“Pelusa” el payaso promotor que desde hace 17 años hace publicidad ambulante de negocios posadeños

Las esquinas del microcentro conocen bien a este colorido personaje que desde hace 17 años publicita a viva voz los negocios que recurren a él como su promotor. Grandes y chicos ya lo conocen, es que entre risas y payasadas ya se convirtió en un entrañable artista de las calles de Posadas.

 

Al igual que la figura del pregonero, que en la antigua España y sus colonias era el oficial público que en alta voz daba difusión a los pregones, para hacer público y notorio todo lo que se quería hacer saber a la población. “Pelusa” recorre el microcentro pregonando descuentos y ofertas de distintas casas comerciales.

 

“Mi misión es transmitir a la gente, por medio de la publicidad, distintos productos haciendo que se acerquen a los comercios”, contó “Pelusa”. Además agregó “llego a manejar hasta cinco marcas, promocionando fechas especiales y distintos eventos”.

 

El trabajo ambulante es sacrificado y dificultoso y más el de payaso, en el que la simpatía con la que trate y se sea tratado por el público determinará la efectividad del acto, en ese sentido Sebastián, alias “Pelusa”, comentó “la verdad que está buenísimo trabajar en el centro, con la gente y ponerse a la altura de todos, del que está bien y el que está mal, juntar todas las emociones y sacar una sonrisa”.

“Te encontras con todo, con la gente que por ahí viene a full y comparte lo tuyo y lo festeja. Después está la gente que viene preocupada, y ahí es donde está la misión de “Pelusa”, trato de tirar un poco más de energía para que al menos los segundos que pasen frente mío se olviden al menos por un momento de la situación, se liberen y sonrían” agregó.

 

“Siempre pongo el objetivo de robar sonrisas” remarcó Sebastian.

 

“La gente está necesitando de más “Pelusas” en las calles, no digo que pintarnos las caras como payasos y salir, sino que comunicarnos de otra manera, tener un poco más de paciencia y respeto mutuo”, concluyó el carismático payaso del centro posadeño, que a pesar del paso del tiempo, sigue robando sonrisas de chicos y grandes.

 

DL