Análisis semanal: Otro tropiezo para el Mercosur y un avance para la vacunación

La disfuncional familia del Mercosur se reunió para celebrar sus 30 años de existencia. En consonancia con las nulas expectativas de arribar a algo parecido a un entendimiento que permitiera al bloque avanzar en alguna dirección, se había acordado una videoconferencia de tono más bien protocolar, sin más ambición que la de conmemorar la fecha. Aun así, la fiesta terminó en escándalo.

 

El presidente uruguayo Luis Lacalle Pou encendió la mecha del cohete al calificar al bloque regional como un “lastre” para el desarrollo de la economía de su país y su par argentino Alberto Fernández agregó un barril de pólvora al invitar al uruguayo a “bajarse del barco” para evitar viajar con sobrepeso.

 

Más allá del encontronazo entre dos presidentes con ideologías opuestas, la cumbre celebrada el viernes dejó al descubierto las profundas diferencias entre los países miembros a la hora de evaluar el futuro del bloque.

 

Mientras Brasil, Uruguay y Paraguay pretenden “flexibilizar” (eufemismo que equivale a debilitar o directamente a eliminar) al Mercosur para posibilitar acuerdos bilaterales entre los países que lo integran y terceras naciones, Argentina considera conveniente mantener las barreras en alto para proteger a la industria local de las importaciones de países más competitivos.

 

En el medio de la disputa está el Arancel Externo Común que los países miembro están obligados a cobrar a las importaciones extrazona, una suerte de cerco perimetral que protege la industria local, pero que, a falta de convenios de comercio con otros bloques, también entorpece la salida de exportaciones.

 

Más allá del innegable componente ideológico que se pone en juego cada vez que se discute proteccionismo versus libre mercado, lo central pasa por los intereses particulares de cada país.

 

Históricamente los socios menores del bloque, Paraguay y Uruguay, reclaman una mayor apertura. El proteccionismo no les resulta conveniente básicamente porque sus industrias están menos desarrolladas que las de Argentina y Brasil y por lo tanto tienen menos para proteger.

 

Por otra parte, los demás países del bloque no son mercados particularmente atractivos para su oferta exportadora, mayoritariamente compuesta por productos de la agroindustria que también producen Brasil y Argentina. A modo de ejemplo, la participación de Brasil en las exportaciones uruguayas cayó de 24% a 14% en los últimos diez años.

 

Lacalle Pou está convencido de que tal como funciona actualmente, el Mercosur representa para Uruguay más pérdida que ganancia y mira con interés a China, un mercado cada vez más demandante de los productos de la tierra de Artigas.

 

La novedad en la región es que a partir de la asunción de Jair Bolsonaro, Brasil también procura debilitar al Mercosur porque entiende que una mayor apertura comercial le permitiría a su industria insertarse en las cadenas de valor de escala global. Eso lo llevó a reiterar el viernes su planteo de una rebaja en el arancel común.

 

En ese contexto, Argentina defiende en solitario el sostenimiento del status quo. El presidente Alberto Fernández asegura que no se opone a avanzar en una flexibilización que lleve a una mayor apertura, y así se lo hizo saber a sus pares, pero entiende que este sería el momento menos indicado para hacerlo.

 

La economía argentina es la que está en peor estado, salvo honrosas excepciones su industria está lejos de ser competitiva y nada indica que eso vaya a cambiar en el mediano plazo.

 

En esas condiciones, el Gobierno nacional ve en un Mercosur más cerrado la posibilidad de acceder a una suerte de mercado interno ampliado que se ajusta mejor al enfoque mercado internista al que apuesta para recuperar al destruido aparato productivo nacional.

 

A favor de la posición argentina obra el reglamento que determina que cualquier cambio dentro del bloque debe ser acordado por unanimidad. Sin embargo el viernes Bolsonaro se encargó de advertir que ningún presidente debería aprovecharse de esa condición para ejercer el poder de veto sobre los demás socios.

 

Para Argentina el riesgo de tensar demasiado la cuerda es que podría precipitar el rompimiento del Mercosur, lo que representaría una catástrofe para sus intereses. De allí que la bravuconada que Alberto le dedicó a Lacalle Pou podría resultar contraproducente en caso de que el uruguayo efectivamente decidiera “bajarse del barco”.

 

Vacunas por millones

 

En medio de rebrotes de coronavirus en distintas ciudades del país que llevaron a la cifra total de contagios diarios cerca de los niveles más altos, se agilizó la llegada de vacunas y se confirmó que arribarán más dosis en las próximas semanas.

 

Las 1.170.000 dosis de la vacuna Sputnik V y las 218.000 del Fondo Covax que llegaron en los últimos siete días, las 580.000 de Astrazeceneca que deberían estar en suelo argentino en los primeros días de abril y las 3 millones de dosis de Sinopharm que llegarán antes de fin de mes, le permitirán al Gobierno darle un mayor volumen al operativo de vacunación.

 

Además se confirmó que en los próximos dos meses llegarán alrededor de 4,5 millones de dosis de la vacuna de Astra Zeneca: 900 mil a lo largo de abril y 3,5 millones en mayo, que se sumarán a los envíos de la rusa Sputnik V que seguirán entrando al país de acuerdo a la capacidad de producción del laboratorio que las fabrica.

 

El incremento de la disponibilidad del insumo fundamental, sumado a la decisión adoptada por el ministerio de Salud de la Nación y refrendada por las 24 provincias de diferir la aplicación de las segundas dosis, permitirá avanzar mucho más rápidamente en la cobertura de la población de riesgo antes de la llegada de la segunda ola.

 

Sin medidas restrictivas

 

A pesar del incremento en la cantidad de casos registrado en diferentes puntos del país el Gobierno nacional se muestra reticente a volver a aplicar medidas que restrinjan la circulación de las personas o la actividad en comercios y fábricas. A lo sumo evaluarían un retroceso a fases anteriores de la cuarentena en lugares muy focalizados donde la situación sanitaria se desmadre.

 

Más allá de lo que puedan indicar las curvas de contagio, lo que muestra la calle es que la sociedad no está dispuesta a volver al encierro, tampoco la economía lo soportaría. En ese contexto, imponer más restricciones no tendría ningún efecto sanitario porque la gente no las acataría, pero sí impactaría negativamente en la economía. Mucho para perder y casi nada por ganar.

 

Aún países que están soportando segundas o terceras olas de contagios con cifras mucho más preocupantes que las de Argentina, no consiguieron llevar adelante con éxito un retroceso a las medidas de confinamiento social. La canciller alemana Angela Merkel dispuso a inicios de esta semana un endurecimiento en la cuarentena en aquel país, pero pocos días más tarde debió dar marcha atrás, reconocer el error y pedir disculpas.

 

“Un error debe llamarse error y, sobre todo, debe corregirse y, si es posible, a tiempo. Sé que esta propuesta ha causado una incertidumbre adicional, lo lamento profundamente y por ello pido el perdón de todos los ciudadanos”, declaró la líder alemana.

 

En provincias como Misiones, donde la situación epidemiológica se mantiene estable desde hace más de tres meses y el sistema de salud conserva un amplio margen de capacidad de respuesta, resulta todavía menos probable y recomendable la posibilidad de endurecer las medidas de distanciamiento social, algo que por otra parte no ocurrió nunca desde que inició la pandemia.

 

A pesar de esa realidad, desde Juntos por el Cambio salieron a exigir la suspensión de las elecciones provinciales previstas para el 6 de junio por el supuesto riesgo de contagio que conllevarían.

 

Llamativamente no llegaron a la misma conclusión respecto a Jujuy, donde el gobernador radical Gerardo Morales convocó a elecciones a realizarse el 27 de junio. Pareciera que las elecciones representan un menor riesgo epidemiológico si las convoca un gobernador de Juntos por el Cambio.

 

Desde el Gobierno provincial aseguran que la convocatoria a elecciones se formuló  teniendo en cuenta la experiencia recogida en distintos países del mundo que demuestra que la realización de comicios con los protocolos de bioseguridad correspondientes, no representa un incremento en el riesgo epidemiológico, más todavía en sociedades que ya recuperaron la mayoría de sus actividades.

 

Con los comercios, bares y restaurantes funcionando a pleno, las escuelas dando clases presenciales, los hoteles y alojamientos recibiendo turistas todos los fines de semana y el transporte público cumpliendo su función con normalidad, resulta absurdo pensar que el desarrollo de elecciones, para las cuales se previeron las medidas necesarias para evitar aglomeraciones, aumente el riesgo de contagio.

 

Encuentro renovador

 

El jueves por la tarde el Frente Renovador reunió a dirigentes y funcionarios en el Centro del Conocimiento con el objetivo de bajar a la tropa los ejes centrales de la campaña de cara a junio. Humildad, esfuerzo y predisposición a ofrecer soluciones fueron los conceptos más reiterados

 

El conductor del espacio, Carlos Rovira, exhortó a los suyos a no separarse un milímetro del eje de la política pensada como un servicio público. “¿En qué puedo ayudar?, ¿Qué puedo hacer por vos? Esas preguntas deben salir siempre de la boca de los funcionarios, no solo en época electoral”, les recordó. A la par de que lanzó el slogan: “Primero Misiones, cuidemos a los misioneros” al que calificó como “una consigna inclusiva más allá de todo tipo de bandería política”.

 

Fue una invocación a la concordia, a unir a todos los integrantes de la familia sin diferenciación.

 

En tanto que el gobernador Oscar Herrera Ahuad reiteró un pedido que había hecho en otro momento: “ningún funcionario debe responder ‘esa no es mi área’. Cuando un vecino pide alguna solución se la debe dar, sin importar si corresponde a otro organismo, porque el vecino no sabe eso. El vecino ve un funcionario y le pide soluciones a sus problemas y tenemos que dárselas”, arengó.

 

El cónclave buscó profundizar la alta gestión y la actividad intensa en todos los aspectos: salud, economía, educación, seguridad. Se destacó la intensa campaña de vacunación en los 77 municipios y el crecimiento de la infraestructura hospitalaria que este año se verá reforzada con la inauguración de una docena de hospitales, aumentando 50% la capacidad de internación y llegando a casi 100% si se contabiliza la cantidad de hospitales que se inauguraron el año pasado.

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