Crucero ya piensa en la rehabilitación rápida

El sábado a las 19:45 será local ante Sol de América de Formosa

Con hinchada en todos lados. Los fanas de Crucero en Entre Ríos.

Con hinchada en todos lados. Los fanas de Crucero en Entre Ríos.

Los viejos problemas de Crucero, esos que lo hicieron retroceder tanto en la tabla de posiciones, volvieron a aparecer el domingo en Gualeguaychú.

Es que el conjunto de Dechat, aunque no mereció la derrota si hacemos un balance de posibilidades de gol de uno y otro, retrocedió un par de semanas y se «instaló» en la previa del clásico de Villa Sarita, cuando necesitaba fabricar no menos de cinco situaciones para concretar una, mientras que los rivales no lo perdonaban y le ganaban.

Algo de esto fue lo que vimos en el Estadio Municipal entrerriano.

Porque si bien es cierto que Juventud Unida lo sorprendió en la primera media hora, cuando el zurdo Hugo Ibáñez fue imparable para Mosevich y compañía, con centro-gol incluido para la cabeza de Juan Maidana, en el resto del partido el que manejó la pelota y el terreno fue Crucero, pero repitió los errores del pasado, dejó pasar sus chances y el final se veía venir, como dice el viejo refrán: goles marrados en el arco de enfrente, goles que se sufren en el propio. El gol de Migueles nos dio la razón, una vez más.

De todas maneras, si algo debemos destacar, es que el Colectivero no se desordenó, trató bien la pelota cuando pudo hacerse de ella, ocupó todo el ancho de la cancha, pero (siempre hay un pero), sus goleadores no aparecen en la medida que se los necesita. Primero fue Suligoy es que tuvo las posibilidades y después el paraguayo Bareiro, con la más clara, esa que debió ser el empate, a los 37 minutos del complemento y que se fue cerca del ángulo izquierdo de Schaab.

A propósito del arquero entrerriano: otra vez un arquero rival fue figura. El capitán de Juventud Unida estuvo muy seguro y desbarató varias ocasiones a los atacantes misioneros.

A pesar de la derrota, a sabiendas del empate de Guaraní, el vestuario de Crucero no mostraba muchos signos de preocupación.

No se pudo superar un rival directo en esta pelea que ahora quedó en poder de tres equipos por ser el escolta de Patronato.

Esa lucha «intestina» del grupo B, que le resta unidades a Crucero, Guaraní y Juventud Unida, casi con seguridad que no le dará posibilidades de clasificación al tercero. Y esa es la preocupación que debe estar instalada en los dos conjuntos misioneros, a solamente cuatro fechas del final.

El sábado a la noche

Buscando la recuperación inmediata, tras la caída ante Juventud Unida, Crucero del Norte ya oficializó el horario de las 19:45, para recibir a Sol de América, de Formosa, el próximo sábado.

Habrá que seguir de cerca la evolución del defensor Gabriel Mosevich, quien sufrió una torcedura en el tobillo, que le obligó a dejar la cancha, reemplazado por Andrés Bruno. Y si de tobillos se trata, Martín Escobar Fretes lucha por volver al equipo principal, tras un esguince que lo tiene a maltraer.

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