Presentan proyecto de Ley para difundir la vida y obra de Andres Guacurarí

La diputada nacional Stella Marys Peso presentó un proyecto de Ley para modificar el artículo 4 de la Ley 23.420, para que el Poder Ejecutivo a través del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, difunda la Vida y Obra del comandante Andrés Guacurarí. Asimismo solicitó en la Ley que se cree una comisión para gestionar ante las autoridades de la República Federativa de Brasil y de la República Oriental del Uruguay, la ubicación de los restos del prócer y su repatriación para que descansen en un lugar a determinar dentro de la provincia de Misiones.

Fundamentos
Andrés Guacurarí,fue un indio guaraní que nació en San Borja, un pueblito misionero en el año 1778. Vivió en Santo Tomé a partir de la invasión luso-brasileña de 1801.

Fue educado por el cura del pueblo, su cultura fue bastante completa, hablaba y escribía correctamente en castellano, portugués y guaraní.

En el año 1811, Don José Gervasio de Artigas lo hizo su hijo adoptivo y lugarteniente. Así se lo reconoce como Andrés Guacurarí y Artigas o Andrés Artigas, y los lugareños lo llamaban «Andresito».

Combatió y mostró su temple contra los lusitanos y los unitarios. Su lucha se orientó hacia la contención y expulsión de las fuerzas extranjeras que invadieron el territorio Misionero.

En 1818 enfrentó a las fuerzas de Manuel Bedoya, que dirigía una conjura golpista y triunfó en Caa Catí y Saladas e ingresó a la ciudad de Corrientes, en agosto ejerciendo el cargo de Gobernador de las Misiones, desde Mandisoví, actualmente Entre Ríos, hasta Iguazú.

Historiadores han destacado los esfuerzos realizados por Andresito en pos de la recuperación de las instituciones y de la legitimación del poder en Corrientes.

Su breve gobierno se caracterizó por la austeridad y transparencia en el manejo de los fondos públicos, el reparto de tierras para quienes quisieran trabajarlas, la constitución de autoridades en todos los pueblos, y la liberación de indios y esclavos que estaban condenados de por vida a trabajar, sin otra remuneración que un plato de comida.

El 24 de junio de 1819 en una contienda fue hecho prisionero, no fue ultimado para ser sometido al escarnio de la tortura, la prisión y la esclavitud. Fue llevado a Porto Alegre a pie. No hay precisiones sobre el final, aunque si se sabe que fue sumamente penoso, para algunos murió en un calabozo, de la Islas das Cobras, Brasil, para otros fue visto en Montevideo y luego desapareció.

Pero lo que se le reconoce es que un comandante guaraní, con un puñado de indios armados apenas con chuzas, logró poner en jaque al ejército imperial y que el testimonio de su sacrificio, sirvió para que otros guaraníes empuñaran sus armas y enfrentaran al invasor, logrando que las tierras quedaran para nosotros y hoy podamos hablar del Nordeste Argentino.

Por todo lo expuesto es que se propone la modificación de la Ley 23.420, que fue promulgada el 4 de noviembre de 1986, para disponer la erección de un monumento a la memoria que demostró el prócer indio y a la difusión de su vida y obra. Cabe destacar que esa ley propuesta por el diputado Cleto Rauber, no ha sido reglamentada, lo que motivo un comunicado del Senado de la Nación del día 17 de noviembre de 2004.

Tanto olvido lastima, especialmente a quienes somos hijos de la tierra, por la que Andresito dio su vida, en pro de su pertenencia a la Nación, pues las razones sobran teniendo en cuenta que estamos hablando de un Gobernador, de una de las Provincias preexistentes a la Constitución Nacional, y que fue hecho prisionero mientras combatía para defender la Soberanía nacional.

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