Tras 16 años y medio preso, Ricardo “Kolyno” Jara emprende la difícil misión de reinsertarse en la sociedad

Ricardo Omar “Kolyno” Jara (40 años), fue condenado prisión perpetua –junto a Cristina Vázquez y Cecilia Rojas- por el crimen de la jubilada posadeña, Ersélide Dávalos (79 años), ocurrido en su vivienda del barrio Palomar de Posadas en el 2001. Hoy, 20 años del hecho, recibe a Misiones Online en su casa y cuenta la difícil tarea que representa reinsertarse en la sociedad para alguien que estuvo en prisión.

 

Los acusados fueron condenados a prisión perpetua en el 2010. Luego de permanecer presos más de una década con condena, la Corte Suprema de la Nación ordenó revisar la sentencia y los tres acusados salieron en libertad. Los tres fueron detenidos además y liberados varias veces, mientras se instruyó el largo y emblemático proceso judicial. En total, Ricardo Jara, estuvo 16 años y medio preso, entre el Penal de Loreto y comisarías.

 

kolyno, busca reinsertarse en la sociedad

«Kolyno» Jara junto a su madre.

 

“Kolyno” Jara obtuvo una “excarcelación extraordinaria” de parte del Superior Tribunal de Justicia (STJ-Misiones) el 14 de septiembre del año pasado, tras declararse en huelga de hambre, pero sigue ligado al proceso judicial todavía y reclama su exoneración total.

 

 

El hombre hoy tiene 40 años y pugna por insertarse nuevamente en la sociedad, con los antecedentes judiciales que posee. En diálogo con Misiones Online, habló sobre su situación y su búsqueda por una nueva oportunidad en la sociedad. “Al salir nadie te da una mano, no hay un programa de reinserción. Hice unas changas, así estoy estirando. No es fácil después de tantos años, pero tengo todas las fuerzas de vivir, tengo a mi familia que me acompaña incondicionalmente. Doy gracias a que salí vivo”

 

Su pedido es hacia el máximo tribunal de Justicia a nivel provincial, esperando a que lo absuelvan definitivamente, porque según afirma: “me tienen en el aire”.

 

Después de tantos años presos, al salir en libertad se encontró con un mundo distinto, pero se mostró con ganas de salir adelante y poder superar los malos momentos que vivió y dejar atrás su vida anterior.

 

 

Quisiera que Gobernación me dé un trabajo, porque me lo merezco. Me robaron muchos años, perdí mi dignidad, no pude hacer una vida. Al salir me encontré con que las cosas están muy caras, la plata no vale lo mismo”, fue su reclamo.

 

El reinsertarse en la sociedad para un ex reo no es una tarea fácil. “Kolyno” hizo hincapié a que al salir de la cárcel el nombre de una persona queda manchado: “Sos fulano de tal, estuviste detenido por tal cosa y la sociedad te discrimina”, manifestó.

 

 

No obstante ello,  expresó sus ganas de salir adelante y reinsertarse en la sociedad, dejar atrás la parte de su vida, la cual lo llevo a estar preso durante muchos años. “De acá para adelante, siempre derecho, nada de caer en cosas raras”, aseguró.

 

 

Primeramente estuvo detenido en el Correccional de Menores, luego estuvo en libertad un tiempo hasta que nuevamente lo volvieron a detener. “Yo en ningún momento nunca corrí”, dijo. Fue detenido nuevamente, esta vez alojado en la Alcaidía de Prevenidos, ubicada en ese tiempo en el Parque Paraguayo. El mismo proceso se volvió a repetir, lo soltaron un tiempo y nuevamente lo detuvieron, pero con la diferencia que esta sería la definitiva. “De ahí no salí mas”, afirmó, en referencia  a su condena,  hasta que obtuvo la libertad el 14 de septiembre del 2020.

 

 

Estuvo todos estos años en el Penal de Loreto y recordó su paso por el presidio. “La mayor parte de mi condena estuve en el módulo de abajo, nunca me subían al B porque decían que no tenía una sentencia firme, por ello no podía gozar de ningún privilegio. 13 años estuve en el sector de abajo” comentó.

 

Manifestó que “a mí me soltaron porque una de las chicas (Cristina Vázquez) apareció muerta, porque ellos no le daban autoridad a mi persona, como que me tenían escondido. Todo el tiempo se hablaba de Cristina y Cecilia, yo no existía en la causa, pero seguía estando detenido. Se acordaron de mi cuando la chica apareció muerta”, remarcó.

 

 

Dijo que “antes de estar preso le ayudaba en el trabajo de construcción a mi padre, a veces salía a vender mercaderías. No pude terminar el colegio, tengo hasta séptimo grado nomás

 

Por último reiteró que su meta siempre fue salir adelante, desde el primer momento en el cual pisó el Penal de Loreto; “llegó el día en que salí, estoy muy feliz porque los encontré a mi papá y a mi mamá vivos. Estoy agradecido con la vida por tener a mis padres

 

 

JS/SH

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