El ser humano se empezó a desenvolver solo sobre la tierra y poco a poco se fue afirmando en su soberbia e independencia del Dios el Creador. Así cayó en pecado, con actividades que desagradan y entristecen a Dios, veamos lo que nos dice su Palabra bendita.
Deuteronomio 1:11
Nimrod pasa a la historia siendo el primer poderoso sobre la tierra que exige obediencia y respeto como un dios, y el que tenía dominio sobre los demás, mientras que los descendientes de Noé dieron lugar a espíritus malignos sobre la tierra, contaminando la creación de Dios principalmente al arraigo de tres prácticas que a través de las generaciones se han afirmado como cosas habituales.
IDOLATRÍA.
Parecería que confiar en el Dios Creador sería fácil, pero parece que confiar en cualquier otro recurso parecía más fácil que confiar en Él. Así pasó con Israel. Después de salir de Egipto ellos podrían haber aprendido a confiar en el Dios verdadero, pero no, sorprendentemente al tardar Moisés en lo alto del monte, el pueblo exige tener algún dios al cual seguir (Éxodo 32:1)
Cuando observamos cuan naturalmente lo hacen vemos qué estaba en su impronta. Se dice que Nimrod tomaba figura de un ser con cuernos. Así que la revelación de un dios echo con sus propias manos tenia cuernos. (Éxodo 32:26) Como premio a la fidelidad, Dios da a los levitas el sacerdocio del tabernáculo de reunión y les premia especialmente.
La idolatría es un fenómeno puramente espiritual y demoniaco, que trae confusión entre la gente, ansiedad de creer en cualquier cosa para estar protegido y defendido del mal. Es un demonio cuyo engaño es hacerle creer en recibir un beneficio sin estar en comunión con Dios. En nuestra sociedad se encubre en lo cultural y hace que las personas no puedan acercarse al Dios vivo.
(Isaías 44:8-10) El razonamiento no alcanza para liberar a la gente de esta contaminación de la tierra, se necesita el poder del Espíritu Santo para cambiar y volverse a Dios. (Jeremías 10:3-5).
LIBERTINAJE SEXUAL.
(Levítico 18:1-25) Es muy probable que Moisés encontrara al pueblo no solo rindiendo culto a un animal de oro, sino también en libertinaje sexual. Porque hasta ahora observamos semejante realidad.
Hasta este momento, nuestro relato ha incluido las leyes sobre la pureza ceremonial. Las normas legales regulaban los aspectos rituales de la religión. En los capítulos 18, 19 y 20 nos encontramos con una nueva sección que aplica los Diez Mandamientos a situaciones de la vida, en la que Dios se ocupa de los aspectos morales de Su pueblo. Así es que entramos en aspectos puntuales de la conducta humana. Esta sección se inicia con un preámbulo en 18:1-5, y concluye con una postdata formal al final del capítulo 20. Estos pasajes son muy importantes porque presentan el motivo para las restricciones y reglas de la vida social del pueblo.
Estamos viviendo en una época en la cual los fundamentos morales han sido quebrantados y eliminados. El escéptico y burlón pregunta: ¿Quién hace las reglas? y ¿Qué es correcto o malo? En los versículos 2, 4, y 5, la Palabra dice «Yo soy el Señor». Dios es el que hace las reglas. Quebrantar los Diez Mandamientos constituye un grave error porque Dios así lo dice. (Levítico 20:26) Además, Dios requiere que Su pueblo sea santo. La pureza en todas las situaciones de la vida es un mandamiento del Señor.
Explica detalladamente qué se quiere decir con adulterio. Los pecados sexuales constituyen el tema del pasaje bíblico. Estos son los pecados que caracterizan a una sociedad decadente, y a la decadencia y caída de los imperios.
Cuando Dios destruyó a Sodoma y Gomorra ¡Los destruyó por el pecado sexual! Dios reveló a Abraham que destruiría Sodoma por medio de fuego y azufre, porque su pecado era muy grave e irreversible, y solo Lot y su familia podrían ser salvados. Abraham intercedió por los justos de la ciudad, y Dios le repuso que no la destruiría si, al menos, encontraba algunos justos.
Aunque esas definiciones son modernas, en la Antigüedad tales prácticas tenían otra connotación que podrían estar relacionadas con la falta de amor al prójimo (Ezequiel 16:49-50)
Una historia muy interesante es la historia de Balaam en Números capítulo 25. Los reyes querían derrotar a Israel y no podían, sencillamente porque el comportamiento de Israel era el correcto. Entonces, Balaam enseña a los enemigos a vencer a Israel haciendo que sus jóvenes se unan en pecado sexual con las jóvenes paganas, así fue como la contaminación espiritual hizo caer al pueblo de Dios.
LA VIOLENCIA.
(Salmos 34:14) ¡La mejor manera de no ser contaminado por el enemigo es practicar la paz y caminar con ella!
(2 Reyes 3:26 -27) Lamentablemente Israel se contaminó con esas prácticas violentas y cayeron en lo mismo.
Que Israel practicara estos cultos a los demonios fue causa para entregar Judá a los babilonios por 70 años, tiempo para arrepentirse de lo hecho y buscar a Jehová con un corazón contrito. Aun así, las mujeres cananeas y demás naciones fueron causa de gran tristeza para Esdras (Esdras 9) pues varios de los príncipes de la transmigración prevaricaron contra su Creador en esta conducta.
El profeta Ezequiel pregonó contra su pueblo por ellos participar en estas prácticas tan despiadadas(Ezequiel 27:35-39).
Reflexión del Pastor Guillermo Decena: Sanando la tierra II
