¿Serás vos el próximo extraordinario?

Mi primer mentor me enseñó a soñar. Yo era apenas un joven de unos 20 años cuando me repetía una y otra vez, “soñar chico o soñar grande cuesta lo mismo, así que si vas a proyectar algo, que sea grande”.

Es una pena que ya no esté entre nosotros pues la vida le fue arrebatada en manos de un conductor alcoholizado, sin embargo, sus consejos marcaron mi vida y seguramente la de muchos otros jóvenes.

Esta es la base filosófica sobre la que quiero hablar esta semana: soñar en grande y a largo plazo.

 

Los grandes de Misiones

Pensamos en los grandes de nuestro presente, inmensas empresas que décadas atrás iniciaban su camino de manera sumamente precaria. Pensemos en profesionales que ahora son los mejores en su profesión  y que parecen tocados por una varita mágica, aunque son hijos de nuestras familias, de nuestros barrios, alumnos de nuestras escuelas.

Yo los veo y pienso: ¿Cómo lo hicieron? Cuántos años de trabajo, privaciones y  sacrificios invisibles. Ni siquiera ellos podrían contar todos los detalles de tan largo e intrincado que puede llegar a ser el camino al éxito.

Ni siquiera ellos podrían enumerar la cantidad de veces que se cayeron y se volvieron a levantar, la cantidad de veces que se desanimaron, la cantidad de veces que fueron traicionados,  ni la cantidad de veces que a pesar de todo, se levantaron cada mañana con ese inmenso sueño en mente y salieron a buscarlo hasta que al fin lo alcanzaron.

 

¿Serás vos el próximo?

 

Muchos de ellos arrancaron su construcción cuando yo ni siquiera había nacido, o tal vez era un niño, pero ellos ya estaban construyendo un imperio. No era un imperio aún, ni siquiera parecido para la vista de los demás, pero en su mente ellos lo veían, en su corazón su imperio ya era una realidad. Esa es la diferencia entre los que logran cosas extraordinarias y los que no.

Pero la pregunta que no puedo dejar de hacerme es ¿quiénes serán los próximos extraordinarios?¿Quiénes serán las grandes figuras, los grandes líderes que generarán empresas que darán trabajo a miles de misioneros en el año 2040, 2050, 2060?

Esos líderes se están formando ahora, esas empresas están naciendo ahora, esas mentes extraordinarias y esos talentos se están entrenando ahora, porque allí, en el campo de los sueños, el desarrollo personal  y la estrategia, los imperios ya son una realidad, aunque nosotros los veremos recién dentro de varias décadas.

 

Hablemos de la base y los materiales

 

Si fuese fácil ser  un talentoso extraordinario y poseer una gran empresa, realmente cualquiera podría, pero no es nada fácil ni nada matemático. Sin embargo, les propongo algunos aspectos para el debate, ustedes podrán sugerir otros.

Si bien cada camino es propio al igual que la circunstancias, hay algunos puntos en los que vamos a coincidir que no pueden fallar.

Por ejemplo, quien planifica un edificio de 200 pisos aunque comience construyendo uno, después otro y después otro, si en su visión están los 200 pisos, lo primero que debe hacer es una base y unos pilares que puedan resistir los 200. “Y este loco para qué estará haciendo semejante excavación”, se preguntará la gente. Y cuando pasen algunos años y solamente vayas por el piso 2, la gente dirá “para eso tantos pilares”. Pero bueno, ellos no ven lo que los líderes ven. Tampoco sirve explicar. Paciencia.

Otra cosa a tener en cuenta son los materiales con los que queremos construir, que sean apropiados para la construcción que soñamos. Se entiende que no hablo de ladrillos y cerámicas, sino de los libros que leemos, la gente con la que nos juntamos, las prioridades que definimos.

Ningún imperio se construye de un día para el otro, pero quién lo construye, mira cada día como único, cada detallecomo especial siendo consciente de que ellos pueden hacer una diferencia en su construcción final.

 

Obrero, técnico o arquitecto

 

Si uno va a una obra y le pregunta a un obrero qué está haciendo, posiblemente responda que está haciendo un alisado, o una instalación eléctrica.

Si se le pregunta a un técnico, tal vez en el mejor de los casos diga que están construyendo la planta baja de un centro comercial.

Pero si le preguntamos al arquitecto, nos va a decir que lo que está ante nuestros ojos, es el shopping temático más extraordinario delMercosur ubicado en la costanera de la ciudad de Posadas uniendo la capital provincial con Foz de Iguazú, Ciudad del Este y Encarnación en un triángulo comercial altamente estratégico para el comercio global. Aunque a simple vista tengamos unas estructuras y un montón de materiales desparramados por todo el predio.

Por supuesto que no está mal ser obrero o técnico, son roles necesarios, pero quien construye un imperio tiene que tener la mente de un arquitecto, tiene que tener la capacidad de ver la obra completa, aún, aunque todavía no sepa cómo lo va a hacer.

 

El día a día de los grandes

 

He entrevistado a muchos grandes, y he leído aún a más, y todos tienen características comunes. Todos son soñadores, ven lo que nadie más puede ver y lo ven a muy largo plazo. Planifican y son estratégicos. Todos son estudiosos, algunos son expertos leyendo libros, otros leyendo personas, otros circunstancias, escenarios sociales o políticos, pero todos tienen capacidad de leer, interpretar y ubicarse en un lugar conveniente.

Todos coinciden en que no es tanto talento sino trabajo, por eso no le temen al sacrificio y al trabajo duro. Son incomprensiblemente constantes e insistentes. Eligen muy bien a sus colaboradores. Cuidan su familia como su proyecto más importante. No dejan que el árbol les tape el bosque. Cuidan sus proyectos como a uno de sus hijos.

Son solidarios, tienen compromiso con la sociedad y la política, les interesa capacitarse y capacitar a su equipo.

La diferencia entre la mayoría de los extraordinarios y el resto de nosotros, no es paradójicamente nada extraordinario, la mayoría incluso provienen de orígenes aún más humildes y desprovistos de oportunidades de lo que podríamos imaginar.

Sin embargo, algunas pocas competencias de liderazgo, algunas pocas competencias de comunicación, de técnicas de equipo y organización, sumado a una visión a largo plazo, estrategia, trabajo y constancia, hicieron de estas personas lo que hoy miramos y admiramos.

¿Serás vos el próximo? Lo veremos recién en unas cuantas décadas.

 

*Sergio López. [email protected]

 

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