La sangre de Cristo simboliza la clave de la victoria y la derrota del enemigo, porque Dios quería para sus hijos la sanidad del cuerpo y alma, la prosperidad y la victoria. Por eso hoy veremos en detalle qué nos dice la Palabra de Dios sobre los simbolismos de la crucifixión.
Apocalipsis 12:11 “Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte”.
La muerte de Cristo marca el evento culminante, de un drama, que comienza con la caída del hombre en pecado. Esto provocó que quedara la humanidad destituida de la presencia de Dios, quiere decir que no se podía acceder a la presencia de Dios ni la presencia de Dios acercarse a ellos. Como Dios nos creó para Él, nunca seriamos los mismos, hay entonces una profunda insatisfacción interior, nada podrá hacer verdaderamente feliz al ser humano, solo la presencia de Dios. Toda felicidad es pasajera, toda victoria no es disfrutada y se olvida rápidamente.
Alguien tenía que hacer algo para arreglar la situación! Pero como todos éramos pecadores, no había manera que existiría alguien que pudiera tomar nuestro lugar. Por eso el plan de Dios se pone en marcha. El eterno hijo de Dios responde al interrogante quien irá por nosotros? Viene Jesús y conforme a las profecías se entrega a la misión de salvar a la humanidad.
-El significado del Getsemaní.
Marcos 14:32 Vinieron, pues, a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que yo oro.
Marcos 14:36 Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú.
Lucas 22:44 Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.
Significa el triunfo de la voluntad humana, potenciada por el Espíritu Santo, para hacer la voluntad de Dios, por más difícil que parezca.
-La cruz – Maldición cancelada.
En la cruz, fue donde Dios quitó nuestra maldición para darnos su bendición. Todo lo malo que nosotros éramos, quedó en Jesús. Todo lo bueno que Jesús era, pasó a nosotros a través de la fe en El.
Gálatas 3:13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),
La sangre de la cruz significa que ya no estamos más bajo la persecución de la ley con la que nunca podíamos cumplir, si no se cumplía toda la ley se estaba bajo la maldición de Dios, imagínese era para desesperarse. Cuando Cristo toma la cruz quiere decir: Ustedes son creados para bendición, no para maldición!
-La sangre por la corona de espinas – Liberación de la ruina espiritual.
Cuando Adán y Eva pecaron y fueron expulsados del paraíso, Dios les dijo: »Maldita será la tierra por tu causa, espinos y abrojos producirán». Los espinos y los abrojos representan ruina. Representa sufrimiento, todo se tornó difícil y sacrificado. Todo lo que es bueno hay que lograrlo a través del sufrimiento, nada bueno se logra porque sí, tiene que venir el sufrimiento.
La humanidad “corona de la creación” se transformó en espanto y vergüenza, en una creación que vive sufriendo y nace para morir! Jesús aceptó llevar sobre sus sienes esa terrible opresión que tanto había flagelado a la humanidad.
Y a través de Cristo las cosas son más fáciles, las cosas más difíciles se transforma en un deleite porque lo hacemos con la ayuda de Dios.
La corona de sufrimiento la llevó Cristo para que vos puedas señorear como al principio de la creación. Para que determines algo y te será firme.
-El látigo que flageló su espalda – Nuestra sanidad
Toda enfermedad, toda dolencia, sin importar su ramificación, sin importar su tamaño ni gravedad, todo quedó cancelado en la espalda de Jesús. El profeta Isaías, refiriéndose a la crucifixión de Jesús, dijo: «Y por cuya herida fuisteis vosotros curados».
(Isaías 53:5) Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Y por su llaga- una profecía precisa en cuanto a que sería azotado (Mateo 27:26). Entonces le soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado.
-Los clavos – Nuestra liberación
Juan 20:25 Le dijeron pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.
A Jesús lo acostaron encima del madero, abrieron sus brazos y en cada una de sus manos clavaron un grande y filoso clavo. Sus dos pies fueron unidos y también traspasados con un clavo, el tercero.
Cuando sangraron las manos de Jesús, el dominio les fue devuelto a los hijos de Dios. Eso significa que cuanta maldad encontremos, tenemos la autoridad en el nombre de Jesús para hacerla inofensiva: «Tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán» ( Marcos 16:18)
Los clavos significan falta de libertad. Y significa que el Señor pagó el precio para que seamos libres de toda esclavitud. De toda adicción de todo comportamiento que le trae maldición.
Significa que sus manos están libres para tener frutos y multiplicación en todo lo que hagan. Y también nos da la posibilidad para ser libres donde quiera que pisen nuestros pies! No necesitamos vivir más en opresión porque Jesús nos dió una victoria total.
-La lanza – Sanidad interior
Después que Jesús murió, uno de los soldados romanos enterró una lanza en su costado derecho, del cual salió agua y sangre. Todo el castigo que como pecadores merecíamos, recayó sobre aquel hombre llamado Jesús, quien no había cometido ningún pecado. Esa sangre te sana tu ser interior. Jesús te amó hasta la última gota de sangre!
Y todo el bien que Jesús debía recibir, viene sobre nosotros, solo por creer en Él.
Dios, cuando nos mira, lo hace a través de Jesús, y cuando anhelamos comunicarnos con el Padre, también debemos hacerlo por medio de Jesús.
Que Dios te bendiga en este domingo de Resurrección, y que tengas una semana de victoria!
Pastor Guillermo Decena, Centro Familiar Cristiano Eldorado.
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