Las siniestras contradicciones del presunto femicida de Lucía Pérez

Tenía 16 años y, según la fiscal, fue drogada, sometida a una violación grupal y empalada. Lo que declaró uno de los procesados y las fallas en su escrito.

Matías Farías tiene 23 años. Es uno de los tres procesados por el brutal femicidio que estremeció a Mar del Plata. Lucía Pérez, de sólo 16 años, apareció muerta en octubre del año pasado. La autopsia reveló que había sido drogada, sometida a una violación grupal y empalada. La causa de muerte es aún más siniestra: reflejo vagal, una reacción del cuerpo al “exceso de dolor” que le produjo su empalamiento.

 

Lucía tenía 16 años. Fue drogada, violada y empalada. Hay tres detenidos.

“En mi carrera no vi nada igual porque esto se trató de un agresión inhumana”, reveló la fiscal de la causa, María Isabel Sánchez. Sin embargo, el descargo que presentó el viernes por escrito Farías contradice una a una todas las observaciones de las pesquisas que se realizaron sobre el cuerpo de la adolescente marplatense.

 

LAS CONTRADICCIONES DE FARÍAS

 

“Tuvimos sexo normal y deseado como dos personas que se gustan y su muerte me causó mucha tristeza». Sin embargo, la autopsia confirmó que Lucía fue sometida a un encuentro sexual no consentido y del cual participó más de una persona. Además, en la brutal escena del crimen se encontraron al menos tres preservativos usados.

“Lucía no se sentía bien. Me pidió que le trajera su celular. Cuando volví, la vi acostada en la cama con las piernas en el piso, como inconsciente, con los ojos medio cerrados. Traté de ayudarla, pero su estado se debía al consumo de drogas”. Para la fiscal, la cantidad de cocaína encontrada en el cuerpo de la joven confirma que fue obligada a consumir. “Se le proveyó de cocaína en abundancia, también de cigarrillos de marihuana y, mermada su voluntad, se la sometió a un vejamen terrible”, precisó Sánchez.

 

«Durante la relación sexual no utilicé ningún objeto». Las pesquisas realizadas sobre el cadáver no sólo advierten que Lucía fue violada vía vaginal y anal, sino que también se utilizó un objeto “romo” (con terminaciones obtusas) para empalarla. De hecho, la fiscal insiste en que la joven murió a causa del “excesivo dolor” del empalamiento.

Según la declaración de Farías, el joven buscó la ayuda de Alejandro Maciel, de 61 años. “Le dije que Lucía se sentía mal. Bajó, entró a la casa y subió la escalera. Le tocó el cuello a Lucía y dijo que le sentía muy débiles los latidos, que la llevemos a la salita”, relató. Para la fiscal, la joven ya había muerto y Maciel está procesado por «encubrimiento agravado».

 

Antes de llegar a la salita, la fiscal insiste en que los tres procesados (incluido Juan Pablo Offidani, de 41 años, también acusado de homicidio agravado) lavaron el cuerpo de la joven e intentaron hacer pasar su muerte como una sobredosis.

Según Farías, la joven llegó viva a la salita de primeros auxilios. Pero quienes se encontraban de guardia en el lugar precisaron que el cuerpo ya no tenía signos vitales. “Quisieron hacer creer que había muerto de sobredosis”, reforzó

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