Ampliaron las condenas a los ex guardiacárceles, Cuenca y Gómez por torturas en la prisión federal Candelaria

Los guardiacárceles cometieron todo tipo de vejámenes –entre octubre de 1976 y  marzo de 1977- a presos políticos, en la Unidad Penal 17 del Servicio Penitenciario Federal,  hechos por los cuales ya habían sido condenados en el 2009.

 

El Tribunal Federal de Posadas amplió las condenas a los ex jefes de guardia de la prisión del Servicio Penitenciario Federal 17 de Candelaria, José María Cuenca y Rubén Alberto “El Lobo” Gómez, al ser hallados culpables como autores penalmente responsables del delito de “tormentos agravados” en seis y cuatro hechos denunciados respectivamente.

 

Los guardiacárceles cometieron  todo tipo de vejámenes –entre octubre de 1976 y  marzo de 1977- a presos políticos, en la Unidad Penal 17 del Servicio Penitenciario Federal,  hechos por los cuales ya habían sido condenados en el 2009.

 

Ayer el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Posadas, integrado  por los camaristas subrogantes de Corrientes, Víctor Antonio Alonso y Fermín Amado Ceroleni, y de Resistencia, Chaco, Juan Manuel Iglesias, sumaron cinco años más de prisión para Cuenca y cuatro años y seis meses más para Gómez.

 

De esta manera se unificaron las condenas y el ex guardiacárcel Cuenca deberá completar una pena de 23 años de prisión, en tanto que Gómez deberá llegar a los 25 años de reclusión.

Ampliaron las condenas a los ex guardiacárceles de la UP-17 de Candelaria, Cuenca y Gómez.

 

En el juicio de ayer, Cuenca se lo declaró culpable en seis de los ocho nuevos hechos en los que fue denunciado; a su vez a Gómez, se le sumaron cuatro hechos, bajo la figura de “autor penal responsable del delito de tormentos agravados”.

 

 

La acusación fue formulada por la Fiscal del Tribunal Federal de Posadas, Vivian Andrea Barbosa, y los acusados fueron representados por la defensora oficial Susana Criado. La querella estuvo representada por el abogado del Ministerio de Derechos Humanos de Misiones, Juan Bautista Martínez.

 

Durante una extensa jornada de debate ayer martes, varios testigos –denunciantes- revivieron las largas noches de tormentos, golpizas y humillaciones, que sufrieron durante sus encarcelamientos en la Unidad Penal Federal 17 de Candelaria.

 

Los acusados declararon vía online desde la cárcel y la sala de audiencias de la calle Félix de Azara, casi Catamarca de Posadas.

Cabe recordar que José María Cuenca, fue condenado en el 2009 por once casos de torturas físicas y psíquicas.

 

Esteban Cartago Lozina, ex funcionario político, abogado y docente universitario, fue uno de los testigos que declaró ante el Tribunal Federal ayer. “Desde el primer día nos golpearon para ablandarnos. Fue cruel y trágica la estadía allí. El ‘Lobo’ Gómez tenía una cadena con una argolla en la punta. Con eso nos destrozaban. Cuenca me obligaba a hacer flexiones de brazos desnudo y con bastón largo me apoyaba la punta en el ano. No alcanzó a penetrarme por la transpiración o no sé por qué. Me decían que mis familiares ya habían muerto todos y me daban la dirección de cada uno de ellos. No cumplieron órdenes de obediencia debida, cumplieron sus órdenes de crueldad”, fueron parte del crudo testimonio que  relató en la sala de audiencias.

 

Además de Lozina; declararon, Ricardo Ortellado , Pedro Ávalos y Héctor Escobar y revivieron también el horror que vivieron en sus encarcelamientos. Escobar recordó los padecimientos vividos aquel tiempo: “’El Lobo’ Gómez me torturó, al menos seis veces y Cuenca en una ocasión”. “En una de esas noches me sacaron y simularon mi fusilamiento, dos veces lo hicieron. Primero me torturaban, me golpeaban. Una de estas simulaciones fue como en las películas, dijeron que me juzgaron por subversivo y me hicieron redactar una carta de despedida a mi familia. Después golpeado, me arrodillaron frente al mástil, con los ojos vendados y uno de ellos dio la orden ‘preparen, apunten, fuego’. Gatillaron pero no salieron balas, abrieron un matafuegos y me rociaron con el gas y polvo. Era el desprecio absoluto conmigo, total falta de respeto por la vida”.

 

“Me obligaron a escribir una carta, me dictaban que yo era el culpable de todo, que asumía que la dictadura era nuestra culpa”. “Durante las guardias de Gómez y Cuenca se torturaba. No queríamos que lleguen las noches que estaban ellos porque sabíamos que nos iban a golpear. Y si no nos golpeaban sufríamos por los gritos de los compañeros. La tortura psicológica era terrible”, concluyó Escobar.

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas