Murió el músico brasileño João Gilberto, reconocido como el padre del Bossa Nova

El hombre clave en la creación del ritmo que popularizaron artistas como Chico Buarque y Caetano Veloso, falleció hoy a los 88 años. Aún no fueron reveladas las causas del deceso.

Este sábado falleció el músico brasileño João Gilberto, un artista considerado como uno de los impulsores del bossa nova junto a Antônio Carlos Jobim y Vinicius de Moraes. Juntos son responsables de clásicos como “Desafinado”, “Brigas, Nunca Mais”, entre otras.

La máxima expresión creativa del nacido en Juazeiro, estado de Bahía, en 1931, se hizo notar cuando lanzó el álbum Chega de saudade, en 1958. Una placa fundamental para el estilo que desarrolló una generación que integraron entre otros nombres, Caetano Veloso, Gilberto Gil y Chico Buarque.

A los 26 años, el compositor creó la bossa nova. Se dice que este ritmo surgió durante el período de seis meses que vivió junto a su hermana en la ciudad de Minas Gerais. En esas noches en que no dormía por explorar ritmos y armonías, dio forma definitiva a un estilo que pronto sería copiado por otros músicos.

Con punto de partida en Brasil, João Gilberto mostró su creación en Estados Unidos, realizó una gira por Europa, actuó en festivales, y fue celebrado por las audiencias en México, Canadá, Alemania y Japón.

La triste noticia fue confirmada por su hijo João Marcelo, quien aún no dio detalles de la causa de deceso del artista. «Mi padre falleció. Su lucha fue noble, trató de conservar su dignidad mientras perdía su autonomía», escribió en sus redes sociales.

Gilberto, nacido el 10 de junio de 1931, luchaba desde hace algunos años contra varios problemas de salud. Su familia estuvo acompañándolo hasta último momento, cuando su voz se apagó.

«No fumaba, apenas bebía, prácticamente no asistía a ninguna de las fiestas o reuniones que se realizaban en la casa de Nara Leão, la musa de la bossa nova. Y gustaba mucho de poetas como Carlos Drummond Andrade», señala un artículo en La Nación. Uno de sus preferidos era A Bruxa, que definía su carácter hermético: «En esta ciudad de Río, de dos millones de habitantes, estoy solo en mi cuarto, estoy solo en América. ¿Estaré realmente solo?…»

Una noche inesperada, João Gilberto entró en el corazón de la escena de Copacabana y en ese círculo de jóvenes músicos que a partir de ahí lo convertirían en su gurú. Fue como una noche inaugural. Para muchos, el primer encuentro real con ese ritmo distinto, que nadie sabía cómo llamarlo y que en poco tiempo se convertiría en la bossa nova.
De eso pasaron más de seis décadas en las que la fama y el estilo musical impuesto por João Gilberto ya son un sello y patrimonio musical del Brasil.

 

Fuentes y fotografías: Culto Chile, TN Noticias, La Nación

 

 

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