El fútbol y sus paradojas aparecieron el sábado: el día que Mitre jugó su peor partido de la temporada como local, desató el mayor festejo de la última década. Quizás una cosa vaya muy ligada a la otra: festejó tanto, porque sufrió mucho y si sufrió, fue porque no le salía una, salvo el gol de «Cachito» Bordón, el nuevo héroe de Rocamora.
Tampoco es sencillo explicar como, estratégicamente, en orden y actitud, Deportivo Vicov fue superior durante casi todo el desarrollo y se fue sin nada.
El equipo de «Pato» Esteche despertó en los últimos 15 minutos, y a puro empuje, personalidad y mayor resto físico, lo llevó por delante, anotó el gol y hasta pudo haberlo definido en los 90 si el árbitro Gustavo Muchutti hubiera dado el penal a Fabián Sosa, acción donde, además, lo expulsó.
Pero Mitre tuvo el mérito de jugar con sangre y corazón, de jugarse el resto porque se quedaba afuera. Y tuvo enfrente a un buen equipo, pero que cometió el pecado de no definirlo. Después, ya en los penales no asimiló el golpe anímico y no pudo Marcos Sotelo, quien el sábado se transformó en el Goycochea del Mundial 90.
Deportivo Vicov, es un equipo con experiencia, disciplinado, aguerrido. Tuvo la clasificación casi en el bolsillo, pero por un par de razones, no lo logró: fue tibio cuando tuvo para liquidar a un rival que se mostraba perdido, y además Rodney Widmann estuvo muy solo y extrañó muchísimo al enganche Santiago Leite y al goleador Pablo Domínguez. Con ellos en campo, otra pudo haber dio la historia.
En los penales apareció Marcos Sotelo, como otras veces y se convirtió en héroe atajando los disparos de Darío Soria, abajo a su izquierda, el de Gabriel Flores alto y a la derecha y el último, de Widmann, fuerte y al medio.
Rival entrerriano
Salto Grande goleó 5 a 0 a Unión de Feliciano y será el rival de Mitre. El primer partido se jugará en Concordia, el sábado.
