Crece la polémica por aumento de aranceles de las prepagas

La Nación puso freno a las intenciones de las empresas. Los consumidores se pronunciaron contra la suba. El panorama se repite en Misiones. Los argumentos de la medida responden al alto costo de los insumos.

A la espera. Las empresas involucradas aguardan algún tipo de respuesta conciliadora de parte del Gobierno Nacional.

A la espera. Las empresas involucradas aguardan algún tipo de respuesta conciliadora de parte del Gobierno Nacional.

[su_note note_color=»#cdcdcd»]Se trata de un aumento de entre el 15 y el 23 por ciento a partir del 1 de enero del 2007[/su_note]La polémica generada por el proyectado aumento de los servicios que brindan las obras sociales prepagas y la tajante decisión del Gobierno Nacional de no permitir variaciones en los aranceles, también repercutió en Misiones, pero con matices, ya algunas firmas avanzaron con el incremento sin aguardar una resolución oficial.
Ni bien se conocieron las notificaciones de las empresas a sus afiliados acerca de un incremento de entre el 15 y el 23 por ciento, a partir del 1 de enero de 2007, las asociaciones de consumidores hicieron oír su voz y fue la titular de Economía de la Nación, Felisa Miceli, quien salió al cruce de estas pretensiones.
La funcionara descartó de plano el proyectado aumento, bajo amenazas de recurrir a los instrumentos legales vigentes para que esa iniciativa no se concrete. Ahí se abrió un período de negociaciones que las mismas empresas habían alentado con la anticipación, en dos meses, del ajuste en los aranceles.
La insistencia por el aumento del lado de la Cámara de Instituciones Médico Asistenciales (Cimara) que agrupa a las firmas que prestan servicios de medicina prepaga y la oposición de diferentes asociaciones de consumidores, todavía está en discusión en el ámbito nacional.
En Misiones, en cambio, de acuerdo con un ronda de consultas realizada por MISIONESONLINE se pudo comprobar que Iamip, por ejemplo, tiene previsto aumentar entre 15 y 20 pesos la cuota que pagan sus afiliados para 2007 (actualmente de 80 pesos), aunque en lo que va de 2006 ya se verificó un ajuste de 2 pesos.
La firma ConSalud, en tanto, si bien tomó distancia del actual debate por el aumento del arancel a partir del primer día de 2007, ello no se debió a una estrategia empresaria, sino que sus cuotas ya habían aumentado en un 20 por ciento, en julio de este año.
Los planes de ConSalud varían desde el más barato, de 56,75 pesos, al más costoso que tiene un costo de 130 pesos, según los valores vigentes para la firma, aunque entre los extremos figuran otros segmentos de servicios con costos diferentes.
Del lado de la empresa Medifé, en tanto, sus responsables anticiparon que aguardarán el acuerdo con las autoridades nacionales para modificar sus aranceles que, actualmente, se enmarcan entre los 84 y los 128 pesos, según las características del plan que elija el afiliado.
En la misma línea, los directivos de Servicio Asistencial Médico Adventista (SAMA) señalaron que sus cuotas están sujetos a un acuerdo entre la cámara que los nuclea y el Gobierno Nacional, aunque advirtieron acerca del riesgo que corren las empresas del sector ante el desfinanciamiento, incluido el cierre.

Situación

El proyectado aumento en los aranceles que impulsaron las empresas de medicina prepaga se basa, principalmente, en la necesidad de afrontar mayores costos, entre los cuales tiene una fuerte incidencia el valor dólar con que, en la mayoría de los casos, cotizan sus servicios.
Pero la notificación a los afiliados, anticipada en casi dos meses, desnudó una estrategia antes que una urgencia de los empresarios, quienes previeron una reacción contraria del Gobierno Nacional y, en lo inmediato al menos, lograron forzar el comienzo de una negociación.
Fueron las diferentes asociaciones de consumidores que, alertadas por los afiliados de las prepagas, llevaron la voz cantante hasta el Ministerio de Economía de la Nación, donde todo aumento repercute como una mala palabra para el esquema en vigencia.
Inmediatamente la ministra Felisa Miceli cruzó a la Cámara de Instituciones Médico Asistenciales con una rotunda negativa a sus pretensiones por cuanto, de acuerdo con estimaciones de la mencionada cartera, un incremento entre el 15 y el 23 por ciento en los aranceles repercutiría en un 0,8 por ciento del índice inflacionario. Un síntoma desaconsejable para el Gobierno.
La discusión ingresó en una etapa de contrapuntos. Habrá que esperar en qué condiciones las partes llegarán a la fecha prevista para la instrumentación de las subas en las prepagas, el primer día de enero de 2007, aunque es probable que se imponga un acuerdo con porcentajes menores a los solicitados.

Al medio, afiliados

La puja desatada por el aumento de los aranceles en los servicios de medicina prepaga, entre las empresas y el Gobierno Nacional, puso al medio de las idas y venidas a cerca de 1,5 millones de afiliados en todo el país.
La mayoría de quienes optaron por este servicio, y como sucede a partir de la metodología adoptada por las prestadores, tuvieron conocimiento del proyectado aumento a través de una simple comunicación en la se detallan las aflicciones económicas de las empresas.
Entonces comenzaron a terciar las asociaciones de defensa del consumidor que, sin demoras, trasladó el planteo a las máximas autoridades del Gobierno. Al menos lograron, hasta ahora, la apertura de las conversaciones entre las partes: un paso importante.

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