Reflexión del Pastor Guillermo Decena: Sanando la tierra

El pecado desató maldición sobre la tierra y perdimos conciencia de la manera en que vivíamos antes: en santidad y armonía perfecta entre Dios y su creación.
Hoy es nuestra responsabilidad amar toda la creación de Dios y confiar en que la sangre de Cristo es capaz de restaurar lo que perdimos y sanar la tierra. Veamos lo que nos dice la Palabra de Dios.

 

 

Vamos a ver algunas maldiciones de la caída espiritual:

MALDICIÓN SOBRE LA CREACIÓN.

La caída del hombre en el pecado tuvo amplias repercusiones en toda la creación, la cual no tuvo culpa alguna de ello. Nunca pecamos solos, sino que arrastramos a nuestro entorno en la maldición del pecado.

 

Originalmente, la creación era “buena en gran manera», es decir, era perfecta (Génesis 1:31). El hombre fue colocado por Dios como soberano sobre la creación visible. Así es, por un lado responsable de la creación ante Dios, y por el otro, es también responsable de la creación misma (Génesis 1:28-30). Ante una posición tan significativa del hombre dentro de la creación visible, su desobediencia a Dios también tiene consecuencias decisivas en la creación material: después de que el hombre pecó, la tierra y la serpiente fueron malditas (Génesis 3:17-18).

 

Cuando en este pasaje se menciona “espinos y cardos», esto es los esfuerzos que deberá realizar el hombre para ganarse el sustento en su vida, constituyen una señal del distanciamiento entre Dios y el hombre, y de cuán retirado permanece Dios a partir de ese momento para la creación. La vida del hombre está ahora acompañada de inseguridad, vergüenza y temor.

 

Como señal de enemistad y discordia se puede observar el comportamiento de los animales entre sí. También los animales se comenzaron a levantar contra el hombre y de esa manera el odio, el sufrimiento y la muerte se estableció, comenzando así la violencia entre los creados por Dios (Génesis 3:1). Es interesante que los demonios, al ser seres espirituales, pueden camuflarse a través de los seres creados, usando sus habilidades y disfrazándose con sus personalidades.

 

Flavio Josefo nació alrededor del año 37 en el seno de una familia sacerdotal de Judea. Flavio fue un historiador que vivió en la época de Cristo y que escribió: “Historia de los Judíos”. La cual es importante pues recoge el pensamiento Judío. Lo interesante es que afirma que todas las criaturas de Dios tenían un mismo lenguaje y solo idioma. Por lo tanto, pensaba Josefo y los sabios de la época de Jesús, que los animales tenían la capacidad de hablar (Romanos 8:19-22). Este historiador cuenta que cuando serpiente pecó, Dios le quita la capacidad de hablar, le coloca veneno en su boca y le condena a arrastrarse por la tierra. Que los animales pudieran hablar no nos sorprende pues la Biblia cuenta que al asno de Balaam se le permite hablar y sorprende al profeta enseñándole (Números 22:25-34).

 

(Isaías 11:6-10) La creación, por lo tanto, necesita ser liberada de la maldición que pesa sobre ella. En la epístola a los Romanos esto es abordado con toda claridad: “Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios” (Romanos 8:19).

 

MALDICION SOBRE SATANÁS.

Cuando Dios maldijo a la serpiente, maldijo a Satanás, quela estaba utilizando. Entonces, el enemigo está doblemente maldecido, en el cielo, de donde fue arrojado, y en la tierra en la que todavía tiene cierto poder pero ya ha sido derrotado por la sangre de Cristo, que fue derramada para el perdón de los pecados (Génesis 3:14-15).

 

¡Pero hay una lección que debemos aquí aprender! La serpiente fue condenada a comer el polvo de la tierra. Exactamente aphar, el mismo material con el cual ha sido creado el cuerpo del ser humano. De esa manera, la alianza de oscuridad fue hecha y desde allí, el maligno tiene amplia actividad limitando y destruyendo el potencial del hombre. Es lo que dice la Biblia, la carne y las paciones carnales son las que usa el diablo. Y el encargarse de la carne y no del espíritu, da lugar al maligno. Cuando atendemos al espíritu, ya no podemos ser devorados por el diablo (Romanos 16:20).

 

Esta declaración en el v. 20 alude a Génesis_3:15. Nuestra victoria es una continuación de la victoria de Cristo, cuando él aplastó la cabeza de la serpiente en el Calvario. Se apunta tanto hacia las presentes victorias sobre los poderes de las tinieblas, como hacia la destrucción final del reino de Satanás en la Segunda Venida de Cristo.

 

Según las palabras hebreas, la descendencia de la mujer le aplastará su cabeza, que quiere decir autoridad. Cuando dice que herirá en el talón no puede referirse a Cristo por el hecho de que Jesús puso su vida, no que alguien se la quitó, pero un posible planteo es referirse a los que se quedan atrás, a la “retaguardia” y que son fácilmente heridos, pero los que van hacia adelante tendrán victoria (Juan 10:17-18).

 

Que Dios te bendiga en gran manera y tengas una semana de completa bendición y victoria!

 

Pastor Guillermo Decena Centro Familiar Cristiano Eldorado.

Prédicas en vivo los miércoles 20 horas y domingos 18 horas, a través de http://cfceldorado.org/

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