La reserva privada “La Pendiente” suma 1.600 hectáreas al sistema de áreas naturales protegidas de Misiones

"Llegamos a las 40 reservas privadas en la provincia que se incorporan para fortalecer la conservación de la biodiversidad de la selva misionera. Le agradezco a Edgar Kimmich y su hijo Dionel Kimmich por su gran aporte sumarse al sistema provincial con la Reserva Natural Privada La Pendiente, en Montecarlo”, expresó el ministro de Ecología de Misiones, Mario Vialey.  

 

 

Esta nueva propiedad en conservación voluntaria hace más de 40 años se incorpora al Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas de Misiones (SPANP). Este jueves firmaron un convenio con el  propietario. La Pendiente está lindante a la Reserva Privada Ita Curuzú –una de las nuevas propiedades incorporadas este año al sistema provincial de áreas protegidas- y juntas conforman el polo más importante de áreas protegidas de Montecarlo. “La verdad que me llena de alegría poder hacer semejante aporte, y que espero sea valorado por la comunidad”, expresó el ingeniero forestal Dionel Kimmich, en una entrevista con ArgentinaForestal.com.

 

La firma del convenio con el Ministerio de Ecología formaliza institucionalmente el compromiso ambiental con la incorporación de La Pendiente al SPANP que continúa con la política de fortalecer a través de “Alianzas Estratégicas” con el sector privado las áreas protegidas bajo planes de manejo, control y vigilancia. La categoría de Reserva Natural Privada es un compromiso entre ambas partes por un plazo mínimo de 20 años, donde el propietario se compromete a conservar el espacio y como contraparte la cartera ecológica se compromete a brindar apoyo técnico, asistir a la reserva con su cuerpo de guardaparques, y establece porcentajes de exenciones impositivas.

 

Mario Vialey, junto al propietario Edgar Kimmich y su hijo Dionel Kimmich, en la firma de convenio realizada el en el Ministerio de Ecología el jueves 26 de agosto de 2021.

 

La familia Kimmich es montecarlense, abuelos, padres y nietos  son nacidos en la localidad, a excepción de la abuela paterna que llegó con sólo 7 años de edad de Polonia y se radicó en Misiones. “Desde que tengo uso de razón mis abuelos me hablaban de la importancia de cuidar el suelo y el agua, tanto para la producción como para el cuidado de la selva”, explica Dionel, quien además es ingeniero forestal y propietario de la empresa de servicios forestales Albura SRL.

 

Sus abuelos trabajaban la chacra usando de siempre técnicas como plantación en curvas de nivel, coberturas verdes para el suelo, disminución del uso de implementos de roturación de suelo. “Ellos tuvieron siempre conceptos muy claros de economía circular, de cómo reciclar y reutilizar los recursos naturales y su relación con la comunidad. También sobre el cuidado de la fauna autóctona, ya que tengo recuerdos de mi infancia -cuando tenía 7 u 8 años- que nos ocupamos de dar de comer las frutas que sobraban a los animales de la selva como tatetos, tapires, monos, etcétera”, recuerda Dionel en la entrevista.

 

Paisaje de la selva misionera en la Reserva Natural Privada La Pendiente, en Montecarlo, Misiones.

 

Edgar Kimmich es el propietario de la reserva natural La Pendiente, pero además el verdadero artífice de todo el compromiso ambiental y productivo que supo transferir a sus hijos. Dionel se incorpora tiempo después en la gestión integral de la producción y el manejo de la selva, una vez recibido en Ingeniería Forestal.

 

“Mi padre es un hombre que toda su vida optimizó al máximo los recursos que tenía, toda su vida me habló de la importancia de cuidar el agua, las cuencas hídricas, las nacientes naturales de agua que hoy vemos en la reserva. Siempre me asombró el conocimiento que tenía identificando especies de árboles, es un observador nato de los ciclos biológicos que allí suceden. Muchas veces me cuenta comportamientos que él registra suceden en la selva, se podría decir que tiene el chip de producir optimizando todos los recursos, para poder conservar a lo máximo la flora y fauna nativa”, relata el profesional, exponiendo la genuina admiración que despierta su padre.

 

Sus abuelos ya han fallecido, pero su nieto no tiene dudas que “hoy estarían muy orgullosos” del logro de formalizar bajo la categoría de Reserva Natural Privada La Pendiente. “Ellos siempre me hablaban de cuidar el bosque para las futuras generaciones. Al igual que mi madre Felicita, ya que sin ella no se hubiera logrado nada de todo lo que alcanzamos, creo que en la familia hacemos un verdadero equipo”, valoró Dionel.

 

Plan de Manejo en la RNP La Pendiente, en Montecarlo, Misiones

 

El esfuerzo de los propietarios por conservar

La reserva siempre fue gestionada con Manejo Forestal de bajo  impacto, y en el marco de la Ley Prov. N°2.932 permite el aprovechamiento en equilibrio con la conservación, con un Plan de Manejo formal y sumando ideas de profesionales, la familia evalúa  cómo seguir manejando de la mejor manera el recurso natural.

“El momento que dio el puntapié final en la decisión de firmar un convenio para la declaración de “Reserva Privada” ante Ecología fue al momento en que incrementaron de manera onerosa las tasas municipales en Montecarlo. De un año para otro fue de un 300%, una historia para olvidar. Cuando esto sucedió, prácticamente no podíamos tener al día los impuestos de la propiedad. Hicimos un esfuerzo y resignamos muchos proyectos personales para mantener al día todos los impuestos municipales y provinciales para iniciar el trámite de Reserva Natural Privada, uno de los requisitos fundamentales para lograr el convenio y avanzar”, precisó el ingeniero.

En algún momento hasta implicó un riesgo económico tal para la familia Kimmich, que puso en duda poder seguir manteniendo la propiedad en área boscosa por la cantidad de costos fijos que generaba.

“La realidad es que en algún momento pensamos en vender parte de la propiedad, pero como nos gusta luchar contra la corriente, sugerí a la familia dar batalla y gestionar como reserva privada. De esta manera, empezar a visibilizar la importancia de que el Estado y la comunidad entienda que es un beneficio para todos, y también  que nosotros como propietarios tenemos el compromiso institucional de cuidar con nuestra vida de ser necesario este lugar”, expresó Dionel.

Paisajes forestales y productivos de la RNP La Pendiente

 

El valor ambiental de la reserva

La Pendiente tiene 1000 hectáreas de Selva Paranaense, de la ecorregión del Bosque Atlántico. En total, el predio de la familia Kimmich tiene 1.603.06 hectáreas con manejo productivo entre ganadería y plantaciones forestales, con más del 60% de la propiedad en conservación de la Selva Misionera.

 

Hace sólo cien años la selva misionera o paranaense se extendía por más de un millón de kilómetros cuadrados cubriendo ininterrumpidamente zonas dentro de los territorios de Paraguay, Brasil y Argentina. Pero hoy es uno de los ecosistemas más amenazados del mundo, la tala indiscriminada y la explotación de su fauna han reducido su superficie a sólo unos 54 mil kilómetros cuadrados, o sea 20 veces menos.

 

Las áreas de selva que permanecen hoy en día están en áreas muchas veces fragmentadas en islas verdes entre chacras, plantaciones de cultivos agrícolas y pinos, además de los caminos, ciudades en expansión que han crecido a la sombra de la explotación de la propia selva y de sus recursos, especialmente los árboles nativos.

 

Si bien este ecosistema fue reconocido por su gran diversidad de especies de flora y fauna, su principal característica es el alto porcentaje de especies endémicas, es decir, aquellas que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo.

Por estas razones, el Bosque Atlántico es considerado uno de los sitios de mayor importancia para la conservación de la biodiversidad a nivel global.

 

“La Pendiente fue creada con el objetivo  de investigación científica, conservación, restauración forestal y aprovechamiento de recursos maderables de árboles enfermos caídos o muertos. Sobre este último sentido tenemos un proyecto armado para la fabricación de muebles que con distintas tecnologías innovadoras que  podemos usar un 80% menos de manera nativa para su elaboración y mantener el aspecto y las texturas de la madera nativa”, relata el ingeniero Kimmich.

 

 

Por otra parte, a partir del convenio firmado con Ecología, los habilita a iniciar el Plan de Manejo integral. “Proyectos e ideas hay miles, pero el primer paso será concientizar a nuestros funcionarios y en general a la comunidad respecto al valor ambiental para la conservación de los bosques en el área. El actual ministro (Mario Vialey) y sus funcionarios son conscientes, pero no vemos aún que todos en la gestión del Estado lo sean. Principalmente en el municipio de Montecarlo donde nos llevó más de 4 años poder concretar los trámites para que la propiedad se destine a conservación. Muchos muros debimos saltar para llegar a esta Reserva que tiene un valor incalculable para mi familia”, explicó el profesional.

 

Con el acompañamiento de la ingeniera forestal Wilma Amarilla en Ecología, lograron avanzar en todos los trámites técnicos y administrativos ante Ecología, y ya tienen el primer Plan Operativo Anual (POA) aprobado. “Fue mejorar la supervivencia de renovales, mejorar los límites e infraestructura de la propiedad para monitorear mejor toda la superficie, realizamos un inventario exploratorio de flora y registro de la actividad de fauna”, detalló Dionel.

 

En tanto, entre algunos de los proyectos en el corto y mediano plazo, contemplan mejorar la cuenta hídrica, avanzar en la conexión de energía eléctrica y comunicación rural más rápida, para el control y vigilancia de la reserva privada en caso de intrusión, riesgos de incendios y monitoreo por cámara.

 

“Somos vecinos con la reserva privada Ita Curuzú, buena gente con quienes compartimos casi 3 km de límites. Y es una bendición de tenerlos como vecinos ya que sabemos de su compromiso con la conservación. En Ecologia nos manifestaron nuestras reservas juntas hacen el polo más importante de áreas protegidas de Montecarlo. La verdad que nos llena de alegría poder hacer semejante aporte, espero sea valorado”, expresó.

 

Entre el valor estratégico que tienen las propiedades es que resguardan la cuenca hídrica que es fuente de abastecimiento para el agua potable del municipio. “En La Pendiente tenemos muchos arroyos menores y nacientes que no tienen nombre, pero que nacen en nuestra reserva. Estos cursos de agua se unen a la cuenca del arroyo Itacuruzú que es donde la ciudad de Montecarlo toma el agua potable y el arroyo Horqueta es otro curso de agua muy importante”, precisó el ingeniero.

 

La sequía que se atraviesa en las grandes cuencas generó una merma de las nacientes, pero explicó que “hasta el momento no hemos tenido problemas graves de falta de agua. Esto se debe al beneficio de tener tanto monte nativo que protege el recurso”.

 

Protección de cursos de agua en la RNP La Pendiente, en Montecarlo, Misiones

 

Gestión forestal para conservación y producción eficiente

En recurrente el debate, y muy vigente en Misiones, por el cuidado que se pretende de la conservación de la biodiversidad y encontrar un equilibrio entre producción y conservación. ¿Esto es posible lograrlo?. “Sí, La Pendiente es un ejemplo”, responde Dionel.

 

“Nos falta mucho aún por mejorar, pero estamos en el camino de la innovación y gestión forestal. La convivencia entre la producción y la conservación es posible solo cuando se aplica conocimiento científico y tecnología, y se tiene en claro el funcionamiento del ecosistema”, agregó el ingeniero.

 

El objetivo más importante a lograr es la optimación de los recursos, por ejemplo en el área que está destinada a producción , hay que lograr el mayor provecho al intensificar practicas, pero hay que revisar a su vez cada practica para ver si indirectamente no se está afectando al recurso que queremos proteger. “Si podría resumirse en una ecuación sería: conocimiento más perseverancia, el resultado es equilibrio entre producción y conservación”, fue la fórmula compartida por el profesional.

 

En este sentido, el lema en La Pendiente es: «Producir con eficiencia para conservar». La familia Kimmich resume así la filosofía de su emprendimiento y su compromiso ambiental hacia dónde apuntan en el futuro. “La verdad es que no sabemos si es el camino correcto para nuestro ecosistema, pero podemos ver resultados de 40 años de trabajo en el área y sobre todo podemos medirlos. Y eso hace que en cualquier debate sobre el tema tengamos argumentos sólidos para aportar a la construcción de una mejor idea”, concluyó el ingeniero forestal.

 

 

Por Patricia Escobar

@argentinaforest

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