Los empresarios aseguran que falta cubrir el 8% de la demanda y hay incertumbre por el futuro de las firmas que administran el 20% de las bocas. En Misiones estiman que se perdieron entre 40 y 50 por ciento de las ventas.
El boicot de los consumidores a las petroleras Shell y Esso, tras los aumentos que éstas introdujeron en los precios de sus combustibles, amenaza con alterar de frágil equilibrio que existe actualmente entre la oferta y la demanda de gasoil en todo el país. En la industria hay quienes aseguran que Shell y Esso patearon el tablero para quitarse de encima el problema de tener que abastecer a pérdida a un mercado creciente.
Transportistas y empresarios del agro en Misiones estiman que -por necesidad- se verían obligados a comprar gasoil a mayor precio y el escenario más temido es el desabastecimiento que podría generarse si las petroleras que hoy sufren el boicot optan por retirarse del país. De hecho, la firma uruguaya Ancap, propietaria de las estaciones de servicio Sol Petroleo, ya anunció que abandonará el mercado argentino por falta de rentabilidad.
Desde el sector privado ven una contradicción por parte del gobierno nacional. «Por un lado plantearon la obligación de abastecer al mercado interno y por otro montan un boicot. Con esto favorecen a las petroleras que justamente lo que no quieren hacer es vender el combustible en Argentina».
Mientras que desde la petrolera Repsol YPF, la principal abastecedora de gasoil y una de las que optó por mantener los precios a raya, reconocen que la pronunciada merma en las ventas de Shell y Esso, podría trasladar a buena parte de los consumidores hacia sus estaciones de servicio modificando sus previsiones respecto al abastecimiento.
Escenario oscuro
Desde fines de 2004, las principales refinadoras del país -Repsol YPF, Shell, Petrobras Energía y Esso- vienen advirtiendo que en los próximos meses, al menos hasta junio, puede haber escasez de gasoil. Ese faltante sería de unos 80.000 metros cúbicos mensuales (m3/mes). Y como en la industria proyectan que este año el consumo promedio orillará el millón de m3/mes -un 11% más que los 900.000 m3/mes de 2004-, entre abril y junio las petroleras tendrían que importar para cubrir ese 8% de la demanda que no podría ser abastecida con la producción de sus refinerías.
Por su parte, desde la Nación desestiman una posible falta de gasoil y argumentan que la reducción impositiva para la importación de combustibles, que se aprovaría esta semana, solucionará el problema. Sin embargo desde las petroleras aseguran que aunque se apruebe esa Ley, la importación continuará siendo más negocio.
Se ataca a las Pymes
Convidados de piedra en las disputas entre el gobierno nacional y las petroleras aparecen los propietarios de las estaciones de servicio de bandera Shell o Esso. Se trata en su mayoría de pequeños empresarios que vieron una drástica reducción en sus ventas desde que el Gobierno Nacional instó a no comprar más en sus comercios.
Según datos de la Federación de Empresarios de Combustibles (FECRA), las ventas en estas estaciones de servicio habrían disminuído en un 70%, en tanto que el presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio y Afines del Nordeste (CESANE), Faruk Jalaf, indicó que en Misiones la baja sería de aproximadamente el 50%.
Los propietarios de estaciones de servicio coinciden en que el boicot afecta directamente a una gran cantidad de pequeños empresarios y resulta funcional a las grandes petroleras que pretende atacar, ya que la reducción en las ventas les evita tener que importar crudo para abastecer al mercado interno.
Por otra parte, Jalaf recordó que las estaciones de servicio tienen contratos de exclusividad con una petrolera y no pueden cambiar de bandera con facilidad.
Además desde la CESANE ven como una contradicción que Kirchner ataque a los aumentos de Shell y Esso, mientras por otro lado impulsa un incremento impositivo que terminaría provocando un nuevo aumento en los combustibles.
Finalmente, los empresarios pidieron un nuevo marco legal para la actividad.
