#ActoDeAmor: le salvó la vida a su mamá donándole uno de sus riñones

Diana López no lo pensó dos veces. Cuando se enteró de que su mamá, Irene Espinoza requería un riñón para vivir, decidió entregarle uno suyo, quizá para recompensar en algo el amor y la dedicación que ella le dio en toda su vida. En el marco del día Mundial del Riñón, Diana e Irene conversaron con Misiones Online y animaron a más de uno a prevenir y tomar precauciones sobre las enfermedades renales.

 

En el 2017, la vida de Diana López e Irene Espinoza, hija y madre, respectivamente dio un giro radical.  En una entrevista en Misiones Online, nos cuentan la historia de cómo Diana pudo salvar a su mamá, donándole un riñón.

 

Recuerda que su mamá Irene era tan activa que no quería ir al médico. «Nada podía comer, todo vomitaba y tuve que sacarle turno y no iba, le saqué otro turno y recién fue», contó Diana.

 

Debido a sus malestares se dirigieron inicialmente al gastroenterólogo, sin embargo, el especialista al ver los exámenes la derivaron de emergencia a l departamento de nefrología donde determinaron la gravedad de su caso. “Los doctores decían que mi mamá se iba a morir”, contó López.

 

Sin embargo, Irene estaba incrédula sobre la noticia. «Ella pensó que no podía estar tan mal en su sistema renal y por eso se hizo un segundo exámen y allí la internaron de emergencia», dijo.

 

“Cuando me derivaron al nefrólogo no sabía si quiera de la existencia de ese especialista, el especialista me dijo que tenía insuficiencia renal crónica, me pondrían un catéter y me harían diálisis. El doctor decía que era cuestión de horas, así que todo fue de un momento a otro».

 

Cuando empezó su tratamiento de diálisis, todo fue un aprendizaje. “Desde el primer día todo fue un nuevo caminar. Debía enfrentar a psicólogos y entré a la lista de espera de donantes a los tres meses, porque mi situación era grave”.

 

En ese camino es que Diana insistía en ser la que done el riñón para salvar a su madre. “Yo le decía: no Diana. No, vos no te vas a exponer a esto. Yo ya viví, tú eres joven, pero ella estaba segura de su decisión y empezó a realizar todos los trámites».

 

Diana recordó que la psicóloga le pidió que espere seis meses porque pensó que la decisión que ella tenía era solo el impulso del momento para salvar a su mamá.

 

Durante ese tiempo, ingresaron a un mundo completamente nuevo para ellas.

 

«Yo pedí ser donante, pero no me dejaron, primero por mi edad, porque soy mujer y que si donaba ya no tendría hijos, pero yo quería salvar a mi mamá».

 

Irene recordó que al ver a su hija tan convencida decidió dejarla.

 

«Ver el mundo del diálisis es horrible y yo no quería que mi mamá esté así«, afirmó Diana.

 

Fue así que una semana antes del trasplante que le salvó la vida, Diana le informó a su madre la fecha.

 

Diana afirma que no se arrepiente de nada. Que volvería a donar lo que fuese con tal de que su madre tenga una mejor calidad de vida y lo logró.

 

Hoy Irene tiene una vida casi normal, con los cuidados necesarios en alimentación, al igual que Diana y buscan erradicar esos mitos en torno a la donación de órganos.

 

“Me van a matar a propósito para sacarme los órganos, yo pensaba así dentro de mi ignorancia hasta que me tocó tan de cerca y necesitar un trasplante «, contó Irene.

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