El dolor de la madre de Sheila: «No me resigno, me despierto a la mañana esperando noticias de mi hija»

Yanina Pereyra relató que su hija nunca le había hablado mal de la tía, la principal acusada por el crimen junto con su pareja.

La madre de Sheila Ayala, la niña de 10 años asesinada por sus tíos y hallada en una vivienda de San Miguel, rompió el silencio y exigió Justicia por su hija. Pidió que los asesinos reciban el castigo máximo y no salgan nunca más de la cárcel y reveló cómo impactó la noticia entre los hermanitos de la niña.

Yanina Pereyra dijo que Sheila nunca le había contado nada malo sobre su tía, Leonela Ayala, quien junto a Fabián González Rojas está acusada por el crimen de la nena de 10 años que permaneció desaparecida cuatro días antes de ser hallada en el interior de una bolsa en su casa de San Miguel.

“Cuando iba a jugar a su casa estaba contenta, iba con los primos, nunca dijo nada de ellos. Por eso nunca sospeché que podían tener esa maldad encima. Nunca me imaginé que iba a pasar esto con ella, siendo la tía y madrina. No me resigno, me despierto a la mañana esperando noticias de mi hija”, relató, aún shockeada, la madre de la pequeña.

La mujer aún no pudo reencontrarse con sus otros tres hijos, que se encuentran en un hogar de guarda hasta que la Justicia resuelva si puede recuperar la tenencia de sus hijos, que le había sido otorgada al padre – el hermano de la principal acusada del crimen – hacía pocos días. Sin embargo, aclaró que los niños sí saben lo que ocurrió con Sheila.

“Ya les dijeron lo que pasó con su hermana, ellos están teniendo contención, parece que el más grande, el de 11 años, reaccionó bastante mal, pero los más chiquitos todavía no se dan cuenta. Yo todavía estoy shockeada con lo que pasó, y si me ven mal a mí se pueden poner peor”, agregó Pereyra en declaraciones a TN y Telefé.

Yanina relató además que siempre tuvo el presentimiento de que la niña estaba dentro de predio del barrio Trujui de San Miguel porque nunca salía sola a ningún lado. “Ellos (por los tíos de Sheila) empezaron a desviar la investigación, a acusarme a mí en vez de buscarla adentro”. La última vez que pudo ver a su hija había sido el jueves previo a la desaparición, cuando la nena comenzó a vivir con el padre.

“Sheila era una nena alegre, contenta, le gustaba jugar, bailar, hacer chistes. Era muy alegre, en todo lo que la recuerdo está alegre. Nunca voy a pensar en ella como dijeron que la llegaron a encontrar. En las fotos siempre está sonriendo, no puedo creer lo que estoy pasando”, agregó la madre.

La Justicia cree que tanto Leonela Ayala como González Rojas fueron coautores del crimen, y que idearon un plan en común para provocar la muerte de la niña. En una primera declaración sin validez judicial – porque fue ante la Policía y no ante la Justicia – aseguraron: “Nos drogamos y no sabemos qué pasó”.

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