Los investigadores creen que a Rocío Anahí Molina la mataron en un lugar diferente de donde apareció su cuerpo. En la escena del crimen encontraron huellas de una moto.
El cuerpo de la chica de 19 años que este sábado apareció sin vida en Tucumán tiene cinco puñaladas en la espalda y pertenece a Rocío Anahí Molina. Además, los investigadores creen que la joven fue asesinada en un lugar diferente de donde fue hallado su cadáver.
Molina tenía pelo largo y vestía zapatillas rosas, una calza gris y una campera deportiva azul. Mientras la policía y la fiscalía tomaban sus huellas dactilares, una mujer de 36 años se presentó en el lugar con el DNI de su hija, entre otros datos y características físicas, lo que permitió identificar a la víctima.
En tanto, los peritos encontraron en la escena del crimen marcas de arrastre del cuerpo y huellas de una moto, lo que abona a la hipótesis de que a Rocío la mataron en otra parte y de que su cuerpo fue «plantado» en San Andrés.
El caso
Rocío Anahí Molina, una joven de 19 años, fue encontrada muerta este sábado en la comuna tucumana de San Andrés, a unos 12 kilómetros al sureste de la capital provincial. El cuerpo fue hallado en un monte por dos vecinos de la zona. Según dijeron, estaba cerca de un árbol, boca arriba y con el rostro cubierto por yuyos.
“MI hijo encontró el cadáver cuando iba a cazar palomas. Luego me avisó y vinimos a verlo”. De esta manera William Rojas informaba cómo habían encontrado el cuerpo de una joven en medio de la vegetación en la periferia de la comuna de San Andrés. Los primeros informes indican que la muchacha, que estaba boca arriba, presentaba cinco heridas de arma blanca. Asimismo se informó que el cuerpo se encontraba tapado con pasto recién cortado por lo que se estima que había sido “plantado” allí.
Desde la Policía indicaron a medios locales que la joven tenía cabello largo y vestía zapatillas rosas, una calza gris y una campera deportiva azul. En le escena del crimen detectaron huellas de una moto y marcas que indicarían que el cuerpo fue arrastrado. Por eso los peritos creen que Molina fue asesinada en otro lugar y luego trasladada a San Andrés.
Los vecinos señalaron que la zona no es muy transitada y que hacía poco tiempo se habilitó un camino de tierra. Sin embargo algunos elementos descubiertos allí, como huellas de neumáticos de motos y de haber arrastrado algo pesado compatibles con un cuerpo, sustentan la hipótesis de que habrían matado a la joven en otro lugar y luego la llevaron hasta aquella zona.
Los datos sobre femicidios en Tucumán son alarmantes. En agosto pasado se informó que ya se habían superado los casos registrados en la provincia durante todo 2017. Hasta aquel mes, hubo 11 crímenes de mujeres. El informe de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, para 2017, consigna siete casos: tres ocurridos en la capital y los restantes en Alderetes, Simoca, Trancas y Lules. En el mismo relevamiento constan los casos registrados en Tucumán en los últimos cuatro años: en 2014, cuatro femicidios; en 2015, dos; en 2016, cuatro; y en 2017, siete. Los datos, a nivel nacional, señalan que el 93 % de los imputados incluidos en las causas eran varones con quienes las víctimas tenían un vínculo.
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