseguridad que estamos teniendo”, cerró así su alegato final la fiscal Adriana Herbociani.

 

“No hay dudas de que el homicidio se produce porque el taxista Amarilla llegó a tomar el arma”

 

En segundo turno, el defensor oficial Miguel Ángel Varela expuso sus alegatos finales refiriéndose siempre al homicidio en ocasión de robo, citando al artículo 165 del Código Penal Argentino.

 

Comenzó relatando los hechos desde su posición, siendo coincidentes en esto si con la Fiscalía. El viaje comenzó en cercanías a la terminal de ómnibus, los jóvenes indicaron con la mano a Amarilla para que se detengan y así poder impartir el viaje. Al momento de llegar a cercanías de la usina de EMSA – lugar donde se cometió el homicidio – los jóvenes solicitaron al taxista que detenga su marcha.

 

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El defensor oficial Miguel Ángel Varela y el secretario judicial Walter Bogado

 

“El taxista advierte una actitud extraña y les dice me van a pagar el viaje, no me van a robar y traba la puerta. Pensotti con un pie afuera y Wilson con el cuerpo adentro del auto, Pensotti le dice nosotros nos vamos. Amarilla da un manotazo hacia atrás con su mano derecho y tironean el arma y forcejean. El taxista alcanza a tomar el arma y tira para adelante y Pensotti tratando de escapar y que no le saque la pistola, se dispara la misma. Se asustan y salen del lugar. No es de suma relevancia si esconden o tiran el arma”.

 

Hizo hincapié en la postura de la fiscalía en cuanto al estado de la ropa de la víctima, que según indicaron los testigos, todo estaba en su lugar. “La fiscalía insistió con la rotura en la ropa y eso es irrelevante, es innecesario que se produzca una rotura en la ropa”.

 

Denunció que aparentemente hubo una modificación o alteración de la posición del cuerpo de la víctima y que eso lo detectó la médica que llegó en primer lugar. “En una foto estaba caído y en la otra no. Hubo una alteración de la posición del cuerpo al momento de sacar las fotos”.

 

Su estrategia se basaba en desacreditar los dichos de los testigos, resaltando algunas contradicciones entre los relatos de los médicos Beatriz Alegre y Antonio Galuppo. “El doctor Galuppo dijo que el disparo no fue cercano, pero no se hizo examen. Los dos profesionales se contradicen, uno dice que el disparo fue de cerca y el otro no. No se hizo el examen para saber si el taxista tenia restos de pólvora en las manos”. Expresó con seguridad que “No queda dudas de que se produjo esto porque el taxista Amarilla llego a tomar el arma”.

 

Luego prosiguió con el resto de los testigos. Walter Erickson no recordaba con exactitud la forma en la que se hallaba el automóvil, es decir si habían o no papeles tirados y en caso de ser así, donde estaban los mismos. El testigo Mario Franco menciona que la billetera estaba en la guantera e intacta, como si nadie la había tocado. “La señora Rodríguez (esposa de la victima) dice que no le entregaron dinero, pero en el expediente consta que se incautaron 320 pesos. Todos coincidían que llevaba cambio para darle a sus pasajeros y además, era su primer viaje esa noche”. Había billetes de veinte, diez, cinco y dos pesos respectivamente. Al día de hoy, ronda los 1300 y 1500 pesos.

 

Hizo mención al testimonio de la pareja de Wilson, Ana María Sanabria. “En cuando a la pareja de Wilson, discierno con la fiscalía. La fiscal le preguntó por quien se sentía amenazada, pero en ningún momento dijo que era por Pensotti. No tenía voz pero no era porque le tenía miedo a Pensotti. Se sentía amenazada por los taxistas que circulaban en forma extraña por el barrio. Tampoco se había podido acercar a la Comisaria a verlo a Wilson porque los taxistas se movilizaban afuera”. Estos últimos comentarios los había realizado la pareja de Wilson D.S. al momento de brindar su declaración testimonial el pasado martes.

 

“Wilson no se comportaba como un menor, tenia pareja y estaba esperando un hijo”

 

La hipótesis de muerte en ocasión de robo fue defendida en todo momento por el defensor oficial. Según él, el disparo se produjo por la mano de Amarilla en el arma. Fue un homicidio, pero accidental. “Estamos convencidos de que Pensotti va a recibir una condena, pero lo controvertido es saber si va a aplicar lo que dice la fiscal o la defensa”.

 

Se refirió a la situación del menor que acompañaba al ahora condenado aquella fatídica noche del 31 de marzo del 2017. En cuanto a la agravante del homicidio por la participación de un menor expuso, “La ley prevé esa agravante fundamentalmente pensando en la utilización del menor para lograr la impunidad, y esto es usado por los mayores con los menores para que puedan meterse por una ventana a robar, no quedar pegado y lograr la impunidad”.

 

Lee también: Primer y segunda audiencia del debate oral y público que ventila el expediente por el homicidio del taxista Carlos Amarilla

 

Lo que sí es cierto, Fernando Pensotti desde el primer momento, es decir en su declaración indagatoria ante el Juzgado de Instrucción que llevaba la causa, se declaraba culpable por el homicidio cometido, pero restaba esclarecer la razón por la cual decidió apretar el gatillo aquella noche. “Nunca tuvo en su cabeza la impunidad. No intentó lograrla por medio del menor”.

 

Después, fue contundente en sus dichos “Wilson no se comportaba como un menor, tenia pareja y estaba esperando un hijo. Participa de la idea de subirse al taxi y no pagar. No tenían en la cabeza un robo sino una estafa, querían llegar al lugar y salir a correr”. Con estas alegaciones, el letrado buscaba eliminar la pena que prevé el artículo 80 del Código Penal y el criminis causa. “No hubo alevosía porque Amarilla se defiende y eso provoca su muerte”.

 

Cerró sus alegatos refiriéndose a la pena que según su entender se merecía su defendido. Haciendo referencia al artículo 165 del Código Penal Argentino que reza “se impondrá reclusión o prisión de diez a veinticinco años, si con motivo u ocasión del robo resultare un homicidio”.

 

asesinato del taxista amarilla
Pensotti tomó la palabra y dijo «Yo cometí el homicidio pero no fui el ideólogo»

 

“Con todo el desenlace es difícil hablar de travesura pero fue una avivada. Pido que se aplique el 165 del código, fue un homicidio pero en ocasión de robo”.

 

Solicitó la pena de 10 años de prisión sin aplicación de ningún agravante.

 

Veredicto final

 

Al cerrar la etapa de alegatos finales, se le concedió la palabra al imputado Fernando Pensotti, quien decidió cambiar su postura de permanecer en silencio y dijo “Yo cometí el homicidio pero no fui el ideólogo. Estoy dispuesto a pagar la condena hasta el último día”.

 

Fernando Axel Pensotti (23) fue condenado a la pena de prisión perpetua por el delito de homicidio triplemente agravado por uso de arma de fuego, alevosía y participación de un menor de edad.

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