Luego de varios meses ya serán remitidas en la brevedad las pruebas que la jueza Raquel Zuetta solicitó a la Secretaría de Apoyo para delitos Complejos y así poder avanzar con la investigación del caso del hombre que apareció calcinado en el baúl de su auto en Alem. No hay detenidos pero las sospechas se direccionan a un comercio obereño que sería en donde estuvo por última vez el vendedor de carnes oriundo de Buenos Aires pero que se había radicado en Misiones.
La investigación por la aparición del cuerpo calcinado de quien fuera Nicolás D’Amico (34), un vendedor de carne bonaerense radicado en Alem, se mudó hace unos meses de la Zona Centro a los laboratorios de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (Saic) del Poder Judicial, donde iniciaron peritajes desde los primeros días de noviembre del año pasado a las computadoras y celulares incautados en el abasto de carne de Oberá, último lugar donde habría sido visto la víctima.
Se trata de informes de GPS, uso del celular y otras pericias, que marcarían que en Oberá fue la última vez que D’Amico estuvo con vida antes de ser encontrado calcinado en su vehículo.
Si bien no hay detenidos, fuentes del caso indicaron que en la mira hay un comercio obereño cuyo dueño habría reconocido que el vendedor de carnes había ido a cobrar parte de una deuda que se mantenía con él. Se habla de unos 120 mil pesos que nunca fueron encontrados, al menos hasta el momento. Igual hay que esperar los peritajes para confirmar si había conexión entre el sospechoso y la víctima.
Los analistas de la SAIC quieren determinar si hay datos que revelen la relación que había entre el dueño del abasto y el vendedor y determinar los contactos telefónicos entre el empresario obereño y D’Amico. También si el celular del carnicero se activó cerca del sitio donde apareció el VW Bora ardiendo de D’Amico, con éste en el baúl, ya sin vida cuando se inició el fuego.
Esos informes caerán en manos de la jueza en los próximos días y así se podrá avanzar con la investigación. Si bien en las redes sociales tras el trágico hecho se conocieron versiones que se trataba de Nicolás D’Amico, recién hace poco el ADN practicado al cadáver y comparado con una de sus hermanas, confirmó en un 99 por ciento que se trata del bonaerense, radicado luego en Leandro N. Alem.
El hecho terriblemente marcado por la saña se descubrió después de las 23 del viernes 30 de octubre del año pasado en un camino de Colonia El Chatón, a unos 1.500 metros de la ruta nacional 14.
En ese lugar aparecieron los restos de D’Amico. Estaban totalmente calcinados dentro del baúl de un Volkswagen Bora incinerado. La autopsia no pudo establecer lesiones previas al fuego. Nicolás era preventista y cobrador de una firma de carnes con domicilio en Buenos Aires.
MAG
EP
