Para la Justicia quedó claro que Barattini murió por mala praxis

Lo confirmaron fuentes del juzgado de Instrucción Dos. Pero todavía no determinaron si la responsabilidad le cupo a quien ordenó que le suministraran la droga por una vía indebida o a la doctora que la inyectó. La investigación por la muerte de Carlos Victorio Barattini (33) entró en su recta final. El juez de Instrucción Dos de Posadas, José Luis Rey, sólo espera un informe de la obra social de la víctima para resolver la situación procesal de los dos imputados, el oncólogo Lucio Mariani y la anestesista Zunilda Gisela Pérez. Ambos están sospechados de haber protagonizado un caso de mala praxis, que el febrero del año pasado le costó la vida al hombre, quien estaba superando con éxito una lucha contra la leucemia.
Barattini falleció luego de que le inyectaran por vía intratecal (directo a la médula) un fármaco llamado vincristina. La sustancia es letal si se aplica de esa manera, por los daños irreparables que provoca en el sistema nervioso central.
De acuerdo con lo que obra en el expediente que se tramita en la Justicia Penal, Mariani habría firmado una orden para que su paciente recibiera una dosis de la droga por una punción lumbar y Pérez se la inyectó en una clínica céntrica.
Los familiares de la víctima hicieron la denuncia y se disparó la investigación. Hasta el momento, ya se agotaron casi todas las diligencias de prueba. Se llevaron a cabo las testimoniales, las indagatorias y las pericias. Sólo resta el informe de la obra social de la víctima, en cuanto a cómo llevaba a cabo la entrega del medicamento a los pacientes que lo necesitaban, puntualmente si hacía el expendio de vincristina por unidad o por caja; en su envoltorio original o en otros. El objetivo es establecer si la forma de presentación del fármaco pudo haber inducido a algún tipo de error.
Fuentes judiciales indicaron que a esta altura de la pesquisa está claro que Barattini falleció a raíz de una mala praxis. Ahora bien, lo que Rey y sus colaboradores intentan determinar es si la responsabilidad fue exclusivamente de quien recetó el suministro de la vincristina por vía intratecal o también de la doctora que lo aplicó al cuerpo de la víctima.
Los forenses Alfonso Eduardo Arrechea y Manuel Acosta, quienes practicaron la autopsia a Barattini, informaron al juez que el suministro de la droga a través de una punción lumbar fue vinculante con el deceso.
Barattini se encontraba en buen estado cuando la muerte le salió al cruce de la manera menos esperada. El hombre le estaba ganando la pulseada a la leucemia. El 19 de enero del 2004, vino a Posadas desde Apóstoles para un chequeo. Ese día le aplicaron la inyección. Apenas volvió a su casa se descompuso. Murió el 12 de febrero.

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