Tanto los familiares de Ayrault y Pirovani coinciden en un punto, el pedido de justicia para dar con los autores materiales e intelectuales de los hechos que a su criterio se trataron de dos atentados: el vuelo fue el primero y la misteriosa muerte de Susana Irrazábal, el segundo.
«Yo quiero dar con los responsables y limpiar el buen nombre de mi padre ya que está demostrado que las condiciones de vuelo del viernes 30 de noviembre de 1973 eran normales y que de ninguna manera hay pruebas de que el siniestro se haya producido por desorientación del piloto. Hablamos de intereses políticos y económicos en juego que involucraban a personas que hoy pedimos que comparezcan ante la justicia», sostuvo Pedro Pirovani. Históricamente la teoría del atentado no es nueva ya que el 2 de diciembre de 1973 la revista Noticias publicó un titular con similar afirmación realizada por el entonces gobernador chaqueño Deolindo Bíttel.