Análisis semanal: del sinceramiento al congelamiento

La obstinada reticencia de la realidad a ajustarse a los planes y pronósticos del Gobierno nacional obligó al presidente Macri y a su equipo a un nuevo golpe de timón más inconsistente con el propio discurso que los anteriores. Así como el dólar sentenció de muerte el año pasado a las aspiraciones desarrollistas de los inicios de la gestión de Cambiemos, la persistencia de la inflación en lo que va de 2019 sepultó las expectativas de una reactivación que lleve algo de alivio a los bolsillos argentinos antes de las elecciones de octubre.

 

Basados en la reducción del índice de precios que se dio en el último bimestre del año pasado, sumada a una política monetaria más dura, los voceros del Gobierno pronosticaban que a partir de marzo la inflación oscilaría entre el 1,5 y 2 por ciento mensual, lo que permitiría recuperar aunque sea en parte el poder adquisitivo perdido por los salarios en 2018 y reactivar el alicaído consumo interno.

 

El Banco Central puso a funcionar a máxima velocidad la aspiradora de pesos y todos los cañones de la política económica nacional apuntaron a dos objetivos: contener los precios y al dólar, a pesar de que ello implicara profundizar la recesión. Sin embargo la inflación no tardó demasiado en volver a doblarle el brazo al Gobierno y en marzo escaló a 4,7%, casi el doble de dato de diciembre, acumuló 11,8% en los primeros tres meses del año y dejó una proyección de más de 15% para el primer cuatrimestre de 2019.

 

Por más que sus voceros se empeñen en repetir como un mantra que van a ganarle la batalla a la inflación, los números muestran que en su primer mandato Macri habrá dejado una inflación de más de 200%, nada parecido a un triunfo en un aspecto de la gestión de la economía que resulta prioritario para el bienestar de los argentinos, mucho más que la liberación del cepo cambiario, la salida del default, la apertura al mundo, la cumbre del G20 y muchos kilómetros de autopistas.

 

En vez de morir con las botas puestas, Macri prefirió cambiarse de zapatos y pasó del sinceramiento al congelamiento. De gritar enojado que había que soportar los aumentos de tarifas porque “lo regalado siempre termina saliendo más caro” pasó a reconocer apesadumbrado que hacía falta un alivio en un “video casero” que lo mostró dialogando con una supuesta familia desencantada con su gestión.

 

Días después de que el vocero más encumbrado del presidente, el “Golden Boy” Marcos Peña, afirmara ante el Congreso  que el Gobierno nacional no creía en el congelamiento de precios o de tarifas, dos marcas registradas del kirchnerismo, los dos cabecillas del gabinete económico, Nicolás Dujovne y Dante Sica, salieron a anunciar, con la precaución de no usar nunca la palabra congelamiento, que no aumentarían las tarifas hasta fin de año y una lista de 64 productos que mantendrían fijos sus precios durante un semestre.

 

En un fútil esfuerzo por evitar inevitables comparaciones con el kirchnerismo, los economistas gubernamentales argumentaron que el nuevo programa de acuerdo de precios no implicaba una imposición a las empresas, como en tiempos del inefable Guillermo “Patota” Moreno, sino un “pacto entre caballeros”, lo que no hizo más que alimentar a quienes acusan a este gobierno de practicar “kirchnerismo con buenos modales”.

 

Los formadores de precios volvieron a demostrar que de caballeros tienen poco, aprovecharon los titubeos y las contramarchas que demoraron la instrumentación de las medidas anunciadas y aumentaron todo antes de sentarse a negociar con el Gobierno.

 

Desde la oposición no tardaron en alzarse las previsibles críticas de quienes más que un plan para reactivar la economía, ven una maniobra de oportunismo político del gobierno para llegar a las elecciones con algo de oxígeno.

 

Por su parte, analistas de la economía advierten que a diferencia de lo que ocurre en Argentina, en el resto del mundo sí sorprende que un presidente adopte medidas particulares que resulten contradictorias con el propio discurso y con el rumbo general que se pretende imprimir a la economía. Apuntan además que al capital no le gustan las sorpresas y que tantas idas y venidas no harán más que mellar la de por sí escasa credibilidad que proyecta la economía nacional.

 

Más allá de las opiniones particulares, de ahora en más la efectividad del nuevo programa de control de precios dependerá de que el abastecimiento de los “productos esenciales” incluidos en la lista de Precios Cuidados sea suficiente, sostenido y llegue a todo el país, lo que dependerá enteramente de la caballerosidad de los empresarios.

 

El programa reserva un apartado especial para las carnes, que tal como está planteado tendría una llegada insignificante. El comunicado oficial que precedió a la conferencia de Sica y Dujovne especifica que los frigoríficos exportadores habían acordado vender 120 mil kilos por semana de asado, vacío y matambre a un precio de 149 pesos. El problema es que 120 mil kilos semanales representan menos de 0,25% de la demanda total de carne del mercado interno.

 

Además el acuerdo deja en claro que los frigoríficos solamente se harán cargo de la logística hasta el Mercado Central y sus propias bocas de expendio, lo que dificultará su instrumentación en el interior del país.

 

Positivo pero insuficiente

 

El paquete anunciado por el Gobierno incluyó una serie de medidas orientadas a las pymes que fue bien recibido por los ese sector, desde donde advierten que mientras no se haga algo para reducir las tasas de interés y se logre reducir la inflación, todo resultará insuficiente.

 

Desde el sector privado celebraron que finalmente el Gobierno se animó a ponerle algún límite a las entidades financieras, principales ganadores del escenario económico actual, con medidas concretas como la eliminación de la insólita comisión que cobraban los bancos a las empresas por hacer depósitos en efectivo y el acortamiento a 10 días del plazo máximo que tienen las tarjetas de crédito para liquidar a las empresas el dinero de las ventas realizadas con plásticos.

 

Otra medida bien recibida por los empresarios fue el plan de facilidades para refinanciar deudas con la Afip con un plazo máximo de 60 meses y a una tasa techo de 2,5% mensual, una enormidad para cualquier otro país del mundo, pero algo razonable para Argentina.

 

Uno de los que festejó dichas iniciativas fue el presidente de la Cámara de la Mediana Empresa (CAME) Gerardo Díaz Beltrán quien consideró que van en línea con lo que vienen planteando desde esa entidad para reactivar la actividad y el consumo. Advirtió sin embargo que “hacen falta medidas que sirvan para bajar las tasas que están destrozando a las pymes. El problema son las tasas”, dijo.

 

El plan de alivio también trajo buenas noticias para los exportadores. Según lo anunciado, todas las empresas que vendan al exterior por menos de 50 millones de dólares por año no pagarán retenciones, siempre y cuando exporten más que el año pasado. Salvo Arauco, todas las demás exportadores misioneras están por debajo del máximo de 50 millones –las exportaciones totales de Misiones en 2018 fueron de 465 millones de dólares- aunque no todas podrán cumplir con el requisito de exportar más que el año pasado.

 

¿Salvavidas de plomo?

 

El tercer componente del paquete anunciado por el Gobierno consiste en créditos subsidiados para jubilados y un relanzamiento del Procrear.

 

Para los pasivos habrá una línea especial de hasta 200 mil pesos de capital con una tasa de interés piso de 40 por ciento anual y un plazo máximo de repago de 60 meses. Si bien se espera una alta demanda para esta línea, no son pocos los que advierten que endeudar al 40% anual a personas que a duras penas llegan a fin de mes podría resultar un remedio efectivo para el corto plazo, pero con severos efectos secundarios a posteriori.

 

A través del nuevo Procrear se esperan otorgar 10 mil créditos ajustables por el sistema UVA y con un subsidio equivalente al 20% de la propiedad. Si bien el subsidio resulta atractivo –en el promedio de los casos superaría los 500 mil pesos- lo que no resulta para nada atractivo es tomar una deuda de largo aliento atada a la volátil inflación argentina. Además, dado el monto necesario para adquirir una vivienda, los créditos se hacen demasiado onerosos para los alicaídos salarios, especialmente en provincias periféricas como Misiones.

 

Autopista al mundo

 

La provincia fue nuevamente noticia en buena parte del país por una inauguración relacionada a la tecnología. La red de fibra óptica de la empresa estatal Marandú se convirtió en la vía a través de la cual el país tiene su segundo acceso a Internet. Hasta ese día todo el flujo de datos que circulaba por las redes del país tenía una sola conexión con el resto del mundo, el cable submarino que llega hasta las costas de Las Toninas.

 

Gracias a una colaboración público privada de fuerte carácter federal de la que participaron las provincias de Formosa, Corrientes y Chaco, además de Misiones, se logró comenzar a dar forma a la Red Capricornio, que pretende extender más de 15.000 kilómetros de fibra óptica lo que permitirá a una zona de influencia en la que viven 26 millones de personas en cinco países, conectarse al mundo sin pasar por Buenos Aires, brindando conectividad de banda ancha a las provincias del norte argentino, el norte chileno el sur de Brasil y los países de Bolivia y Paraguay.

 

La Red Capricornio se conecta al resto del mundo a través de la conexión submarina que llega hasta el estado brasileño de San Pablo y atraviesa Misiones desde Bernardo de Irigoyen hasta Posadas y Apóstoles. Para los habitantes de las provincias del norte que accederán a ella, esta red permitirá reducir los costos de conectividad y sumará nuevos oferentes al mercado de Internet.

 

De la inauguración participaron los gobernadores de Chaco, Domingo Peppo; de Formosa, Gildo Insfrán y de Misiones, Hugo Passalacqua, quien destacó el profundo sentido federal de un proyecto que permitirá conectar a varias provincias sin pasar por Buenos Aires.

 

También participó del acto el vicegobernador y candidato a gobernador por el oficialismo provincial, Oscar Herrera Ahuad, quien resaltó que el proyecto sólo fue posible gracias a que Misiones genera confianza entre los inversores privados, aun ante un panorama económico nacional muy complicado. “Cuando los inversiones privados ven que existe seguridad jurídica institucional para el desarrollo de sus negocios como la hay en Misiones, se genera un escenario propicio como ocurrió con este emprendimiento para la llegada de los capitales de inversión, lo que por otra parte no está ocurriendo en ningún lugar del país”, dijo.

 

Bandera verde

 

En el plano político, se develaron las últimas incógnitas que quedaban de cara a las elecciones provinciales y municipales del 2 de junio. Un fallo del STJ llevó tranquilidad a las filas del radicalismo en tanto eximió a ese partido de la obligación de realizar internas para definir sus candidatos dentro de la alianza Juntos por el Cambio, tal cual lo había dispuesto el Tribunal Electoral de la Provincia.

 

El máximo tribunal de justicia misionero tomó en cuenta que por cuestiones de calendario, al radicalismo provincial, actualmente bajo una intervención nacional autoinfringida,  le resultaría imposible resolver sus disputas intestinas por vía de una interna y les permitió definir sus candidatos por vía del consenso, pero al mismo tiempo obliga a que en ese consenso también participen sus socios políticos dentro del frente.

 

Por el lado de las fórmulas provinciales, solo restaba conocer quién acompañará a Isaac Lenguaza en el Frente PAyS y se confirmó el sábado que será el presidente del partido, Héctor “Cacho” Bárbaro, lo que terminó de dar por tierra con las posibilidades de una alianza con Unidad Ciudadana en junio.

 

La expectativa principal está puesta ahora en los candidatos a diputados provinciales. Por el Frente Renovador ya fue anunciado que la nómina será encabezada por el actual gobernador Hugo Passalacqua, el dirigente que todas las encuestas marcan como el de mejor imagen en la provincia. Los otros cuatro candidatos masculinos de la primera mitad de la lista de 20 diputados que presentará este Frente estarían ocupados por el conductor del partido, Carlos Rovira, el diputado nacional Jorge Franco, el intendente de Garuhapé Avelino González, y un referente de la producción, que podría ser el presidente de la Asociación de Productores de Tabaco de Misiones (APTM) Omar Olsson o el dirigente yerbatero de Andresito, Julio Peterson.

 

Los lugares pares de la lista estarán ocupados por mujeres, entre las que estarán la abogada y presidente de la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura en Misiones, Rita Núñez, para quien está reservado el segundo lugar, en tanto que la abogada y militante feminista, Anazul Centeno, ocupará el cuarto escalón. Otro número puesto para la primera mitad de la lista es la dirigente de Techo y de Podemos, Soledad Balán, así como la diputada SiIvia Rojas y la ex delegada del Renar en Misiones, Adriana Bezus.

 

El director de Industria, Lucas Romero Spinelli; el intendente de Bonpland, José Schiro; Héctor Llera y Marta Sapper son otros nombres que se mencionan para integrar dicha lista.

 

El fallo del STJ que eximió al radicalismo de la obligación de ir a internas también sirvió para llevar orden al frente Juntos para el Cambio que podrá mantener la lista de diputados que estaba acordada entre los distintos partidos que integran el frente y que tendrá en la primera ubicación a un radical, el delegado de Migraciones en Iguazú Jorge Lacour, secundado por la también delegada de Migraciones, pero en Posadas, Roxana Velázquez Larraburu, del PRO.

 

El tercer lugar será para el diputado provincial Jorge Rattier (PRO), el cuarto para la exconcejal de Concepción de la Sierra, la radical Cintia Cardozo. El concejal radical eldoradense Héctor Falsone y la secretaria del bloque PRO de la Legislatura, Gabriela Szyszko, también tendrán lugares en la primera parte de la lista que se completará con nombres como el de Ailín Moreira representante de la Juventud Radical, Raúl Ríos (presidente del Comité Iguazú) y Luciana Olmedo de Posadas.

 

Durante la semana también se terminó de resolver el panorama con relación a los sublemas, finalmente solamente 627 de los 855 que se habían inscripto presentaron los candidatos y cumplieron con los demás requisitos para participar de la contienda. Juntos por el Cambio fue el frente que más complicaciones encontró para completar las listas que había anotado, “se le cayeron”  174 sublemas y quedaron firmes 231 de esa fuerza. El Frente Renovador competirá con 298 sublemas y el Frente Popular Agrario y Social, con 96.

 

Posadas con 26 sublemas, Garupá con 25, Puerto Iguazú con 22 y Oberá con 20, tendrán la oferta electoral más extensa, en el extremo opuesto, Colonia Polana y Olegario Víctor Andrade tendrán 3 sublemas cada uno.

 

Todo indica que las campañas estarán orientadas a la esfera provincial, al menos eso es lo que anticipan los principales candidatos. Incluso desde Juntos por el Cambio –la versión provincial de Cambiemos- que en 2017 llamaban a votar a sus candidatos en Misiones para “apoyar el proyecto nacional de Macri” o “para subir a Misiones a la ola del cambio” ahora prefieren central el debate en los temas propios de la provincia. Más allá de las razones –todas válidas- que esgrimen sus candidatos para explicar el cambio de discurso, queda claro que la figura de Macri no tracciona como antes.

 

Por el lado de los radicales, el fallo del STJ les resolvió el problema más urgente que tenían, pero no sirvió para apagar los cuestionamientos internos y las voces que se alzan en disidencia con la conducción del partido. La sociedad con el puertismo sigue generando disconformidad en muchos dirigentes y afiliados, así como una reticencia a abrir espacios a nuevas figuras que desde algunos sectores del partido le atribuyen a la cúpula que conduce sus destinos.

 

Este descontento ya le costó al partido un concejal, Maximiliano Florindo, que formó un bloque unipersonal  y varias presentaciones formuladas por afiliados disconformes con distintas actuaciones de la conducción del partido.

 

El PRO también sufrió deserciones, como la del exdelegado de Migraciones en Posadas, Juan Manuel Holz, quien será candidato a intendente de la capital provincial por la Renovación.

 

Por el lado del Frente Renovador está todo más claro, no solo las candidaturas y la legitimidad interna de la conducción, sino también la línea del discurso que estará orientado a marcar una continuidad en la gestión realizada por el gobierno de Passalacqua orientada a defender a los misioneros de los efectos de la crisis económica nacional.

 

Otro eje será el sostenimiento del orden fiscal, que posibilitó el desendeudamiento de la provincia, el desarrollo de importantes inversiones en salud y educación con fondos propios y el sostenimiento del sistema de boleto estudiantil gratuito.

 

 

 

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