En el año 1952, acróbatas suicidas visitaron y realizaron una presentación en las Cataratas del Iguazú 

Acróbatas suicidas brindaron un show. En los últimos días surgieron imágenes historias de las Cataratas del Iguazú, mientras espera la activación del turismo, los amantes de una de las siete maravillas naturales del mundo disfrutan de sus curiosidades. 

 

Días atrás, Alicia Segovia, escritora de Misiones posteó en sus redes sociales unas fotos y una reseña de lo que fue la curiosa visita de los acróbatas suicidas en Cataratas del Iguazú en el año 1952. La presentación que realizaron era para promocionar empresas cinematográficas y de publicidad.

 

Según consta la historia, la Compañía Circense alemanaDie Zugspitz Artisten” llegó al país para realizar una recorrida y muestra de sus maniobras por distintas provincias del territorio nacional.

 

Acróbatas suicidas

Acróbatas suicidas

 

El estreno de los acróbatas se realizó en el Obelisco porteño, donde sobre un cable tensado de acero caminaron a una altura de casi 70 metros, sin red de protección. En las redes sociales y en las distintas plataformas digitales se puede apreciar lo que fue ese día y de lo difícil que son.

 

En una parte del  trayecto se vendaron los ojos, haciendo equilibrio con una larga vara, finalizaron la presentación atravesando el cable con una motocicleta. El extraordinario espectáculo se desarrolló desde la cúspide del Obelisco a la terraza de un edificio cercano. Perón había contratado  a los acróbatas en el marco de los festejos de su segundo mandato”, relató Alicia Segovia en su cuenta de Facebook.

 

Luego de lo que fue su presentación en Buenos Aires,  Hilda Littig, Jupp Klein y Roland Rumler partieron hacia Posadas para luego viajar hasta Puerto Iguazú para realizar la exhibición que se llevó la mirada de los presentes.

 

Se tensó un cable de acero que salía desde el balcón del Paseo Inferior hasta el balcón del Salto Bosetti. Jugando con la muerte, repitieron la proeza sin red de protección, en medio de la exuberante naturaleza”, describió la escritora.

 

Según relata Alicia, Helida Littig acompañada de Jupp Klein y Ronald Rumler realizaron el espectáculo con la espléndida vista que regala las Cataratas del Iguazú. 

 

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El cable de acero que cruzaba el Paseo Inferior hasta el balcón del Salto Bosetti, Helida frenó su motocicleta y debajo de ella, separado del suelo, Klein y Rumler han puesto una escalera cuyo centro de apoyo era un trapecio.

Por su parte, Rumler, estuvo parado en un extremo de la escalera, mantenía el equilibrio en el extremo Jupp se contorsionada realizando sorprendentes acrobacias en una de las maravillas naturales del mundo.

 

 

 

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