Productores tomateros, entre ellos correntinos, se habrían deshecho de sus cosechas por una sobreoferta que hace bajar los precios del producto, según informaron fuentes del mercado de Concentracion. Ocurre meses luego de una gran escasez que obligó a los consumidores a realizar un «boicot» contra la compra de ese alimento. «Hoy, nada vale un limón», dijeron.
«A la venta, los productores están sacando mucho menos de lo que invierten por hectárea. Está habiendo mucha producción. Luego de la escasez, las plantaciones explotaron. Eso sucede en Mendoza, que está en plena producción», dijo a Momarandu Jorge Moreiro, referente del Mercado de Concentración de Corrientes.
Según dijo el mercadista, un kilo de tomate de chacra «no alcanza a valer 30 centavos el kilo aunque su costo de producción sea de un peso».
Durante septiembre, la persistencia de varios días sin frío provocó que las verduras ingresadas al Mercado tuvieran una baja superior al 100% respecto al precio que presentaban semanas atrás.
Invierno alzó los precios de las verduras en promedio un 200%, e incluso algunos productos como el zapallito y el morrón rojo esa suba superó ampliamente el 400%.
Luego, los precios «se acomodaron» debido a una seguidilla de días de altas temperaturas en los principales mercados proveedores de Corrientes, como Salta, Santa Fe, Mar del Plata y Mendoza.
Según se explicó, en ese momento, las bajas más pronunciadas las sufrieron la lechuga, morrón y los zapallitos. En tanto, la acelga y lechuga pasaron de valer 2,80 pesos a 1,50 promedio.
Los puesteros indicaron que otra situación que hizo bajar los precios fue la mejora de plantaciones en Santa Fe, principal proveedor de verduras a Corrientes, lugar que durante el invierno pasado sufrió embates por inundaciones.
Sin embargo, en contraposición, el precio del tomate se mantenía alto, en suba desde hace algunos meses por escasez.
En mercados de la capital de Corrientes incluso, el costo del alimento oscilaba entre 14 y 15 pesos según sondeos de movimientos sociales que luego convocaron a un «boicot» que se extendió a otros alimentos de precios elevados.
Pues, alentados por la demanda de septiembre y octubre del año pasado, los productores habrían generado una sobreproducción de tomates para la cual no habría oferta que la tome, y eso arrastró el precio a 0,50 el kilo, en promedio, en el Mercado Central.
Según explicó Moreiro «a los productores conviene deshacerse de lo cosechado antes que venderlo por no obtener por cada kilo de ese alimento más de $0.15».
«Tucumanos, correntinos, santafesinos y mendocinos se encuentran en la misma situación», dijo Moreiro, «les conviene tirar la cosecha».
El titular de la Asociación de Quinteros del gran Santa Fe, Guillermo Beckmann en contacto con LT9 de esa provincia ratificó la existencia del fenómeno hortícola.
«Quienes han decidido tirar los tomates cosechados, ya que la sobreoferta hizo que los costos de producción bajaran y hoy haya mas oferta que demanda», dijo Beckmann.
Consultado Moreiro sobre cómo se explican variaciones de este tipo en el mercado frutihortícola, dijo «no se explica, el productor que no sabe más que producir, se somete y listo. Producir en chacra es un azar».
«Si esbozara una solución diría que debería controlarse la producción para que esto no suceda», dijo el mercadista. «No sólo el tomate, sino todos los productos vienen en baja. Hoy, nada vale un limón», agregó.
Se refiere al precio histórico que alcanzó el limón -de hasta un peso la unidad- luego de que heladas y secas durante el año pasado afectaran a la producción citrícola. (Momarandu)
