César Daniel Tizato | Un asesinato sin resolverse, un ADN “sin dueño” y una familia destruida en San José

César Daniel Tizato era un adolescente de la Localidad de San José, más precisamente del barrio Pindapoy. El 30 de agosto pasado salió a “cazar” junto con su vecino Richard Cristaldo, un mes después apareció sin vida en un campo privado del barrio en cuestión.

 


Nueve meses después de hallar el cuerpo sin vida del jovencito de 15 años, la causa no tiene un detenido, ni siquiera un sospechoso por el brutal asesinato cometido en la Localidad de San José.

 

 

Misiones Online dialogó con la madre de Daniel Tizato, Mariza Da Rosa y, con el padrastro del jovencito, Valdair De Escobar, quienes tienen presente el recuerdo de su niño, a quien nunca olvidaran y siempre recordaron como lo que fue “un muchachito de un gran corazón”.

 

“Daniel era un gurí muy obediente, uno hablaba y él se callaba. Yo siempre le aconsejaba y le pedía que tenga cuidado, que no le dé confianza a gente extraña” comenzó diciendo el padrastro, quien crió al adolescente desde que era prácticamente un bebé.

 

Los adolescentes, a veces tienden a ser un tanto desobedientes, pero Daniel era todo lo contrario, un jovencito obediente, estudioso y humilde. Sus pasatiempos eran los más sencillos, le gustaba jugar a la pelota y tenía un particular amor por su bicicleta. “Era muy confianzudo, le gustaba jugar a la pelota y le encantaba andar en bicicleta. La gurisada le invitaba a tomar fernet pero él decía que no porque yo me iba a dar cuenta”.

 

César Daniel Tizato

 

La familia vivió un tiempo en la ciudad de las Cataratas, pero decidieron mudarse hacia la Localidad de San José, por temor al mundo de las drogas. “Yo tenía miedo porque nosotros venimos de Iguazú, ahí hay mucha droga, tenía miedo de que caiga en eso en algún momento, lo cuidaba en todo momento”.

 

Un asesinato sin resolverse

César Daniel Tizato fue visto con vida por última vez el 30 de agosto pasado. El jovencito salió de su vivienda en el barrio Pindapoy aproximadamente a las 10 de la mañana, acompañado de su vecino, Richard Cristaldo. En horas de la siesta, el hombre regresó sólo, con el relato de que Tizato se habría quedado con unos extraños.

 

Daniel el 29 de agosto a la noche me dijo que iba a salir con un amigo al otro día, que iba a ir a buscar un yuyo en el monte. Al otro día se levanto temprano, se alistó, vino el hombre y salieron. A las 3, 4 de la tarde volvió el hombre sólo”.

 

Los  padres conocían bien a su hijo, era un niño que se daba con todos, pero que nunca iba a preocuparlos. El padrastro relató “Yo salí a hacer unas cositas y cuando llego me entero que Richard volvió solo, que supuestamente Daniel se había quedado en el monte con otras personas, que iban a irse a pescar. A mí me pareció raro porque Daniel nunca nos deja preocupados, él no iba a quedarse con otras personas o irse a otro lado sin antes avisarnos”.

 

“Daniel no sabía casar, solo le gustaba andar en bicicleta y jugar pelota. Los amigos ponían cigarrillo en la boca pero él nunca. A veces cuando el llegaba yo le olía el aliento para ver si no me estaba mintiendo, pero el siempre hacia caso”.

 

El 30 de agosto Daniel salió de su casa y jamás regresó. Desesperada fue la búsqueda del jovencito los días posteriores.

 

César Daniel Tizato
 El momento del hallazgo del cuerpo sin vida de César Daniel Tizato.

 

Un mes después lo encontraron, estaba en un arroyo dentro de la propiedad privada del barrio Pindapoy. Lo hallaron con piedras en los bolsillos. El niño fue violado y perforado en el estómago con un arma blanca. “Anduve siete días caminando por acá buscando a mi hijo. Hasta el último día estuve en el campo buscándolo a Daniel. Sufrí mucho. A él lo violaron, lo golpearon y después lo tiraron en el arroyo”.

 

 

Un ADN “sin dueño”

El principal sospechoso del crimen de César Daniel Tizato sigue siendo el vecino que vive a exactamente cinco viviendas de la casa de la familia de la víctima. Richard Cristaldo, lo llevó al jovencito el pasado 30 de agosto a “cazar” al campo privado “La rosita”, dentro del barrio Pindapoy.

 

En horas de la tarde, Cristaldo vuelve solo, con una excusa absurda según los padres del joven Daniel. “Nosotros hace 3 años vivimos acá, Cristaldo vino y en tres meses paso eso. Dos semanas antes Cristaldo había quedado en ir a pescar con mi sobrino, pero él se durmió. Él estaba buscando algo, yo me pongo a pensar que lo llevo ahí porque es propiedad privada. Un tiempo atrás encontraron también a una persona muerta en ese lugar y no saben de dónde viene y, eso nos lastima a nosotros porque el tipo llevo una criatura y vino y nos dijo que Daniel se quedó con otras personas”.

 

El adolescente de 15 años no tenía contacto directo con su vecino, pero si era “compinche” de sus hijas. Daniel era amigo de todos, un chico sin maldad, inocente, pero lo malo era la confianza que daba a personas extrañas. “Daniel se daba con las guainas de Richard, el tipo nunca me pidió permiso para llevarle a Daniel”.

 

Richard Cristaldo, fue detenido el pasado viernes 2 de octubre, inmediatamente tras ser hallado el cuerpo sin vida del adolescente flotando boca abajo en una laguna del campo “La Rosita”. El informe preliminar de la autopsia al cuerpo del adolescente indicó que “el deceso fue por causa violenta, por herida cortante y penetrante en la región hemitórax izquierdo”.

 

Un mes después lo encontraron, estaba en un arroyo, lo encontraron con piedras en los bolsillos, le perforaron en el estómago y, fue violado. Lo golpearon y después lo tiraron en el arroyo” indicó la familia de Tizato.

 

“Cristaldo culpó a otra persona, estuvo preso unos días y lo largaron. No sabemos porque dio ese nombre, pero puso un abogado y salió”.

 

El hombre fue liberado pasados tres meses de su detención. La principal pista eran dos pelos que fueron hallados en el cadáver, que dio un patrón genético que no corresponde al de Tizato, por lo que se tomó muestras al imputado y tampoco coincidieron con el ADN de su acompañante de caza.

 

Tras la liberación de Richard Cristaldo, hasta ese entonces único detenido en la causa, la Justicia de Apóstoles ordenó la detención de un joven en calidad de sospechoso. Rubén Telmo Piñeiro, de 28 años, la persona que había sido señalado por Cristaldo como integrante del grupo con el que siguió cazando Tizato en el campo “La Rosita”.

 

Pasados dos días de su detención, Piñeiro fue liberado  por “falta de mérito” y la causa desde ese entonces se quedó sin detenidos. El magistrado dispuso de esta medida, tras recibir el informe del análisis de ADN cotejados entre la víctima y el detenido. Los exámenes dieran negativo, por lo cual el juez Faría dictó “la falta de mérito” al sospechoso y ordenó su liberación, lo mismo habría ocurrió días atrás con Richard Cristaldo, que también fue excarcelado. Igualmente, ambos se encuentran ligados a la causa.

 

Valdair De Escobar expresó “A mí me echaron la culpa de la desaparición de Daniel, decían que yo me drogaba junto con él. Fue algo que me sorprendió, cuando el salió con el tipo yo estaba acostado pero me levante y le dije a Richard que no vayan para allá porque era peligroso y el no me hizo caso”.

 

Como yo fui el que más me moví me quisieron callar, anduve en Posadas y por todos lados, anduve 7 días caminando por acá buscando a mi hijo. Hasta lo último estuve en el campo buscándolo a Daniel. Sufrí mucho”.

 

 

Cristaldo, el principal apuntado por la familia de César Daniel Tizato

Según relataron los padres de Tizato, Cristaldo tenía una actitud sospechosa desde el primer día que llego al barrio. “Cristaldo estuvo 3 meses preso. A nosotros nos duele que la ley no nos ampare porque somos gente humilde”.

 

César Daniel Tizato

                                                                        Richard Cristaldo

 

Desde el día de la desaparición de Daniel, los padres cuidan a sus hijos más que nunca, por miedo a su vecino. “Cuidamos a la gurisada más que nunca, no queremos que le pase algo igual a ninguno. Nos están abandonando, no tenemos la fuerza para competir contra Cristaldo, él es un hombre grande tiene que darse cuenta que no puede llevarse a un menor a una propiedad privada”.

 

Expresaron “este tipo es un violento, le puso una escopeta en la boca a un amigo, es consciente de lo que hace. De día le llevo a mi hijo”.

 

Valdair está seguro y confirma que Cristaldo tiene algo que ver con la muerte de su hijo. No sabe si lo mató exactamente, pero no le quedan dudas de que algo sabe. “Él buscaba una familia humilde para hacerle algún daño, porque sabe que no tenemos las condiciones para contratar un abogado”.

 

“Cristaldo nos dio una dirección que fue supuestamente el último lugar donde lo vio a Daniel, pero era imposible porque en el horario en el que fueron había gente trabajando y los iban a ver pasar, había algo raro”.

 

La  familia del joven Tizato asegura que su vecino desde ese día siguió su vida como si nada. “Tomando, haciendo sus quilombos, una vida normal como si no hubiera pasado nada. El no se acerco nunca a preguntarnos como estábamos”.

 

Me quieren poner como un transa, que le debía a alguien, que lo mataron a Daniel como venganza porque yo debía plata. Pero si es así, Cristaldo sería el cabecilla, pero no tiene sentido. Yo fui consumidor, pero siempre tuve mi changuita, nunca me dedique a robar. Cristaldo decía que Daniel salió golpeado desde mi casa y eso la policía tomo como prueba, pero no era real, yo nunca le toque un pelo a mi hijo. Me quieren culpar a mí, los del Juzgado me echan la culpa porque lo deje a mi hijo solo”.

 

“La causa se encuentra sin responsables, pero Cristaldo es el mayor responsable”.

 

Una familia destruida

La muerte de un ser querido es el dolor más profundo que una persona puede sentir, pero el asesinato de un hijo es un puñal en el corazón, una herida que por más que pase el tiempo no se cierra, con la cual hay que aprender a convivir hasta el último día. Pero los padres tienen que mostrarse fuertes, no decaer frente a sus hijos, aunque por dentro estén completamente destruidos.

 

César Daniel Tizato

                  Mariza Da Rosa y Valdair De Escobar

 

Son nueve los hermanitos de César Daniel Tizato, cinco de sangre y cuatro de corazón. La familia vivió un tiempo largo en Puerto Iguazú, decidieron mudarse a la Localidad de San José para vivir tranquilos, alejados de las tentaciones de la droga, contó Valdair. “Nosotros vivimos 3 años en Iguazú, pero vi que no era un lugar bueno para nosotros, porque a mí el vicio me atraía mucho, entonces quiero estar mejor y por eso vinimos para acá”.

 

Los chicos no entienden del todo que paso con su hermanito, porque un día salió y jamás regresó, pero es algo que lo van a ir sabiendo a medida que pasen los años. “Mis hijos preguntaron mucho por Daniel, la más chiquita decía que Daniel se fue para allá y murió, ven la policía y se asustan. Por error a mi me detuvieron y la mas chiquita dijo Dani muerto y papi preso, por eso cada vez que yo salgo ella se asusta pensando en que no voy a volver”.

 

“Justicia” es el pedido de la familia de la víctima, pero además, saber que fue exactamente lo que paso ese día, quien pudo ser el autor de esa brutal golpiza, abuso y asesinato a un jovencito de 15 años, con toda una vida por delante. “Nosotros no tenemos ni un papel sobre esto, los del forense nunca se acercaron para comentarnos algo. No tuvimos acceso a la autopsia, ni sabemos en qué quedo lo del ADN. No nos dan noticias”.

 

Desde el juzgado que atiende la causa, citaron a Mariza Da Rosa a brindar declaración, por una aparente denuncia por violencia de género por parte de su pareja.” Aparecieron con una citación para mí, diciendo que yo le había denunciado a mi marido, porque había muchas violaciones y violencia en casa, pero era todo mentira, no sabemos de donde salieron esas mentiras. Mi marido nunca golpeó a mis chicos. Nunca hice una denuncia. No me presente en el Juzgado, y nunca más nos jodieron. Nos quieren ver a nosotros destruidos, echarle la culpa a mi marido por lo que paso”.

 

 

La Justicia divina

La familia de César Daniel Tizato es fiel a Dios, creyentes desde los pies a la cabeza, son consientes de que “el creador” les va a dar esa paz interna que necesitan, esa fuerza para poder seguir adelante. Para ello necesitan saber lo que paso ese fatídico 30 de agosto, encontrar al violador y asesino de su pequeño “Dani”. No confían del todo en la Justicia en la tierra, pero están convencidos que los tiempos de Dios son perfectos. Él los va a ayudar a salir adelante. “Dios nos va a dar justicia. Yo tengo rastros de milagros”, expresó Valdair.

 

La conciencia tranquila es lo más importante. Yo viví siempre de mi changa, nunca le hice mal a nadie. Yo sé lo que es mío y lo que es ajeno. Es doloroso lo que nos hacen. Si quieren venir a buscarme a mí van a estar equivocados, Dios desde arriba nos va a ayudar, creemos en la justicia divina. No vamos a hacer una maldad, nos criamos con la fe”.

 

 

El recuerdo de Daniel

César Daniel Tizato era un joven de 15 años, con toda una vida por delante. Con muchos amigos y sueños por cumplir. Un hijo que nunca daba problemas a sus padres, siempre pedía permiso y, si se equivocaba, el perdón nunca faltaba.

 

El recuerdo queda grabado en la memoria, la voz de su hijo cuando llegaba de la escuela, las travesuras que compartía con su familia a la hora del almuerzo, el beso y el abrazo de buenas noches a sus padres antes de acostarse, nunca quedarán en el olvido.“Uno nunca se va a olvidar de esto, a veces queremos no pensar en eso, pero es imposible, es muy profundo y violento lo que le hicieron”.

 

“Dani era un chico humilde. Se lo extraña mucho en la hora del almuerzo. El crio de chiquito a su perrito, que también lo extraña. Nosotros ya no tenemos más fuerza, estamos destruidos. Era un chico inocente, se daba con todos, era bien bueno. Tenía muchos amigos. Le daba la mano a todos, de corazón lo hacía, nunca le intereso la plata”.

 

“La plata dura poco y el recuerdo queda por siempre en la memoria” cerraron Mariza Da Rosa y Valdair De Escobar.

 

 

 

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