Adolescente se fugó de la cárcel y durmió varias noches sobre la tumba de su madre fallecida

Se trata de uno de los menores que se escapó del Centro Educativo Itaguá la semana pasada en Paraguay, fue hasta el cementerio de la localidad de Itá y pasó varias noches acostado sobre la tumba de su madre fallecida. firmó que lo hizo por sentirse responsable de la muerte de su progenitora. Luego de eso, la abuela del adolescente lo llevó nuevamente al reclusorio.

El director del Servicio Nacional de Atención al Adolescente Infractor (Senaai), Orlando Castillo, comentó que durante el fin de semana lograron dar con el paradero de los 11 menores fugados del Centro Educativo Itauguá. Primero recapturaron a nueve adolescentes en la zona, luego una madre llevó hasta el lugar a otro de los fugados, y una abuela hizo lo mismo con su nieto.

La razón por la cual se habría fugado el último menor mencionado obedece a que quería visitar la tumba de su madre y pasar unas horas con ella. “La abuela del adolescente refiere que su nieto pasó las noches en el cementerio, acostado sobre la tumba de su madre, ya que se siente culpable de la muerte de la misma. Una vez que el mismo calmó su angustia fue junto a su abuela para que lo retornara al centro educativo”, indicó el Ministerio de Justicia a través de un comunicado.

Castillo explicó al respecto que se trata de un caso muy fuerte, porque el menor se siente responsable de la muerte de su madre, cuyo tercer aniversario se cumplió el pasado 13 de setiembre. “Le agarró una angustia por el mes del aniversario. El martes fue hasta Itá e ingresó al cementerio y pasó las noches durmiendo sobre la tumba de su madre, luego durante el fin de semana fue hasta la casa de su abuela”, agregó.

Con psicólogos y trabajadores sociales evaluarán la situación del menor, de modo a contenerlo para que no sufra por el sentido de culpa. El director del Senaai contó que están evaluando si pueden llevar al interno en algunas oportunidades al cementerio para que visite a su familiar.

Comentó que con cierta frecuencia los menores se escapan del centro para visitar a sus familias, porque estas en muchos casos los dejan de lado porque están enojados por los hechos ilícitos cometidos por los internos. “Existe una rabia de los familiares, un enojo y como forma de castigo no los visitan, esto antes que generar una actitud de reflexión, hace que sientan un vacío y mucha añoranza. Es por eso que se escapan para ir junto a sus padres, madres o hasta en las casas de sus novias, luego retornan”, acotó.

Los 11 adolescentes se habían fugado el 27 de septiembre del Centro Educativo Itauguá.

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