Declararon los vecinos y otros parientes de la mujer masacrada a machetazos y hoy habría una dura condena para el acusado

Siete testigos declararon ayer en la segunda audiencia del juicio por el asesinato de María Pintos (44), a quien ultimaron a machetazos en las afueras de la localidad de General Urquiza (cerca de Jardín América) el miércoles 17 de diciembre de 2014. En su mayoría eran vecinos y familiares de la víctima y del acusado. También el policía que participó de los primeros momentos de la investigación.
Otras dos personas pegaron el faltazo y el jueves serán llevadas por la fuerza pública a comparecer ante el Tribunal Penal Uno de Posadas, donde se lleva adelante el debate oral y público.
El imputado es un ciudadano paraguayo llamado Oscar Vera (55), pareja de la fallecida, quien el martes se desligó de la autoría del hecho, al tiempo que afirmó que si hubiera sido él el asesino no lo «hubieran encontrado ni en Marte».
Vera dijo que extrañaba a Pintos, con quien solía «empedarse» tomando caña. De hecho, dijo que el día del asesinato, después de carpir, compartieron esa bebida hasta que se embriagaron y luego ella «desapareció». María apareció con el cráneo destrozado a machetazos en la jornada siguiente. Un poblador de la zona dio con el cadáver, que estaba en medio de un malezal.
Los camaristas Eduardo D’Orsaneo, Ángel Dejesús Cardozo y Gregorio Busse integran el Tribunal, por donde desfilaron los testigos cercanos a los protagonistas de la historia. Fueron citados porque son los que vieron al acusado antes y después del hecho. Refirieron las circunstancias en las que se cruzaron con él y la ropa que vestía. También relataron haber visto ese miércoles a Pintos.
Magdalena Isabel Giménez, una de las hijas de la víctima, afirmó que su madre fue víctima de violencia de género durante años. “Él le pegaba con el machete, le reventaba la boca. Ella corría y se iba a mi casa. Yo con mis propios ojos vi cómo él la golpeaba, hasta en mi casa le pegaba”, aseguró.
El policía, en tanto, dio cuenta de cómo se había enterado del hallazgo del cuerpo y de los trabajos de búsqueda del sospechoso, al que ubicaron en un monte, 12 horas después de que encontraran masacrada a la mujer.
Vera está imputado del delito de “femicidio”, por lo que podría terminar condenado a prisión perpetua. Lo asiste legalmente en el juicio la defensora oficial Nélida Amiel. En la acusación se encuentra la fiscal subrogante Amalia Spinnato.
Pintos fue encontrada en una zona de monte del paraje Cuatro Bocas con la cabeza y el tórax destrozados a machetazos. De acuerdo con la acusación que pesa sobre Vera, ese día llevó a la mujer a la vera del arroyo El Bugre, donde la golpeó primero y la macheteó después. Con el arma blanca le causó cinco lesiones letales.
El martes habían declarado otros parientes de la víctima, entre ellos uno de sus hijos más grandes y un sobrino. Ambos coincidieron en que María era víctima de malos tratos por parte de Vera, con quien estuvo en pareja durante 15 años. De esa unión nacieron tres hijos. A su vez, la mujer ya tenía otros dos producto de una relación anterior.
Durante esa audiencia también comparecieron los investigadores policiales que tuvo el caso y la forense que le practicó la autopsia a la fallecida. La médica dio cuenta de la ferocidad con la que habían atacado a Pintos.
Este jueves, además de la declaración de los dos testigos que faltan, se escucharán los alegatos y el Tribunal dictará sentencia.

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