Reflexión del Pastor David Decena: Estrategias de expansión

Nuestra formación desde la niñez influye en la capacidad de avanzar y alcanzar metas y sueños. Por eso debemos deshacernos de los pensamientos que no han sido formados en Cristo, como razonamientos negativos o argumentos falsos. Implementando la mente de Cristo, aprendiendo a conocer quién es Dios, buscándolo en oración e intimidad, y meditando en su Palabra, podremos lograr todo y aún más de lo que soñamos.

Estudios neurológicos demuestran que la formación del cerebro como músculo está estimulada por la interacción social. Eso significa que éste se moldea según cómo fuimos formados desde pequeños. Los principales responsables en este desarrollo son los padres, a los que muchos neurólogos llaman “guardianes” de la mente, ya que son determinantes para la forma final en la que terminará siendo nuestra manera de pensar.

Esto significa que nuestra capacidad de expansión está condicionada a nuestra formación. La manera en la que fuimos formados sentó las bases para nuestro avance o estancamiento. Cuando la estructura que poseemos es equivocada, por más liberación o rompimiento que busquemos, nos veremos limitados.

Proverbios 23:7 (a) en la versión RV 1960 dice: “Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él.”

Es decir que nuestra manera de pensar está directamente relacionada a la formación que nos dieron. La formación no sólo incluye las enseñanzas explícitas de nuestros padres, sino las implícitas (lo que los veíamos hacer y decir). Por eso, en muchos sentidos, terminamos siendo reproducciones suyas y hay un dicho que dice “los hijos son el reflejo de los padres”.

Si este año queremos avanzar y expandirnos, necesitamos revisar cómo fuimos formados para deshacer todo formación incorrecta. Esto es como en la construcción. Si la base está pensada para construir una casa de dos plantas, no podemos desarrollar un rascacielos de 50 pisos. Sencillamente no resistiría, así que es una idea descartada.

En la vida cristiana pasa lo mismo. Hay limitaciones a la hora de desarrollar estrategias para la expansión, porque las bases con las que fuimos formados están erradas.

Veamos de manera breve dos ejemplos de cómo la formación determina la capacidad que tenemos para expandirnos.

 

A-Por un lado vemos al rey Uzías. En 2° Crónicas 26:4 y 5 cuenta una síntesis de su vida y el por qué de su prosperidad. Y da dos datos de su formación: Siguió el buen ejemplo de su antepasado y además se dejó instruir por alguien que temía a Dios. Vemos que los resultados de su formación, mientras permaneció en ella, fueron de expansión y avance en todos los ámbitos.

 

B-Por otro lado vemos cómo tuvo que ser formado Moisés, en Éxodo 2:10. Para que pudiera conducir al pueblo de Israel y formarlo como nación, tuvo que ser educado en un palacio. Dios permitió que no lo formara su familia biológica, que era pobre y esclava. Sino la familia de los reyes de Egipto, que le dieron la formación de un príncipe. Eso le permitió formar una mentalidad mucho más amplia y apta para la tarea que debía emprender.

 

  1. EL FUNCIONAMIENTO DE LA MENTE: ¿CÓMO FUNCIONA NUESTRA MENTE CON LA FORMACIÓN QUE HEMOS RECIBIDO EN EL PASADO?

2° Corintios 10:3 al 5 dice, en la NTV: “Somos humanos, pero no luchamos como lo hacen los humanos. Usamos las armas poderosas de Dios, no las del mundo, para derribar las fortalezas del razonamiento humano y para destruir argumentos falsos. Destruimos todo obstáculo de arrogancia que impide que la gente conozca a Dios. Capturamos los pensamientos rebeldes y enseñamos a las personas a obedecer a Cristo”.

Este pasaje enseña, básicamente, como deshacernos de aquellos pensamientos que no han sido formados en Cristo. Pero, ¿cómo son?

Fortalezas del razonamiento humano —> Nos empujan a movernos por la vista, y no por la fe. Son pensamientos lógicos, en donde no entra lugar para lo sobrenatural. Las fortalezas en nuestra mente surgen del tipo de instrucción que recibimos.  Hebreos 11:1 “La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de LO QUE NO SE VE”.

Argumentos falsos —> Un argumento es una explicación que sustenta o justifica una acción. Cuando hemos sido formados por personas que no conocían la verdad de Cristo estamos cargados de argumentos falsos como “eso no vas a poder hacer” o “esos sueños son para gente que tiene plata”. Recordemos que la mentira es una de las armas preferidas del enemigo para atar y limitar a la gente.

Obstáculos de arrogancia —> Si tuvimos padres orgullosos y duros, muchas veces vamos a tener obstáculos de arrogancia en la mente. Estos son verdaderos impedimentos para el aprendizaje. Porque sólo podemos tener el corazón de discípulos, de aprendices, cuando vivimos con una actitud de humildad.

Pensamientos rebeldes —> Son aquellos que nos quieren volver contra las autoridades que Dios nos permite tener sobre nuestras vidas.

 

  1. PRINCIPIO EID: UNA VEZ QUE HEMOS COMPRENDIDO CÓMO FUNCIONAN LAS BASES ERRÓNEAS DEBEMOS APRENDER A QUÉ HACER CON ESO QUE ESTÁ EN NUESTRA MENTE.

1° Tesalonicenses 5:21, en la RV 1960, dice: “Examinadlo todo; retened lo bueno”.

Para atacar todo aquello que se forjó en el pasado y pretende limitar las estrategias de avance que Dios busca desatar en nuestras vidas, necesitamos incorporar el Principio EID (Examinar – Identificar – Destruir).

Como vimos en Tesalonicenses, lo primero y fundamental es que podamos examinar cómo actuamos y procedemos ante las diversas circunstancias de la vida. Ver qué pensamientos, ideas, actitudes, hábitos y costumbres contrarios a la palabra de Dios repetimos de nuestros antepasados, identificarlos con precisión, para hacer lo que Pablo hizo: Destruirlos. Si necesitamos ayuda para destruirlos, tengamos la humildad de hacerlo. Pero no dejemos de persistir en derribar y destruir todo aquello que sea contrario a la mente victoriosa de Cristo.

 

3.FORMARNOS DE NUEVO:

Aprendimos a cómo deshacer la formación que nos impide tener estrategias de expansión, pero, ¿Cómo somos formados para pensar cómo Dios piensa? Así cómo fuimos formados de manera errónea: Aprendiendo a conocer quién es Dios; cuáles son sus pensamientos y cómo actúa.

¿Cómo lo hacemos? Jeremías 29:11 al 13 tiene la respuesta: “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón”.

Buscándolo en oración e intimidad, y meditando en su Palabra. Es la permanencia en la búsqueda y el tiempo en su presencia, meditando en su Palabra, lo que va haciendo de nosotros cristianos que pueden alcanzar hasta la estatura plena de Cristo y obtener victoria para nuestras vidas.

 

Pastor David Decena Centro Familiar Cristiano Eldorado.

Prédicas en vivo los miércoles y domingos 20 horas, a través de http://cfceldorado.org/

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