Reflexión del Pastor Guillermo: «Aprovechando espiritualmente la cuarentena»

“Saquen el mayor provecho de cada oportunidad en estos días malos” dice Efesios 5:16 (NTV). Y es que esta es una excelente oportunidad para poder meditar en nuestra vida cristiana, para que no sea tiempo perdido sino un tiempo de avance, de madurez espiritual y que podamos aprender y capitalizar espiritualmente este encierro.

¿CÓMO ESTAMOS DE LA ALEGRIA?

Romanos 12:15: “Alégrense con los que están alegres y lloren con los que lloran”.

Esta palabra nos trae luz en cuanto a la verdadera sanidad del alma. La cual es primeramente equilibrio entre ser personas alegres y también poder sentir tristeza en lo que merece ese sentimiento. Sería casi irresponsable y egoísta solamente reír sin tomar conciencia de la realidad, o sería destructivo llorar todo el día. En segundo lugar es pensar en los demás, y saber tener empatía con el prójimo.

Mateo 18:2-3 (NVI): “Él llamó a un niño y lo puso en medio de ellos. Entonces dijo: —Les aseguro que a menos que ustedes cambien y se vuelvan como niños, no entrarán en el reino de los cielos”.

Todos reímos, los adultos se ríen un promedio de 18 veces al día, mientras que los niños lo hacen 10 veces más. Si analizamos la perfecta Palabra de Jesús vemos que Él dice que tenemos que ser como niños en cuanto a la maldad. Es tal vez el pecado el que hace que nuestra risa sincera y alegría pura se apaguen. Es por esto que para estar en el reino de Dios vamos a tener que practicar más la sonrisa, más la alegría siendo esto expresión de nuestra fe en lo más profundo de nuestra personalidad.

¿QUÉ SIGNIFICA SENTIDO DEL HUMOR?

El sentido del humor es una actitud que nos permite enfrentar las diversas situaciones de la vida sin dejarnos atravesar por la derrota. Los que tienen humor sano, son capaces de endulzar los momentos más amargos de la vida. Se trata de una gran virtud y de un mecanismo útil, creado por Dios, útil para liberar el estrés y que levanta el sistema inmunitario.

El cristiano nunca debe compartir el pecado, por eso, el humor perverso nunca hay que compartir. Jesús era plenamente humano, aunque sin pecado, y ser humano significa tener sentido de humor. Por lo general tenemos una imagen de Cristo tan poco humano que nos cuesta imaginarlo con una sonrisa, mucho menos riéndose o diciendo algún chiste. Por eso no vemos lo mucho de humor que hay en los evangelios, o peor, tratamos de volverlo serio.

EL SENTIDO DEL HUMOR: ES UN REMEDIO AL ALCANCE DE TODOS

Los fariseos tienen actitudes de autosuficiencia, es por eso que tienen espíritu de crítica a los demás buscando la pajita en el ojo ajeno dejando su viga firme en su propio ojo. Debemos recordar que una manera de pecar contra el Espíritu Santo es precisamente el no querer reconocer la verdad sobre nosotros mismos, no reconocer nuestras propias debilidades y miserias ante Dios.

El sentido del humor cristiano nos permitirá apreciar las realidades humanas en su justa proporción, y esto nos posibilitará tener un mayor desapego hacia lo material y temporal, que repercutirá en una mayor libertad de corazón al no estar atados a lo que «hoy es y mañana desaparece». Gracias a la virtud del humor, las derrotas y los fracasos no se convierten en catástrofes aplastantes. La fe apoyada por el sentido del humor, nos puede llevar a una libertad que se traduce en una paz interior y alegría espiritual a prueba de cualquier drama.

Tomar las cosas con humor nos libera de sentirnos ofendidos y lastimados; porque el que no tiene sentido del humor es muy sensible y delicado a todo lo que le dicen. Por eso es imprescindible el sentido del humor como algo que nos liberará del mayor ídolo que tenemos: nuestro propio «yo».

Jesús nos llena de enseñanzas que sanan nuestro corazón y nos convierten en personas más alegres. Jesús no era frívolo, pero es claro que a menudo decía cosas bastante chistosas, por mucho que nos sorprenda eso. La forma especial del humor de Jesús era la ironía, algo así como las caricaturas, con la que nos hace pensar en alguna situación ridícula. Pensemos por ejemplo en la famosa frase de «pasar un camello por el ojo de una aguja» (Mateo 19:24) o esta otra: «echar perlas ante los puercos» _(Mateo 7:6), con lo que costaba encontrar una perla. ¿Y qué de este otro? _»Nadie prende una lámpara y la pone debajo de una canasta» (Mateo 5:15). ¡Qué gran tontería que sería eso! ¿Para qué prender una lámpara, sólo para esconderla? No sólo opacaría toda la luz de la lámpara, sino que correría un peligro serio de causar un incendio. Pero en la vida real, es igualmente ridícula nuestra conducta cuando, habiendo recibido de Cristo la luz de la vida, hacemos todo lo posible por esconderla. De qué sirve prender la linterna y ponerla en un cajón? Y piensen en esta figura cómica: los fariseos son «lobos vestidos de oveja» (Mateo 7:15).

Cuando el Espíritu Santo opera y se manifiesta con libertad, da como fruto la alegría. Haga un propósito en esta cuarentena, medite si en general es una persona triste o alegre y si tiene sentido del humor, y si no lo es acuda a Jesucristo para poder ser sano en el alma, porque por experiencia propia le digo las heridas nos llevan a ser negativos, mirando siempre el vaso medio vacío, sin poder ver la mitad llena que tenemos, nos enfoca en la parte mala de las cosas, y nos lleva a perder la sonrisa.

Cuando la humildad se une al amor, nace el humor. Asimismo, el sentido del humor se basa en la humildad: primero hay que observar la realidad tal y como es y luego observarse a uno mismo tal y como es. Esta condición previa de lucidez supone tener el valor de enfrentarse a los límites y las debilidades de uno mismo para poder también reírse de ellos. ¡Bienaventurados los que pueden reírse de sí mismos porque nunca terminarán de divertirse! La alegría de ser salvado y la alegría de saberse amado se consideran, con razón, como signos externos y síntomas de una fe viva.

El sentido del humor se basa en el amor, ya que se apoya en la buena voluntad hacia el prójimo. Es también lo que lo distingue de la burla, que van dirigidas en contra del prójimo. La burla es tan natural como lo es el pecado original, pero no el humor.

Meditemos entonces; ¿soy una persona de pocas sonrisas? ¿De demasiada seriedad? De muchas quejas, de críticas constantes hacia los demás?

SER AGRADECIDO ES UN ASPECTO DE LA ALEGRIA

Colosenses 4:2: “Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias”.

1 Tesalonicenses 5:16-18: “Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”.

Que Dios te bendiga, te guarde de todo mal y tengas una semana de completa victoria!

Pastor Guillermo Decena

Centro Familiar Cristiano Eldorado

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