La Dirección de Recursos Forestales informó que hay frentes de distinta magnitud en todo el territorio correntino. El avión hidrante de la Provincia quedó inutilizable ayer martes para el combate del fuego por las ráfagas de 60 km/h.
La región NEA no escapa a la crítica situación general de otras zonas del país donde se registran focos de incendios, debido a la impericia humana, falta de conciencia ambiental y de conservacionismo, o por accidentes naturales.
La continuidad de días de prolongada sequía y los fuertes vientos, es el ambiente propicio para desencadenar focos de incendios que se multiplican en determinadas regiones y que sobrepasan las fuerzas humanas para combatirlos. Las lluvias son muy esperadas en las provincias para erradicar definitivamente los focos ígneos en algunos casos. Corrientes atraviesa un déficit hídrico importante y las consecuencias se multiplican principalmente en campos y zonas de forestación de la provincia.
Por segunda semana, el termómetro de la Dirección de Recursos Forestales registró “niveles extremos” en todo el territorio correntino en cuanto al seguimiento minucioso y diario que se hace ante la posibilidad de focos ígneos.
La falta de lluvias es por estas horas solo uno de los factores incidentes para que Corrientes sea una caldera. Ráfagas que ayer llegaron a los 60 km/h en algunos puntos y temperaturas que rozaron los 37 grados en gran parte de la provincia fueron los agregados para recrudecer la situación.
“Estamos realmente complicados y preocupados, los niveles sostenidos que venimos registrando, y en parte la falta de conciencia de algunas personas, dificultan mucho la situación” explicó a La República Roberto Rojas, ingeniero forestal y director de Recursos Forestales de la Provincia.
El inicio de la semana se presentó más complicada aún por los vientos y las elevadas temperaturas. “Hacemos un seguimiento diario con los cuarteles de toda la provincia y promediamos en los últimos días 250 focos entre grandes y chicos”, alertó Rojas, detallando un cuadro de situación cada vez más complejo.
En el mismo sentido, el titular de la Dirección dijo que los frentes no están centralizados solo en zonas forestadas, sino que “hoy por hoy, la situación es idéntica en toda la provincia; es decir que un campo de pasturas es tan propenso a un incendio como los es una zona forestada”.
Ayer martes el cuadro de situación recrudeció por el calor y el viento, y una forestación de Gobernador Virasoro registró un frente importante que dejó como saldo importantes pérdidas.
El martes “fue otra jornada complicada. Tuvimos un frente de magnitud en Virasoro que demandó la movilización de un equipo de trabajo importante. En la zona quedó afectada una importante forestación, y un cuadro de situación similar se presentó en Paso de los Libres, donde 20 hectáreas de pastizales se quemaron y obligaron a tareas para controlar el fuego durante casi todo el día”, detalló Rojas.
El avión hidrante es una herramienta fundamental para el control de frentes de magnitud, y, según reveló el titular de Recursos Forestales a este medio, ayer quedó inutilizable. “Contar con el avión habría sido de gran ayuda ayer con dos frentes de magnitud, pero se registraron ráfagas de hasta 60 km/h que nos impidieron poder hacer uso del mismo”.
A la espera de lluvias
Ante un suelo tan inflamable como el que presentan hoy los campos correntinos, la única alternativa para bajar los niveles de incendio son las lluvias.
Al respecto, Rojas se esperanzó con un pronóstico de precipitaciones para esta tarde-noche y los próximos días para que aplaquen la combustibilidad del suelo.
En base a su conocimiento en el área y teniendo en cuenta el cuadro de situación, Rojas afirmó que Corrientes necesita mínimamente 40 milímetros de lluvia. “Ese registro ayudaría mucho, al menos por unos días. Mantendría el suelo húmedo. Lo ideal ante un cuadro de situación como este es que llueva en forma constante y lenta, y no que se presente con chaparrones fuertes”, finalizó.
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