Desde el 2002 Susana hizo de su lucha su vida. Solamente con estudios secundarios pudo trazar un pormenorizado mapa de procedimientos y mecanismos de captación de redes mafiosas que operaban con la connivencia de funcionarios y fuerzas de seguridad, tanto en Tucumán como en provincias aledañas.
Así se sumergió en el horror y disfrazándose de prostituta, recorriendo sitios y poniendo en riesgo su integridad, vivió en la calle, durmió con mujeres y travestis que eran explotados sexualmente y gracias a su trabajo pudo salvar 129 chicas. Varias de ellas menores de edad que veían como quien ve un ángel en el medio de la desolación.
Desde 2007 y gracias al trabajo de la Fundación llevan contabilizados más de 900 rescates y asegura que el trabajo sigue.
Trata: Susana Trimarco reiteró su pedido de analizar “que hacer con los clientes”
