“Ahora la secundaria se inicia a los cuatro años”

Fue uno de los principales críticos del sistema Pisa de evaluación educativa, incluso antes de que se conozcan ránkings poco favorables para la Argentina. Por eso, ahora el ministro de Educación, Luis Jacobo es uno de los defensores del sistema de evaluación que fue presentado en la última reunión del Consejo Federal que incluye a todas las escuelas del país con variables que permiten un análisis mucho más certero de la calidad educativa, del progreso de los estudiantes y de la tarea docente.
“El sistema Pisa está muy cuestionado. Hay países que en los últimos años se han adaptado al formato como estrategia para ser mejor rankeados. Y el sistema mide, a través de un múltiple choice a chicos de quince años de distintas realidades, bajo una misma modalidad y solo tres materias, Lengua y Matemáticas. A nosotros nos fue mal porque a los chicos no les interesa eso”, explica Jacobo.
“El Pisa mide tres disciplinas. Eso no es medir calidad. Por eso salimos del Pisa. Cuba no está y nadie duda que en América Latina tiene uno de los mejores sistemas educativos”, analiza.
El nuevo sistema argentino (IMASE) mide, en cambio, la relación entre rendimiento en lengua y matemáticas, más nivel de egreso y tiempo de terminalidad del año escolar en todas las escuelas del país. Así se establece una puntuación de entre 100 y 500 puntos. En el primer corte de datos, que abarcó a las escuelas técnicas, Misiones aparece un poco por encima de la mitad. “Con el desagregado se pueden buscar los motivos y establecer cómo mejorar escuela por escuela”, explica Jacobo.
“Un sistema que sólo rankea es perverso y no sirve para nada y eso es Pisa. En cambio, el nuevo índice es autoevaluativo e involucra a docentes y directores”, sostiene el ministro. “Va a movilizar a la reflexión para resolver las problemáticas que se presenten”, agrega.

8.1

Un dato que resalta es que una escuela con un porcentaje de egreso del 85 por ciento, puede justificar el atraso del quince restante. Pero si la ecuación es inversa, “el problema no es del chico, sino del sistema y de los profesores”.
Las escuelas técnicas fueron las primeras en ser evaluadas con el nuevo sistema. “Pero con tipos similares de población, hay diferencias. El desafío es lograr que la escuela ofrezca igualdad de oportunidades”, asegura Jacobo.
Aunque está medianamente satisfecho con los datos recogidos de las escuelas técnicas, Jacobo dice que esperaba más. “Si bien salieron casi del exterminio, recibieron diez veces más recursos que el resto. Se les da todo. Si fallan, es por el sistema”, definió.
Jacobo sostiene que uno de los problemas que enfrenta la educación es la ausencia laboral de los docentes. En Misiones hay entre 500 y mil docentes que no quieren dar clases y aunque hay jurisdicciones que están peor, no es un consuelo. Se analizan estadísticas de ausencias para determinar qué hacer con el ausentismo injustificado.
“La escuela secundaria sigue siendo el desafío más complejo. Por el aprendizaje, el egreso, el ambiente pedagógico adecuado. En realidad, ahora decimos que la secundaria se inicia a los cuatro años. Hay que fortalecer toda la estructura previa para que la educación se inicie a esa edad y lleguen a la secundaria en un sistema que los contenga”, asegura Jacobo.
La inclusión temprana es, entonces, clave. Misiones está adelantada a la universalización ahora impulsada por la Nación. “Ya hay entre 60 y 70 por ciento de chicos escolarizados en las salas de cuatro. En 2015 esperamos empujar un poco más hacia arriba”, se ilusiona Jacobo al mismo tiempo que destaca la fuerte inversión en materia educativa, que se mantiene al tope en la asignación de recursos.

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