Charla sobre ludopatía para cadetes de la Policía y docentes de Concepción

Alumnos de la Escuela de Cadetes General Manuel Belgrano participaron de una charla sobre Juego patológico y otras adicciones comportamentales, que en el aula magna del instituto policial brindaron los responsables del Programa sobre Ludopatía y otras Socioadicciones, que por segundo año consecutivo desarrolla el Instituto Provincial de Loterías y Casinos Sociedad del Estado (IPLYC) y el Gobierno provincial junto a las empresas concesionarias de casinos y salas de juego de la provincia.

Alrededor de 150 cadetes de primero, segundo y tercer año escucharon atentamente la disertación del doctor Alberto Aleksandravicius y la licenciada en psicología Lizia Aide Lohaiza, que apuntó a tratar de combatir este flagelo «que se está apoderando de nuestro futuro ya que son los jóvenes los que representan el mayor riesgo y están más involucrados».

Al término de la exposición los jóvenes se animaron a evacuar sus dudas y se mostraron interesados en continuar participando del ciclo de conferencias.

Al tratar de definir las socioadicciones Lohaiza señaló que las drogas «son todas sociales» porque si bien «no están permitidas, la sociedad convalida, avala o permite» y también se denominan comportamentales porque cambian la conducta del individuo. «Es por eso que en primer lugar deberíamos ser un poco más honestos con nosotros mismos», sugirió.

Añadió que en las adicciones con sustancia (tabaco, alcohol, marihuana, cocaína, psicofármacos) se ingiere un producto que modifica ciertas funciones del organismo y hacen cambiar la conducta, mientras que en las adicciones sin sustancia (juego patológico o ludopatía, compras compulsivas, adictos al sexo, al trabajo) no se ingiere e igualmente se modifica la conducta. Pero la clave de una adicción está en cómo se maneja la dosis. Una cosa es el placer, otra el exceso y otra el trastorno en la conducta.

Señaló que estos pacientes «no se destacan» como los que ingieren sustancias y los describió como adictos «solitarios». «Muchas veces no se sabe dónde empieza la persona y dónde termina la máquina porque tienen una especie de apasionamiento con el aparato», graficó.

Se refirió al «juego responsable» que implica tener un límite y apostar en forma moderada y de «irresponsabilidad» que es cuando se llega a los extremos; y clasificó a los jugadores en categorías: social (se caracteriza por un absoluto control sobre su conducta, su tiempo y su dinero), problema (posee semi control), patológico (no tiene control), y profesional (es el que vive del juego).

Para finalizar se refirió al aparato psíquico, a cómo opera el pensamiento desde pequeños y el rol que deben cumplir los padres como sostén de estas personas en formación «para que sean adultos de los cuales nos enorgullezcamos».

Aleksandravicis relató que el juego tiene miles de años de historia (antiguo Egipto, Edad Media, Renacimiento) y es sinónimo de diversión y de libertad. El problema surge cuando el juego está asociado a una apuesta (casino, carrera de caballos) y lo que puede ser un entretenimiento, se transforma en un juego patológico.

Como jugador patológico citó al prestigioso escritor ruso Fedor Dostoievski que debió escribir su autobiografía (El jugador) a fin de poder saldar una deuda contraída con la editorial a raíz de este problema. A partir de allí se realizó el primer estudio serio del juego patológico como enfermedad –reconocido en 1970- y en 1980 fue ubicado como trastorno del control de los impulsos.

Explicaron que el IPLYC –que promueve el juego- desarrolló este programa en el marco de la Responsabilidad Social Empresaria. Esto quiere decir que cuando una empresa tiene productos que pueden llegar a ser nocivos para la sociedad, deben desarrollar un programa de prevención para mitigar los efectos.

Testimonios
Para César, cadete de primer año, la charla «estuvo muy interesante, lo interesante sería reiterar la visita de los profesionales para que nos hablen de las otras adicciones».
Ariel, cadete de primer año, coincidió con su compañero y señaló que «no había escuchado hablar del tema y es importante hacerlo para poder tomar conciencia».
Víctor, cadete de primer año, dijo que: «me pareció interesante y sería bueno repetir las charlas para que podamos ayudar a personas que lo necesiten».

También en Concepción de la Sierra
En la Escuela Normal Superior Nº 7 de la localidad de Concepción de la Sierra las charlas se realizaron durante la jornada del jueves para un total de 456 participantes.

Por la mañana asistieron ocho docentes y 205 chicos del séptimo, octavo y noveno año de la EGB 3 y por la tarde hicieron lo propio diez profesores y 233 alumnos del primero, segundo y tercer año del Polimodal. En ambos casos –el lenguaje se adecua al público participante- los profesionales efectuaron la presentación del Programa sobre Ludopatía y otras Adicciones Comportamentales y efectuaron una introducción sobre qué significan las adicciones, su clasificación (con y sin sustancia) y adolescencia y familia. También abordaron la historia del juego y las tecnoadicciones.

Las alumnas Fátima, Kiara y Gabriela, opinaron que la charla «estuvo muy buena porque nos enseña que no debemos jugar en forma desmedida porque podemos volvernos adictos. Estuvo muy interesante. Creemos que también deberían escucharlas los padres».

Para Daniela y Mariela «estuvo buena, importante. Las adicciones, sobre todo en los jóvenes, hacen que pierdan la conciencia de lo que están haciendo», mientras que Erasmo dijo que «debemos que tratar de ser más responsables».

A Carmen (docente) la charla le pareció excelente tanto en los contenidos como en el nivel de los disertantes. «Fue una muy buena enseñanza para los chicos. Les interesó el tema y estuvieron muy motivados», agregó.
A la exposición que el doctor Aleksandravicius y la licenciada Lohaiza realizaron en la Escuela 828 de la localidad de Garupá, que se extendió por casi dos horas, se acercó una treintena de adultos interesados en la problemática.

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