Falleció el nene de 12 años que se había disparado en la cabeza: la familia asegura que lo hizo porque no aprobó un examen para entrar a un colegio secundario

Ezequiel, el nene de 12 años que el domingo por la noche se había descerrajado un disparo en la cabeza con la pistola reglamentaria de su padre policía en Posadas, dejó de existir a las 11.40 de ayer. A esa hora se constató que tenía muerte cerebral y los padres decidieron donar los órganos.
El hecho había ocurrido pasadas las 22.30, en la casa familiar del barrio Cocomarola Oeste. Dos son las versiones que se conocieron en torno al caso. La primera tiene que ver con el cansancio del nene presuntamente vinculada con la mala relación que tendrían sus papás actualmente. Y la otra, surgida del entorno familiar, indica que el chico habría tomado la determinación de matarse harto del acoso escolar (bullying) que sufría en el colegio al que asistía.
El padre del nene es un sargento de la Policía provincial que trabaja en la comisaría Tercera. Él le habría contado a sus pares que cuando la familia se disponía a descansar el domingo por la noche, Ezequiel apareció con el arma en la mano y dijo que quería suicidarse cansado de que los compañeros lo llamaran “burro”, ya que no habría aprobado un examen de ingreso al colegio secundario en el que quería seguir los estudios. El suboficial habría dicho que quisieron persuadirlo de todos modos, pero que el nene se disparó.
Por orden del juez, fue incautada la pistola calibre nueve milímetros reglamentaria del padre, así como una vaina servida y once cartuchos.
Los padres del chico dijeron que el arma se encontraba guardada en un cajón.
La madre del chico, de 35 años, le contó a un medio posadeño que el disparador del hecho había sido el examen no aprobado. “Él estaba deprimido porque desaprobó un maldito examen de ingreso a un colegio secundario. Nosotros en todo momento lo apoyamos, como cualquier padre haría. Pero, lamentablemente, no pudo aprobar y sacó un promedio muy bajo, tras un cursillo que duró tres meses. El miércoles ya estaba bajoneado y nos dimos cuenta, porque su sueño de entrar a ese colegio se desmoronaba, pero no era así, todavía había una chance de ingresar. Su padre habló con personas cercanas a los directivos y surgió esa posibilidad, por lo que nos sentimos tan felices. El sábado le comunicamos ‘mirá vas a ingresar, pero no le digas a nadie’. Pero, evidentemente, él no nos creyó. Es más, nos contó el catequista que el estuvo muy bajoneado en clases el sábado”, relató la mujer.
Dijo que “él tenía tantas ilusiones de entrar a ese colegio y cuando vio la planilla de resultados y de ingresos vio que no entraba y quedó tan deprimido. Por eso, su padre aprovechó el franco que tuvo en la semana y, tras hablar con directivos, nos enteramos que le iban a dar otra oportunidad para ingresar. Pero el domingo a la noche nos dijo ‘ustedes me mintieron’, porque no nos creyó que iba a tener la posibilidad de entrar. No saben lo que es ver como un hijo se pega un tiro y no poder hacer nada… no poder salvarlo”.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas