El hombre tiene 42 años. Está preso desde junio de 2014, cuando su mujer lo denunció por abuso sexual. Esta mañana, se declaró culpable y accedió a que lo condenaran a nueve años de prisión. El protagonista de esta historia de terror es un albañil, que durante años violó a una de sus hijas y lo descubrieron cuando intentó manosear a otra de las nenas.
El caso sucedió en San Vicente y estaba previsto que se ventilase en un debate en el Tribunal Penal de Oberá, conformado por los jueces Lilia Avendaño, Francisco Aguirre y José Pablo Rivero. Sin embargo, el defensor oficial que asiste al acusado y la fiscal Estela Salguero de Alarcón acordaron la pena para el imputado.
El hecho en cuestión destruyó a la familia. Se conoció cuando el acusado manoseó a su hija menor y cuando intentó violarla, la pequeña salió corriendo. De inmediato, la nena le contó a la mamá lo que pasaba.
La mujer escuchó esa historia y otra, más cruda y aberrante, que la relató su hija mayor, entonces con 14 años. La chica, al enterarse de que su hermana había zafado de las garras del pervertido, contó que ella había sido víctima de ultrajes durante años.
La adolescente contó que cuando tenía 4 o 5 años, el padre comenzó a manosearla. Y que cuando cumplió once, empezó a accederla.
De inmediato la madre acudió a la Policía, que detuvo al acusado por orden de la Justicia. La causa siguió su derrotero y llegó a la instancia de juicio oral.
Después de que trascendiera el hecho, la mujer y sus hijas dejaron San Vicente para radicarse en la provincia de Buenos Aires, con la esperanza de empezar una nueva vida.
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EP
