Día Internacional de las Mujeres Rurales: Construir la resiliencia a raíz del COVID-19

El Día Internacional de las Mujeres Rurales, tiene como objetivo el reconocimiento al papel decisivo de la mujeres en el desarrollo, la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza.

 

El Día Internacional de las Mujeres Rurales fue establecido por la Organización de las Naciones Unidas en diciembre de 2007 y se observó por primera vez el 15 de octubre de 2008.

 

Las mujeres rurales son agentes clave para conseguir los cambios económicos, ambientales y sociales necesarios para el desarrollo sostenible pero su acceso limitado al crédito, la asistencia sanitaria y la educación se encuentra entre los muchos retos a los que se enfrentan.

 

La inestimable contribución de las mujeres rurales al desarrollo

 

Las mujeres rurales, quienes conforman una cuarta parte de la población mundial, trabajan como agricultoras, asalariadas y empresarias. Labran la tierra y plantan las semillas que alimentan naciones enteras. Además, garantizan la seguridad alimentaria de sus poblaciones y ayudan a preparar a sus comunidades frente al cambio climático.

 

Sin embargo, como señala ONU Mujeres, las campesinas sufren de manera desproporcionada los múltiples aspectos de la pobreza y pese a ser tan productivas y buenas gestoras como sus homólogos masculinos, no disponen del mismo acceso a la tierra, créditos, materiales agrícolas, mercados o cadenas de productos cultivados de alto valor. Tampoco disfrutan de un acceso equitativo a servicios públicos, como la educación y la asistencia sanitaria, ni a infraestructuras, como el agua y saneamiento.

 

Las barreras estructurales y las normas sociales discriminatorias continúan limitando el poder de las mujeres rurales en la participación política dentro de sus comunidades y hogares. Su labor es invisible y no remunerada, a pesar de que las tareas aumentan y se endurecen debido a la migración de los hombres. Mundialmente, con pocas excepciones, todos los indicadores de género y desarrollo muestran que las campesinas se encuentran en peores condiciones que los hombres del campo y que las mujeres urbanas.

 

Ilustración mujeres en un entorno rural

 

Construyendo la resiliencia de las mujeres rurales a raíz del COVID-19

 

Las mujeres y las niñas están en desventaja en esta pandemia, un problema que se agrava más aún en las zonas rurales. Las mujeres rurales ya enfrentaban, y se enfrentan, a batallas previas específicas en su vida diaria a pesar de sus roles clave en la agricultura, el suministro alimentario y la nutrición.

 

Ahora, desde el COVID-19 y las necesidades de salud únicas en áreas remotas, les es menos probable tener acceso a servicios de salud de calidad, medicamentos esenciales y vacunas. Las normas sociales restrictivas y los estereotipos de género también pueden limitar la capacidad de las mujeres rurales para acceder a los servicios de salud.

 

Además, muchas de ellas sufren de aislamiento, la difusión de información errónea y la falta de acceso a tecnologías críticas para mejorar su vida laboral y personal.

 

A pesar de todo ello, han estado al pie del cañón en la pandemia, incluso con un trabajo de cuidados del hogar no remunerado que ha ido en aumento.

 

Desde esta perspectiva, en las aldeas remotas, especialmente en las más marginadas, se necesitan medidas para aliviar la carga del cuidado y redistribuirla mejor entre mujeres y hombres. También es necesario abogar por servicios e infraestructuras básicas suficientes (agua, salud, electricidad, etc.) para apoyar el trabajo doméstico y de cuidados productivo y no remunerado de las mujeres, que se ve agravado por la crisis.

 

La pandemia también ha aumentado la vulnerabilidad de los derechos de las mujeres rurales a la tierra y los recursos. Las normas y prácticas discriminatorias de género impiden que las mujeres ejerzan los derechos sobre la tierra y la propiedad en la mayoría de los países y las viudas de COVID-19 corren el riesgo de ser desheredadas. La seguridad de la tenencia de la tierra de las mujeres también se ve amenazada a medida que los migrantes desempleados regresan a las comunidades rurales, lo que aumenta la presión sobre la tierra y los recursos y agrava las diferencias de género en la agricultura y la seguridad alimentaria.

 

Las inversiones con perspectiva de género en las zonas rurales nunca han sido más críticas. Es por ello que el tema de este Día Internacional de las Mujeres Rurales es «Construir la resiliencia de las mujeres rurales a raíz del COVID-19», para crear conciencia sobre las luchas de estas mujeres, sus necesidades y su rol fundamental y clave en nuestra sociedad.

 

Apicultora con equipo especial y un paisaje de colmenas al fondo
La apicultora y emprendedora Oralia Ruano Lima. | Foto: ONU Mujeres/Rosendo Quintos.

 

Fuente: un.org

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